Era el teléfono más esperado hace unos meses, aquel llamado a revolucionar un mercado de gama alta con precios que parecían pactados sobre los 600 euros, y que tras una presentación con gran sabor de boca nos dejó la sensación de que había llegado por fin el momento de disfrutar tecnología puntera a precios más contenidos.
Sin embargo, su realidad fue otra desde su nacimiento, y es que el Nexus 4, fabricando en colaboración entre LG y Google, no decepcionó por sus capacidades, sino más bien por factores comerciales poco entendibles.
Viéndolo ahora y desde la barrera, sus cifras de ventas aclaran muchas incógnitas, y es que el último de los googlephones acaba de alcanzar las tres millones de unidades vendidas, dato insuficiente y decepcionante si atendemos a sus expectativas y lo que vende la competencia en mucho menos tiempo.
Y estas contenidas ventas no parecen ser achacables al hardware, pues LG fabricó un dispositivo muy interesante y con buenas críticas en los análisis, sino más bien al caos generado en torno a su distribución, a la dificultad de los usuarios para hacerse con uno de ellos, y a un mercado que evoluciona excesivamente rápido.
Nexus 4, ¿exito o fracaso?
No somos nosotros, evidentemente, quien tiene que valorar el éxito o el fracaso de un dispositivo como el Nexus 4, pues en la venta de un terminal así entran en juego muchos aspectos que nosotros no manejamos. Cabe recordar que la línea Nexus llega para ser una plataforma de desarrollo y no una gama de dispositivos superventas.
Sin embargo, desde un punto de vista objetivo, la distribución del Nexus 4 fue deficiente, y el dispositivo podría haber vendido estos tres millones de unidades en sus primeras semanas si el stock y la tienda hubiesen funcionado como debieran.
Podríamos analizar que todo esto fue orquestado por Google, y seguramente no estemos muy equivocados en que el gigante del buscador encargase pocas unidades de su Nexus 4 para no entorpecer las ventas de sus partners mientras creaba revuelo a su alrededor agotando unidades en pocos minutos, al más puro estilo Xiaomi.
Y aún así, sigue siendo poco entendible que te lances a presentar un dispositivo de gama alta a precio rompedor, que sabes que se venderá como churros a poco que hagas, y que luego no seas capaz de distribuir las unidades que demanda el mercado, sin dar explicaciones y dejando a LG bajo sospecha de culpa.
La velocidad del mercado y el papel de LG
Para LG, que era el gran beneficiado del cambio de estrategia de Google con el Nexus 4, finalmente la ventaja se torno en un problema que le ha acarreado malas críticas, aunque no parece que el fabricante tuviese mucho que ver en la falta de stock, ya que se ha explicado en muchas ocasiones que no había fallos en la capacidad de fabricación.
Con esto, ya el propio fabricante duda de si volverá a participar en un proyecto Nexus, viendo que finalmente Google no quiere que se venda en exceso y que, además, ahora otros fabricantes pueden lanzar sus dispositivos "nexusizados" sin mayor problema.
Además, el mercado evoluciona muy rápido, y para cuando Google estabilizó el stock, el Nexus 4 había perdido comba rápidamente, sobre todo tras el CES 2013, donde vimos un Sony Xperia Z que le quitó pronto los focos de encima.
Con todo esto, no decimos que el Nexus 4 sea un dispositivo menos atractivo, pues en relación calidad/precio sigue estando en la vanguardia, aunque ahora compite con Sony Xperia T, Samsung Galaxy SIII y otros terminales que han bajado de precio y que podrían seguir robándole protagonismo.
Y vosotros que creéis, ¿hubiera podido Google vender más Nexus 4? ¿Tenéis uno de ellos y estáis contentos con la experiencia Nexus? ¿Cambiaríais a un dispositivo con firma y software personalizado?
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