Es un hecho que los móviles se calientan con el uso. ¿Pero se calienta "lo normal" o hay algo especial que lo cause? Quizás sea que llevas un buen rato ejecutando una tarea exigente o porque hace calor en el exterior. A veces es difícil determinar la causa, pero cuando un teléfono se calienta demasiado, su rendimiento baja. Incluso puede llegar a apagarse por una cuestión de seguridad. Estas son las principales causas por las que un móvil Android se calienta y cómo solucionarlo.
¿Seguro que está caliente? Caliente vs tibio
Merece la pena detenerse antes en qué es un teléfono caliente y qué no en tanto en cuanto a cómo le afecta al dispositivo. Un móvil con uso normal no debería calentarse y si es así, hay un problema subyacente. Pero no es lo mismo tibio que caliente: notar la trasera levemente cálida tras 15 minutos jugando entra dentro de lo esperable.
Pero si la sensación es que el teléfono está sorprendentemente caliente al tacto o dispones de una aplicación que te alerta de sobrecalentamiento como CPU Monitor (descarga gratis en Google Play Store), entonces toca investigar.
Lo normal es proceder a cerrar algunas aplicaciones o reiniciar el dispositivo. Una búsqueda en Google devuelve resultados como un brillo de pantalla demasiado alto, mucho tiempo de funcionamiento de Wi-Fi o que has jugado demasiado son las causas que aparecen en el horizonte y, a decir verdad, pueden tener sentido para terminales antiguos y/o básicos. Pero un móvil Android actual y moderadamente competente debería soportar todo lo anterior. Si se calienta, hay algo más.
Cuidado con el sol
La primera causa es la estrella del verano es la más obvia: quizás no sea el teléfono el que se caliente por sí mismo y que la culpa sea del entorno. Es relativamente común dejar el teléfono expuesto a la luz solar un día de verano en el que las temperaturas son altas.
Un buen ejemplo es cuando lo colocamos en un soporte en el salpicadero del coche en un día soleado. En ese caso, ayudarnos del aire acondicionado va a contribuir a refrescar el dispositivo. En otros escenarios, bastará con mantener el teléfono fuera de la vista y alejado de la luz solar directa. Aunque hay quien gusta de dejar su móvil encima de la mesa, donde le cae el sol, en verano es mejor dejarlo guardado en un sitio fresco y sacarlo solo cuando vayas a utilizarlo y hacerlo a la sombra.
¿Lleva funda?
El punto anterior puede acelerarse por un accesorio de lo más útil (y si me preguntas a mí, imprescindible): la funda. Muchas carcasas de protección están hechas de plástico y son voluminosas, lo que impide que el terminal refrigere adecuadamente. Si además hace calor exterior, tienes la receta para el desastre. En días cálidos ni siquiera las mejores fundas de cuero escapan a este problema.
Por razones de seguridad, conforme el teléfono se calienta (especialmente cuando está desarrollando tareas exigentes), necesita irradiar el calor y la presencia de una carcasa hecha de un material aislante lo impide. Aquí lo que puedes hacer es simplemente retirar la funda.
Si no te da seguridad porque quieres salvaguardar la integridad de tu teléfono en todo momento, entonces opta por las fundas más finas, ligeras y de materiales que permitan (o al menos bloqueen lo menos posible) el paso del aire.
Mi teléfono está caliente y va lento: ojo con el malware
Cuando un teléfono tiene malware, uno de los principales síntomas es que vaya lento, pero también puede calentarse. Después de todo el interés de quien lo ha desarrollado es extraer tus datos, no la salud y el buen funcionamiento del teléfono.
El malware puede llegar de varias fuentes, quizás anuncios, correos electrónicos, aplicaciones falsas de la tienda oficial de Google o descargadas de otros lugares. Es difícil saber cuándo, cómo y dónde va a atacar el malware, por lo que recomendamos siempre extremar la precaución y descargar apps de confianza de Google Play y desconfiar de emails que nos insten con prisas a entrar a otros sitios.
