Cuanto más te dure el móvil, mejor, aunque es inevitable que antes o después te toque plantearte renovarlo por uno más moderno. No necesariamente por gusto, sino por necesidad.
Cuando tu móvil necesite una jubilación, lo puedes reciclar como reloj despertador, cámara de seguridad y muchos otros usos, pero si todavía no tienes claro de si ha llegado el momento o no, aquí tienes una lista de síntomas de que tu móvil actual está pidiendo jubilarse que te ayudarán a tomar la decisión
No hay espacio libre para nada
Si te pasas más tiempo jugando al tetris con el espacio libre de tu móvil que usándolo, borrando caché, desinstalando aplicaciones sólo para poder actualizar otras o teniendo que elegir cuáles de tus recuerdos merecen perdurar y cuáles terminan en la papelera, entonces es posible que necesites un móvil con más espacio de almacenamiento.
Liberar espacio y usar tarjetas de memoria (si las soporta) sólo te solucionan el problema parcialmente si tu móvil va justísimo de espacio, teniendo por ejemplo 16 o 32 GB de almacenamiento. Para muchos, yo incluido, incluso 64 o 128 Gb de almacenamiento empiezan a ser opciones bastante claustrofóbicas, especialmente cuando los usamos durante años.
La batería se agota enseguida
El talón de Aquiles de los móviles ancianos es generalmente la batería, pues es un componente que se degrada con el uso, así que cuanto más tiempo tenga tu móvil, menos capacidad va a tener. En vez de poder alargar su vida para más de un día, llegará un momento en el que no te llegue ni a medio día y necesites usar una powerbank o tener un enchufe cerca.
Si tu móvil todavía va bien en otros aspectos, te puedes plantear cambiarle la batería, aunque dependerá del precio del servicio y el de tu móvil. Si es un móvil barato y no te sale a cuenta cambirle la batería, cuando tenga tan poca capacidad que tu móvil apenas sea "móvil", es un buen indicativo de que te toca cambiar de móvil.
Va lentísimo
Con el tiempo los móviles se vuelven más lentos por distintos factores y, aunque hay cosas que puedes hacer para agilizarlos, tienen sus límites. Los móviles recientes de gama media o gama alta envejecen más gracilmente, pero los de gama de entrada que iban ya justitos de serie terminan volviéndose tremendamente lentos con el tiempo.
Poco puedes hacer para agilizar, procesador, memoria y almacenamiento, así que cuando te pasas más tiempo esperando a que el móvil haga algo (actualizar, abrir aplicaciones, etc) que usándolo, es hora de que te plantees una actualización.
Está siempre ardiendo
Relacionado con el punto anterior, cuando un móvil va justo de potencia va a tener que ponerse a trabajar a tope para cualquier cosa. Como consecuencia, se va a sobrecalentar más para cualquier tarea sencilla.
Que el móvil esté siempre muy caliente es una señal de que o le estás dando más caña de la que está preparado (si estamos hablando de un uso normal, no en juegos) o simplemente no puede seguir el ritmo de rendimiento para las exigencias de hoy en día. Este sobrecalentamiento, además de ser incómodo cuando sujetas el móvil, es muy dañino para la batería.
Está hecho polvo
Es posiblemente uno de los síntomas más obvios: cuando el móvil está destrozado físicamente, con daños importantes como que la pantalla esté llena de grietas o arañazos, un botón que no funciona o se ha caido o un puerto de carga que funciona sólo si introduces el cable en el ángulo perfecto.
Dependiendo del daño, puedes plantearte repararlo en el servicio técnico oficial, aunque en muchos casos el coste de la reparación sobrepasará al del propio móvil.
Algunas aplicaciones ya no funcionan
Este es el síntoma que seguramente te encuentres menos, pues hoy en día las aplicaciones Android suelen ser compatibles con versiones del sistema operativo muy viejas. Por ejemplo, WhatsApp dijo adiós a los móviles que seguían con Android KitKat, que es una versión lanzada hace más de diez años.
No obstante, si sigues usando un móvil que tenga ya unos cuantos años, poco a poco te vas a encontrar con que las últimas versiones de las aplicaciones abandonan el soporte. Es un buen indicativo de que ya va siendo hora de plantearte cambiar de móvil u optar por la vía de refrescarlo con custom ROMs.
No encuentras fundas ni protectores
También menos habitual, aunque posible, es que te sea muy difícil encontrar fundas o protectores para el cristal de tu móvil, pues tiene un tiempo y ya no los venden. Lo normal aquí es que primero dejes de encontrarlas en las tiendas físicas que tienes a tu alrededor y luego en las tiendas online de tu páis.
Siempre te quedará China, que no París, y es que los sitios de e-commerce como Aliexpress y similares suelen mantener fundas para modelos antiguos, pero sí que es cierto que cada vez serán menos. No cambiaría de móvil sólo por este motivo, aunque este motivo es un buen recordatorio de que tu móvil tiene ya unos cuantos años.
Imagen de portada | Generada con IA
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