Ayer Canonical enseñó sus cartas en el terreno móvil. Ubuntu Edge es el terminal que lanzarán vía crowdfunding, y además de tener su propio sistema operativo y un claro objetivo de sustituir al PC de sobremesa, el terminal tendrá disponible también Android.
Para los que somos fans de Android esto es una buena noticia. Más terminales explorando conceptos diferentes siempre aumentan nuestras opciones. Pero la idea que ronda la mente de muchos fans de Android es si merece la pena hacerse con un Ubuntu Edge.
Crowdfunding, una idea equivocada de Canonical
La idea de Canonical es lanzar el producto mediante crowdfunding. Durante 31 días podremos comprar el dispositivo por 830 dólares (los terminales promocionales a 600 dólares ya se han agotado) y si se logra recaudar la cantidad de 31 millones de dólares tendremos el terminal disponible en mayo de 2014.
El crowdfunding es muy atractivo. Permite financiar proyectos que no encuentran inversores tradicionales y no quiero despreciar esta forma de financiación desde aquí, ni mucho menos. Pero una empresa que se supone que es seria y potente como Canonical con un inversor millonario como Mark Shuttleworth detrás no puede permitirse este error.
Lo que debería haber hecho Canonical es lanzar un terminal de una vez, y dejar de intentar usar otros terminales para su software como lleva intentando hacer durante año y medio. No me parece serio que a estas alturas, cuando llevan insistiendo tanto tiempo en que su solución de docking es el futuro, no haya un terminal que lo soporte de forma nativa y ahora salgan con un proyecto de terminal basado en contribuciones de los interesados.
Especificaciones punteras hoy, ¿en 2014 también?
Una de las ventajas de este terminal son las especificaciones. Para que Ubuntu de escritorio vaya fluido es necesario que el terminal esté un paso más allá de lo que encontramos en el mercado. Destaca el almacenamiento de 128 GB y la memoria de 4 GB. El procesador no se sabe cuál es, sólo que es multi-core. Los acabados del terminal tienen muy buena pinta, aunque habrá que verlo una vez que esté construido.
La duda que me surge es si estos 830 dólares son excesivos. Primero, no sabemos cuál va a ser el procesador. Segundo, no sabemos si en 2014 los 4 GB de RAM serán un estándar (ya se están viendo terminales así) y si merece la pena pagar el sobre precio por 128 GB de almacenamiento.
Para mi que este terminal en mayo de 2014 será un gama alta más, pero con un precio sensiblemente superior a lo que habrá en el mercado (si exceptuamos el iPhone). Y encima con las dudas que genera en crowdfunding (puede que cambien cosas, como los acabados).
Conclusión: lo veo poco maduro
Si me dijeran que este teléfono se pone a la venta ya, que lo puede probar todo el mundo y que funciona correctamente me parecería algo caro, aunque el precio promocional durante 24 horas me parece atractivo. Pero vista la poca madurez de la solución Ubuntu para móviles y que el terminal no existe y no se puede probar, me parece muy arriesgado.
Eso sí, me gustaría equivocarme, que el proyecto salga adelante y que exista un terminal nativo con el duo Ubuntu/Android que funcione bien. De hecho estaría hasta dispuesto a tener uno ya que la idea de usar un móvil como ordenador completamente funcional siempre me ha atraído. Pero ahora mismo no lo veo.
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