Observando que tanto Windows como Android acaparan las principales cuotas de mercado en sus respectivos nichos de sistemas operativos, puedo imaginar que la inmensa mayoría de usuarios no tiene problema alguno en sincronizar un Android con Windows. Sin embargo, los que tenemos Mac y Android somos una especie que, no sé si estaremos en extinción, pero intuyo que somos muchos menos.
Por eso me parece interesante contarte cuál es mi experiencia sincronizando ambos dispositivos. Al fin y al cabo se han convertido en mis herramientas de trabajo y supongo que también serán las tuyas si eres usuario de ambos sistemas. Te voy a explicar qué apps utilizo para la productividad o como he tenido que cambiar mis hábitos tras dejar atrás el iPhone.
Tuve que cambiar mis apps de productividad
Como ya dejaba entrever anteriormente, el iPhone ha sido mi móvil principal durante muchos años. No es que no haya usado Android hasta ahora o que ya haya dejado por completo el móvil de Apple, pero en estas últimas semanas estoy priorizando el smartphone con sistema operativo de Google. Teniendo en cuenta que antes abusaba de las apps nativas de iOS que están presentes también en macOS, pues he tenido que cambiar mis apps de preferencia.
Existen muchos gestores de tareas, notas y recordatorios que tienen plena disponibilidad en los Mac y en los móviles Android, pero decidí optar por las nativas de Google. Sé de buena tinta que funcionan bien, tienen una sincronización rápida y encima se pueden usar vía web a través de Gmail. Y sí, esto último puede parecer una desventaja y para mi mismo lo era hasta hace poco, pero tras darle una oportunidad he quedado encantado.
Google Keep es mi completo gestor de notas en Android. Soy de tener diferentes estilos de notas, combinando las notas rápidas de voz con otras en formato lista, texto e incluso anotaciones hechas a mano alzada con el dedo. Precisamente la app de Google ofrece esas opciones en una interfaz muy limpia para ello, permitiendo crear una nueva nota rápidamente con esos formatos. Y sí, ya se que en el Mac no es tan versátil, pero tampoco es que la app de Notas de Apple lo fuese, aparte de que solo utilizo esta aplicación en el ordenador para consultas o eliminar las propias notas.
Como aplicación de tareas he ido a recaer en dos. Además de la previsible Google Task estoy también probando Microsoft To Do, que es la que ya usaba en iOS. Me gusta mucho Google Task en Android, pero esta sí que no me acaba de convencer tanto vía web. He probado con algunos clientes que están en la Mac App Store, pero no me han convencido por su lenta sincronización con Google.
Sin embargo, tengo sentimientos encontrados con Microsoft To Do, ya que la repetición de tareas no funciona como cabría esperar. Me explico; tengo varias tareas rutinarias que quiero que se repitan cada X tiempo (cada día, de lunes a viernes, cada mes, cada 3 meses, etc.). Y sí, puedo configurar estas repeticiones en la app de Microsoft, pero por alguna razón solo me notifica el primer aviso y no a partir del segundo, teniendo que ser yo quién revise a diario esos recordatorios y perdiendo con ello la gran utilidad de no tener que estar pendiente.
Debo decir que no soy el único que experimenta este problema/fallo (no sé aún como calificarlo), ya que algunos amigos que utilizan esta app de gestión de tareas me han confirmado que están en la misma situación.
Spark sigue siendo mi opción preferente en la gestión de correos electrónicos.
Como aplicación de correo, he de reconocer que no me he bajado de Spark. Esta app multiplataforma dispone de interesantes opciones añadidas como agrupar varias cuentas en una misma bandeja, eficaces filtros de ordenación inteligente, poder programar correos enviados o posponer los recibidos... Y todo ello tanto en la app móvil del Android como en la del Mac. Sin embargo, Gmail en su versión web me otorga otra serie de características como los filtros a los que Spark no llega.
Así pues, al igual que tengo mis apps de tareas y recordatorios divididas en dos aplicaciones, lo mismo me sucede con la de correo. Doy prioridad a Gmail a nivel profesional, de forma que cuando estoy trabajando siempre recurro a ella para la gestión de mis mails. Sin embargo, Spark es la que utilizó para otras acciones más personales o de carácter menos urgente.
Aparte de estas mencionadas, Slack y Google Docs siguen siendo mis dos apps de trabajo universales. Y no explico demasiado de estas porque son tremendamente conocidas y tampoco es que supongan un especial cambio con respecto al uso que hacía cuando tenía el iPhone. Funcionan bien en Android y se sincronizan también muy bien con el Mac, así que no hay mucho más que contar.
A falta de AirDrop en Android, buenos son SnapDrop y Telegram
Seguramente ya conocerás de sobra AirDrop, un sistema inalámbrico mediante el cual es posible intercambiar información fácilmente entre dispositivos de Apple (sean tuyos o no). Con un iPhone y un Mac es toda una delicia, pero claro, yo me encuentro ahora con un Android que carece de dicha funcionalidad. Sin embargo, hay opciones igual de eficientes.