En general, es conveniente llevar a cabo ciertas buenas prácticas para mantener el teléfono con un buen rendimiento, básicamente teniendo solo las aplicaciones que usamos y eliminando aquellas que no.
Se calienta cuando lo cargo
Es normal que durante el proceso de carga el teléfono se caliente un poquito, ya que el calor es un proceso residual de la transferencia de energía. Pero si se calienta demasiado, puede ser un problema de deterioro de la batería, un cable de carga de mala calidad o defectuoso o un problema en el puerto.
Si tu teléfono ya es veterano y lleva a sus espaldas un buen número de ciclos de carga, con más razón aún. Lo ideal es no llevarlo nunca al 100% y quedarnos en el 80 - 90%. Otra posibilidad es que sea nuevo pero tenga una carga rápida bastante rápida que lo provoque, en cuyo caso mejor limitar el uso del teléfono mientras se carga para minimizar el calor.
Como ya hemos visto que el origen del problema puede estar en varios sitios, mejor hacer pruebas como volver a colocar el cable y el adaptador, probar en otro enchufe o usar otro cable para verificar qué tiene la culpa. Cambiar el cable de carga es la solución más sencilla, porque en el caso de que la batería o el puerto del teléfono estén defectuosos, tendrás que acudir al servicio técnico. Si lo tienes en garantía, quizás te salga gratis si se trata de un fallo de fábrica.
¿Y si es la conectividad?
Otra posible causa de sobrecalentamiento puede estar en el uso excesivo de la conectividad, puede ser Bluetooth, Wi-Fi o hasta los datos. Este motivo puede darse o bien porque el teléfono es antiguo y/o porque hay muchas aplicaciones abiertas en segundo plano utilizando estos recursos.
Una forma rápida de comprobarlo y al mismo tiempo bajar la temperatura es poner el modo avión durante unos minutos y observar los resultados.
Hay un par de opciones dentro de los ajustes del teléfono que nos revelarán qué aplicaciones son las problemáticas. En 'Ajustes' > 'Aplicaciones', puedes ver la lista con todas y si tocas sobre la que te genere sospechas, ver cuál es su uso, como los datos móviles que consume o el porcentaje de batería. Si además tocas sobre datos móviles, puedes ver la actividad en segundo plano y en primero.
Fíjate que dentro de estas pantallas es posible limitar el uso de datos y activar el modo de ahorro de datos de cada aplicación. De este modo probablemente evitemos al calentamiento del teléfono, aunque a costa de poner coto a la actividad en segundo.
Asimismo, dentro de las respectivas secciones de Bluetooth y Wi-fi de Ajustes podemos ver qué aplicaciones son las que más consumen.
Aplicaciones con fallos y bugs
Una razón relativamente común es que tengamos instalada una aplicación con errores, quizás sea una app de reciente instalación y que no funciona bien o una nueva versión de una app que ya tenías. Las actualizaciones automáticas son una maravilla para tener el móvil al día, pero a veces provocan que una app que iba bien, de repente ya no. Aquí hay esencialmente dos soluciones: desinstalar la aplicación o buscar una actualización.
Si buscas la solución inmediata, lo suyo es borrar la app del móvil. En ese momento, reinicia el terminal y espera unos minutos antes de comprobar la temperatura.
Uso de la cámara intensivo
Usar el la cámara del móvil durante cierto tiempo puede provocar el sobrecalentamiento del dispositivo, aunque no siempre: normalmente depende de factores como la resolución y los frames por segundo configurados, el brillo de la pantalla, un uso prolongado de la cámara o simple y llanamente que la hemos dejado abierta por error.
Dentro de esas posibles causas ya se vislumbran soluciones: usa la cámara cuando sea necesario, evita que la pantalla esté demasiado brillante y no grabes con una calidad excesivamente alta, ya que grabar a 60 fps en 4K calentará el teléfono mucho más que hacerlo a 30 fps y 1080p.
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