¿Qué pasa cuando tu aplicación para navegar favorita se pierde? Suena a chiste pero no lo es: hay ocasiones en las que Google Maps no funciona todo lo bien que debería y la culpa puede que sea de la brújula integrada en tu teléfono Android. Si te ha pasado alguna vez, que no cunda el pánico porque hay un truco sencillo pero efectivo para solucionarlo: el giro del ocho.
¿Qué tiene que ver Google Maps con la brújula? Aunque las aplicaciones de navegación se valen del GPS para mostrar nuestra localización para así llegar de un punto de origen al destino, también necesitan de otros sensores e instrumentos de tu móvil para que llegues a buen puerto, como el giroscopio (para posicionar el teléfono de forma precisa de acuerdo con los tres ejes espaciales), los acelerómetros (informan sobre el movimiento en horizontal y vertical) y el magnetómetro, encargado de crear un plano tridimensional de baja precisión gracias al campo magnético que le rodea.
La función del magnetómetro es esencial para que la app muestre con un puntero hacia dónde vamos. Cuando llegas a una ciudad, ves dónde estás en el mapa del navegador y comienzas a andar, ese puntero te sirve para corroborar que vas en la dirección y sentido correctos. Pero de vez en cuando la brújula se descalibra y toca ponerla a punto.
Un poco de magnetismo. El planeta Tierra se comporta como si tuviera un imán que la atraviesa, con el polo sur del imán próximo al norte geográfico del planeta. Y como los polos opuestos se atraen, el polo norte de la una brújula señala al polo sur del imán terrestre (que como hemos mencionado, se aproxima al norte geográfico). Hasta aquí todo bien, pero los campos electromagnéticos pueden descalibrarla haciendo que deje de señalar el norte con claridad. No hace falta que sea fruto de grandes señales, sino que puede ser suficiente con estar cerca de otro dispositivo electrónico, la proximidad con superficies de metal o de su propia circuitería los que provoquen este desvarío.
Cómo calibrar la brújula de tu Android, cuándo hacerlo y por qué funciona
Calibrar la brújula del teléfono es una tarea bastante sencilla y la clave está en el giro del ocho. Así, tendrás que coger tu teléfono con una mano con firmeza y comenzar a girar la muñeca trazando ochos en el aire durante unos 30 segundos. Aunque es suficiente que realices estos movimientos con el teléfono encendido, si lo haces con la app de Google Maps abierta, entonces te avisará de que ya se ha calibrado.
¿Por qué funciona el giro del ocho? Ante las interferencias que marean el magnetómetro de tu móvil, trazar estos giros sirve para que el sistema compare las lecturas de los tres ejes espaciales con las que guarda, descartando aquellas posiciones erróneas fruto de la exposición a otros campos electromagnéticos.. Así, la brújula recupera su fiabilidad.
No obstante, no vas a tener que calibrar la brújula de tu móvil a menudo. Para empezar, porque lo de que la alteración de esta sensórica es más común en dispositivos veteranos o de gama baja, pero también porque per se no es un proceso que solo hay que realizar de vez en cuando. Asimismo, la calibración puede ser necesaria si estás en un entorno susceptible de sufrir interferencias magnéticas, por ejemplo en el interior de un vehículo.
Un par de recomendaciones más: aunque puede ser interesante aplicar el giro del ocho justo antes de abrir la app de Google Maps, mejor reservarlo para cuando la aplicación de navegación de Google así te lo solicite.
Portada | Mundo Xiaomi
En Xataka Android | Google Maps a fondo: guía con 38 trucos para aprovechar todas sus funciones
