Con la última actualización de los Samsung Galaxy a One UI 3.0 los móviles no sólo ganan Android 11, también alguna función extra. Como el apagado con doble toque en la pantalla, una opción que seguramente sea bienvenida para todos aquellos que ya tienen el doble toque para encender el teléfono. Y es muy fácil de configurar.
Con el uso de los gestos hemos ido integrando rutinas de utilización del teléfono que poco a poco fueron olvidando los botones. Esto ha hecho que la navegación por el móvil utilizando botones físicos haya desaparecido; primero por los botones virtuales y después debido a los gestos. Además, mediante cómodas acciones también puede suplirse el uso del botón de encendido, como ocurre con la doble pulsación. Y por fin los Samsung Galaxy la incluyen en One U 3.0, tanto para encender la pantalla como para apagarla.
Dos toques en el escritorio para apagar la pantalla
El gesto es sumamente cómodo para quienes ya se han acostumbrado a utilizar su smartphone Samsung por gestos. Y es de agradecer que con One UI 3.0 y Android 11 Samsung haya completado el doble toque con el apagado de la pantalla, opción que, inexplicablemente, no se encontraba disponible. Eso sí, hay que activarla, un proceso que implica unos pocos pasos.
Para apagar la pantalla de tu Samsung Galaxy (sólo con One UI 3.0) pulsando dos veces en el escritorio tienes que hacer lo siguiente:
- Entra en los ajustes de tu Samsung Galaxy y acude a la sección de 'Funciones avanzadas'.
- Entra en 'Movimiento y gestos'.
- Activa la opción 'Doble pulsación apaga pantalla'. A partir de ese momento podrás apagar tu Samsung Galaxy con doble toque.
- Para estar en consonancia te recomendamos encender también el 'Doble pulsación enciende pantalla'. Así podrás encender el teléfono sin pulsar en el botón: basta con que pulses dos veces sobre la pantalla.
La activación del gesto no implica un gasto extra de energía. Con él se gana en comodidad: para apagar la pantalla sólo tendrás que pulsar dos veces seguidas sobre el panel, siempre sobre un espacio vacío del escritorio. Cuando interiorices el gesto seguro que no vuelves a apretar el botón de encendido; evitándote de paso que dicho botón se desgaste.