Quizás no es tan rápido como AirDrop, pero Snapdrop es una herramienta que viene a ofrecer idénticas funciones en cualquier plataforma. Su funcionamiento es bien sencillo, ya que funciona vía web en todas las plataformas, sin tener que instalar ninguna app adicional. Cuando quiero enviar una imagen del móvil al Mac (o viceversa) basta con que abra la página en ambos dispositivos y arrastre la foto para que en pocos segundos sea recibida en el otro terminal. Y esto sirve también para documentos y otros archivos.
Por otro lado, he de reconocer que Telegram es también una buena alternativa y especialmente cuando no necesito tener el archivo de forma inmediata. Por ejemplo, si quiero pasar archivos del móvil al ordenador, pero no para manejarlos en ese momento, sino más tarde. En Telegram se pueden enviar todo tipo de documentos sin límite de tamaño, incluyendo incluso archivos comprimidos y fotos en resolución original. Luego, basta con que abra la app en el Mac y lo descargue.
Sincronización de fotos manual, pero con alternativas
En el apartado anterior hablaba de enviarme imágenes de un dispositivo a otro, pero realmente esas son acciones puntuales. Cuando quiero sincronizar toda mi biblioteca de fotos y vídeos entre ambos dispositivos, recurro a dos métodos: Google Fotos y el método manual.
De Google Fotos poco voy a descubrir a estas alturas. Tengo toda mi galería del móvil subida y perfectamente sincronizada con Google, de tal forma que pueda acceder a ellas desde cualquier dispositivo, incluyendo obviamente el Mac. Al final el hecho de que tarde más o menos en estar disponibles las fotos depende de los servidores de Google y sobre todo de mi conexión a Internet. Por suerte, suele ser cuestión de segundos.
Sin embargo, reconozco que también recurro a menudo al método manual cuando se trata de imágenes o vídeos pesados. Ya decía que por norma general suele ser bastante rápida la sincronización de Google y es porque la mayoría de mi galería está plagada de archivos normales y corrientes. No obstante, de forma eventual hago vídeos a máxima resolución o me da por hacer una ruta fotográfica con los valores de calidad al máximo.
Por tanto, cuando me pongo a editar en el Mac tengo que estar esperando a que Google lo sincronice y acabo optando por transferirlos de forma manual con el cable, aunque siempre con la aplicación de la marca de mi Android, que en este caso es HiSuite (Huawei). Por desgracia, el Mac no reconoce a través de Finder los móviles Android como si sucede con los iPhone y como ocurre en Windows. La transferencia de fotos se hace en muy poco tiempo, algo que agradezco viniendo de un iPhone, donde el conector Lightning y sus deficientes velocidades limitan bastante esta función.
Buena parte de mi nube migró de iCloud a Google Drive
Nuevamente, Google vuelve a ser la gran beneficiada de que haya dejado más de lado el iPhone en favor de Android. Como es de esperar, iCloud funciona a las mil maravillas en macOS, pero no así en Android. De hecho, en este no tiene ni siquiera una aplicación propia, teniendo que acceder vía web y con limitaciones bastante tediosas.
Por su parte, Google Drive sí ofrece aplicación en Android y macOS, aunque en este caso sí que le doy preferencia a usarlo vía web en el ordenador porque sucede lo contrario a la situación anteriormente mencionada y es que la app no acaba de ser muy práctica en macOS. Sí, te permite incluso tener una carpeta en Finder con tus archivos, pero su sincronización es extremadamente lenta.
Ponerme transferir mis archivos de una nube a otra me resulto tremendamente sencillo, ya que lo hice desde el Mac y fue cuestión de seleccionar todos de iCloud Drive desde Finder y arrastrarlos a la ventana del navegador con Google Drive. Fue algo lento, eso sí, pero algo normal teniendo en cuenta que se trataba de mucha información.
Debo destacar que al final son completamente homólogas ambas nubes, ya que mientras iCloud me permitía hacer copias de seguridad del iPhone, Google hace lo propio con el Android. En referencia al Mac, me hubiese encantado decir que con iCloud podía hacer copias del sistema y que con Google también he podido, pero no. Para realizar copias de seguridad completas en Mac se necesita un disco externo o uno conectado en red, por lo que al final me daba igual usar iCloud o Google Drive para esto.
Desmintiendo mitos de usar Chrome en el Mac
Es cierto que Safari funciona muy bien en todos los sistemas operativos de Apple, incluyendo el Mac. De hecho, ha sido mi navegador de serie desde hace años. Funciona fluido, tiene una interfaz conocida y desde macOS 12 han añadido interesantes opciones de gestión de pestañas. Sin embargo, creo que tocaba pasarse a Google también aquí.
