Ya es costumbre que Google haga de Android su principal estandarte en el Mobile World Congress de Barcelona. Tras dos años de ausencia, el MWC 2022 disfruta de nuevo con la gracia y el encanto del androide verde. Desde juegos a puestos de comida: darse un paseo por la Avenida de Android es toda una experiencia.
He perdido la cuenta de las veces que he venido al Mobile World Congress, lleva siendo una cita ineludible para mí desde hace más de diez años. El trabajo es lo primordial durante estos cuatro (y hasta seis) días que dura el evento, pero siempre hay tiempo para relajarse con un poco de descanso. Y con algo de diversión, que el área de Android suele reservarse más de una sorpresa.
Experimenta lo mejor de Android de forma lúdica
El sistema operativo móvil de Google siempre ha tenido cierto aire desenfadado, la propia mascota destila más diversión que seriedad. Precisamente, Google siempre potenció ese carisma de su producto durante los días que mayor atención recibe la tecnología móvil: el MWC. Desde que llevo viniendo al congreso, primero en la Fira de Barcelona y ahora en la Fira de L'Hospitalet, el área de Android acostumbra a ser mi preferida.
Asistir al MWC y no darse un paseo por la avenida de Android no sólo es casi un pecado, también resulta imposible; no en vano el área ocupa un lugar muy transitado entre los pabellones más importantes del evento. Es pasar por delante para que los ojos se te vayan sin remedio a los stands de color verde, a las esculturas con forma androide que acostumbran a salpicar la zona, también resulta imposible no fijarse en todos esos pequeños regalos que Google entrega a quienes se aventuran a experimentar. Que son muchos.
Android tiene tal cantidad de opciones que resulta muy complicado conocerlas todas, incluso para alguien como yo que lleva en el sistema desde sus inicios. Y ésta es, precisamente, la labor de Google en el MWC: enseñar todo lo que da de sí su sistema operativo móvil. Nada mejor para conseguirlo que mostrar sus encantos de forma lúdica.
Google repite este año la fórmula de los últimos eventos: entrega un pasaporte a los asistentes con diferentes zonas a visitar para completar el "tour"; logrando con ello un regalo exclusivo. Cada puesto con información entrega una pegatina acompañada de un pin. Aparte de fomentar el espíritu coleccionista, Google logra que hasta los más ajenos a Android terminen conociendo sus bondades.
Cómo pedirle cosas a Google Assistant, de qué manera se conectan los dispositivos gracias a "Better together", hay demostraciones impresionantes que, encima, te recompensan con un aperitivo (hacer un café con la vista, por ejemplo), puedes interactuar con los distintos Pixel para descubrir lo que incluye Google en sus teléfonos y hasta hay una muestra de arte efímero con un pintor que decora con su arte parte del suelo. A diario.
Divirtiendo se aprende de manera más sencilla, también se aprovecha en mayor medida el aprendizaje ya que éste termina asociándose a los mejores recuerdos del Mobile World Congress. Con lo estresantes que llegan a ser las jornadas, tener un momento libre para pasear por la avenida de Android supone un soplo de aire fresco y toda una motivación para seguir adelante. No sólo eso: ¿había dicho ya que Google regala cosas?
Colecciona y gana premios
El coleccionismo siempre fue la base del área de Android. Desde los muñecos androides que Google regalaba con Ice Cream Sandwich (junto con helados haciendo honor al nombre de postre) a la lista enorme de pins relacionados con el sistema que hay diseminados por todo el recinto de La Fira. Conseguirlos todos nunca fue sencillo; de ahí que el premio por lograrlo sea mucho más que contar la anécdota.
Este año la colección de pins abarca 35 modelos diferentes inspirados en Barcelona, sus monumentos y su arte. Todos los elementos coleccionables son de gran calidad y colorido: conforman un conjunto que da ese toque diferente a la experiencia más seria del MWC. El hazte con todos del congreso.
Hacerse con todos los pins no es precisamente sencillo por más que Google haya aflojado la dificultad este año. Los 35 modelos están diseminados a lo largo de la Avenida Android y en distintos stands relacionados con el sistema operativo. Xiaomi entrega pins, OPPO, OnePlus... Hasta LG tiene dos modelos exclusivos. Por tanto, conseguir la colección al completo supone hacer colas interminables, recorrer los pasillos hasta caminar más kilómetros que durante una excursión al campo y, algo propio a los últimos días del MWC, también pueden intercambiarse con un alto ejecutivo. O con un comercial: los pins de Android democratizan el Mobile World Congress.
A fecha de escribir este artículo aún no logré la colección completa (y dudo que la consiga). Mi compañera Amparo sí: no sólo logró el pasaporte sellado con todos los pins, también se llevó un conjunto de regalos consistente en mochila y cargador inalámbrico, ambos exclusivos, todo un aliciente para quien aprecia ese toque simpático que posee Android.
El MWC no es un MWC sin Android
La experiencia distendida que se disfruta en la Avenida Android es un gran aliciente para madrugar a diario, sufrir el tráfico de ida y también el de vuelta, pegar las carreras en busca del siguiente evento y caminar los incontables pasos que terminan acumulándose en las piernas, y en la espalda, a lo largo de la jornada. No hay otro espacio que reúna más asistentes en todo el MWC.
Me alegro de disfrutar un año más de Android y con Android: es todo un acierto que Google haya sabido personalizar la imagen de su sistema operativo en un robot que, además de ofrecer cercanía a los más tecnológicos, mantiene un espíritu divertido que encaja muy bien en cualquier ámbito. Incluso en los más serios: el MWC es la mejor prueba de ello.