Hoy en día Android es el sistema operativo instalado en el 85% de los dispositivos móviles y el corazón en una industria millonaria, pero hubo un tiempo en el que Android no era más que una idea, y una idea que no todo el mundo confiaba en que fuera a triunfar.
Hoy recordamos estos inicios, remontándonos al año 2004, cuando Android estaba todavía en pañales. Este Android, entonces un sistema operativo para cámaras digitales, no acababa de convencer a los inversores. El futuro de Android pendía de un hilo o, más concretamente, de 10.000 dólares.
Los inicios nunca son fáciles
Las cámaras digitales fueron el destino inicial, pero allá por 2004 el crecimiento de la industria de las cámaras empezó a declinar, por lo que Andy Rubin recicló la idea. Cinco meses más tarde, Andy hablaba de Android como un sistema operativo para "dispositivos portátiles".
Los inversores tomaban a Andy Rubin por loco
El padre de Android llevaba soñando con cambiar el panorama de los dispositivos móviles desde el año 2.000. Por aquel entonces las grandes operadoras móviles controlaban la industria con un puño de acero y una filosofía cerrada.
Andy Rubin estaba planeando justo lo contrario: un sistema operativo de código abierto que cualquiera pudiera modificar y usar sin coste alguno. Muchos creyeron entonces que era una idea imposible.
Teniendo en cuenta que por aquel entonces se enfrentaba a gigantes como Nokia con Symbian o Microsoft con Windows Mobile, es comprensible la desconfianza de los inversores. Según recoge Business Insider, un inversor opinaba de Andy Rubin que "tendría que vender al menos un millón de esas cosas para cubrir los gastos. Está intentando hervir el océano".
A punto de ser echados de la oficina
Sin lograr cosechar la atención de los inversores para cubrir los gastos, la pequeña startup de Android, formada no solo por Andy Rubin sino también por Rich Miner, Nick Sears y Chris White no pasaba por su mejor momento.
Se empezaban a acumular los pagos pendientes hasta tal punto que el propietario del espacio de oficina empezó a amenazar con desalojarles a no ser que se pusieran al día con los pagos pendientes. Fue entonces cuando un desesperado Andy Rubin hizo una llamada de emergencia a su amigo Steve Perlman.
El hombre que salvó Android
Andy Rubin y Steve Perlman se conocían por haber trabajado en Apple a principios de los 90. Además de en Apple, Perlman había trabajado creando componentes para las consolas Megadrive y Super Nintendo, en WebTV (comprado por Microsoft) y desde 1.999 presidía la incubadora de empresas tecnológicas Rearden (que aun sigue en activo).
En 2004, Steve Perlman recibió una llamada de su amigo Andy Rubin. Aunque le daba apuros volver a pedir dinero, su startup Android estaba en apuros y no tenía más remedio que hacerlo. La situación era insostenible: el efectivo se estaba agotando y no lograban atraer a nuevos inversores.
Steve Perlman accedió a transferir algo de dinero tan pronto como pudiera, a lo que le respondió un Andy Rubin nervioso que "si puede ser antes, mejor". Con varios pagos pendientes, el propietario de la oficina no estaba ya por la labor de un nuevo retraso.
Fue entonces cuando Steve Perlman fue al banco, sacó 10.000 dólares en efectivo en billetes de cien y se los dio a Andy Rubin, que al día siguiente fueron complementados por una transferencia de una cantidad indeterminada.
Con este dinero Andy pudo afrontar los pagos pendientes y seguir luchando por sacar adelante su startup. Al poco tiempo lograron obtener el apoyo de nuevos inversores, conseguir más financiación y mudarse a una oficina más grande en Palo Alto (sí, al lado de Google).
El resto es historia. Un año más tarde, en 2005, Google compraba Android Inc por al menos 50 millones de dólares y sus empleados pasaban a formar parte de la gran G. El proyecto se mantuvo en secreto en su mayor parte hasta la creación del primer prototipo basado en un teclado QWERTY. Hasta que llegara el iPhone y cambiara los planes, pero esa es una historia para otra ocasión.
Hace ya más de diez años de la primera versión oficial y estable de Android y todavía más desde la fundación de Android Inc y es evidente que Android ha terminado en muchos más de "un millón de esas cosas". Android es un gran éxito, pero no podemos evitar pensar, ¿qué habría pasado en el panorama móvil sin ese préstamo de 10.000 dólares?
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