El navegador es algo fundamental en mi trabajo, pero tampoco es que lo tenga plagado de extensiones o tenga una imperiosa necesidad de que esté cien por cien sincronizado con el móvil. Sin embargo, sí que hay ocasiones en las que me encuentro artículos interesantes navegando con el móvil y que quiero leer más tarde desde el ordenador. Una opción fácil sin desprenderme de Safari sería pasarme la URL por Telegram o similar, pero teniendo Chrome se hace más fácil.
Así pues, pese a ser solo para esa única función, me he acostumbrado a usar Google Chrome en el Mac, teniendo ahora también la aplicación no solo en Android sino también en el iPhone cuando lo utilizo. Y mentiría si no dijese que estoy encantado. Funciona igual de fluido que Safari y ya tengo anotadas algunas extensiones interesantes para, por ejemplo, gestionar el tema de las notificaciones de Gmail.
Y precisamente en ese último punto que comentaba es donde radica lo de desmentir mitos, ya que tradicionalmente se ha visto a Chrome como un bebedero de consumo en Mac y yo mismo pude comprobarlo hace años. La optimización era tan mala, que a veces con solo abrir un par de pestañas ya empezaba a escuchar los ventiladores. Sin embargo, la cosa ha cambiado mucho y aunque desconozco si realmente Safari sigue por encima, yo no he notado demasiado cambio de uno a otro.
AirDroid como alternativa para hacer llamadas y más
Teniendo un iPhone, lo más habitual es dejar la configuración de serie y que puedas hacer y recibir llamadas de este en el propio Mac (siempre que esté cerca, claro). Sin embargo no encontramos esta simbiosis de forma nativa entre macOS y Android. Esta era una función que utilizo varias veces al día, dado que paso muchas horas trabajando frente al ordenador.
Existen muchas alternativas, aunque la primera con la que me topé fue más que suficiente. Se trata de AirDroid, que en Android es una aplicación y en macOS basta con usarlo vía web. De hecho, con solo escanear desde el móvil un QR que aparece en el ordenador, basta para comenzar la sincronización. Y aunque de momento solo he indagado en las funciones de hacer y recibir llamadas, lo cierto es que tiene más funciones interesantes como transferir archivos sin cables e incluso buscar el móvil si se pierde.
Conclusión: ventajas y desventajas de la combinación Android-Mac
En comparación con el uso de un iPhone con un Mac, podría concluir esta experiencia usando Android y Mac con una serie de puntos fuertes y débiles, ya que ha habido evidentes pérdidas en este cambio de paradigma que he vivido.
- A favor:
- Google es la perfecta contraparte de Apple, ofreciendo un ecosistema de aplicaciones y servicios homólogos a los de la manzana y además estando disponible en todos los sistemas operativos.
- Cada vez hay más aplicaciones multiplataforma que se sincronizan bien y son plenamente funcionales tanto en el móvil con iOS o Android como en el ordenador con macOS o Windows.
- La transferencia de archivos entre el móvil y el Mac se puede hacer de forma rápida, tanto de forma inalámbrica como a través de cable.
- En contra:
- Aunque logré que Snapdrop y Telegram supliesen a AirDrop, el sistema de Apple es al final mucho más eficiente por funcionar con menos toques y clicks, además de un retardo inferior.
- Apple sigue pecando de ser una compañía muy cerrada a la hora de ofrecer más automatizaciones en la conexión de un móvil Android.
- Eché en falta Handoff, la función que permite iniciar una tarea en el iPhone y continuarla en el ordenador (o viceversa). Por ejemplo, estar escribiendo una nota en el móvil y que con un solo click la pueda seguir en el Mac.
Como añadido, quiero destacar que durante muchos años también fui usuario de Windows teniendo un móvil Android. Y sé que, pese a ser de empresas distintas, existe la creencia de que un móvil Android se sincroniza mejor allí que en un Mac, pero debo decir que en mi experiencia ha sido exactamente igual.
Puedo coincidir en que un iPhone y un Mac tienen una sincronía muy buena que, aunque en menor medida, se puede emular con un Android y un ordenador con Chrome OS. Sin embargo, mezclándolos entre sí noto bastantes semejanzas, más allá de que algunos fabricantes de Android diseñen software específico para Windows que, en casi todos los casos, hacen las mismas funciones que otras herramientas disponibles en macOS.
Así pues, si estás en una situación similar a la mía y eres un usuario de iPhone y Mac, pero quieres cambiar a un móvil androide, te recomiendo no temer en exceso el cambio por este motivo. Al final vas a poder seguir teniendo un móvil que se sincronizará plenamente con el ordenador, aunque sí que es posible que tengas que cambiar de hábitos y empezar a usar aplicaciones que no sean nativas de Apple.
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