¿Alguna vez te has sentido frustrado con la evolución de los smartphones Android? Se supone que deberían estar todos "juntos, sin ser lo mismo", pero a la hora de la verdad los teléfonos Android son cada vez más parecidos entre ellos, con algunas excepciones, claro está.
La tecnología avanza y con ella los fabricantes de teléfonos deben tomar decisiones para sus próximos lanzamientos: ¿incluir el conector para auriculares? ¿reducir los marcos de la pantalla? ¿aumentar la diagonal de la pantalla? El resultado de estas decisiones se nos vende casi siempre como una ventaja para los usuarios, pero hay algunas cosas que a mí personalmente no me convencen demasiado.
1. Las baterías no extraíbles / cuerpos unibody
¿Recuerdas cuando podías abrir una tapita mágica en la parte trasera de tu teléfono para extraer la batería, insertar la tarjeta SIM y una tarjeta microSD? Si tu móvil se empeñaba en bloquearse, todo lo que tenías que hacer era sacarle la batería y se apagaría al instante, en vez de tener que pulsar el botón de encendido sin parar.
La batería extraíble también supone que potencialmente podrás extender la vida útil del teléfono, cambiando la batería cuando la que venía de fábrica no de más de sí. Vale, todavía puedes seguir haciendo lo mismo en un móvil con cuerpo unibody, en un centro especializado o con las herramientas apropiadas, pero desde luego no es lo mismo que abrir la tapa y cambiarla sin más. Otra ventaja es que, si se te cae el teléfono al suelo, la tapa sale volando, disipando parte de la energía y potencialmente evitando daños mayores.
La excusa es siempre la misma: materiales preciosos y deslumbrantes, diseños de lujo envolventes, con acabados metálicos o de cristal, imposibles de reproducir con una tapa extraíble. Es posible que sea así, sí, pero tampoco creo que se estén esforzando demasiado en buscar una alternativa.
2. El no soporte para tarjetas MicroSD
La mayoría de los gadgets que poseo tienen soporte para tarjetas SD o MicroSD. Portátil, PC, reproductor de MP3, lector de eBooks... incluso la tele, vía lector USB. Sin embargo, por algún motivo más de un fabricante cree que no las necesitamos en nuestros smartphones. ¡Con los 16, 32 o, con suerte, 64 GB de memoria interna (descontando lo que te deje el sistema operativo) deberías tener más que suficiente!
El problema es que no es así. Cada vez las aplicaciones son más pesadas y las fotos y vídeos que tomamos o guardamos en nuestros teléfonos son también de mayor tamaño, al ser de mayor calidad. Sí, probablemente tendrás suficiente con la memoria interna del teléfono durante los primeros meses que lo tengas contigo, pero después se te va a quedar corta. Y empieza entonces el drama de tener que ir borrando o moviendo cosas de sitio.
El problema no es solo de los fabricantes, sino que Google ha puesto su pequeño granito de arena. Durante varias versiones del sistema operativo, Android ha boicoteado a la tarjeta microSD como si fuera el diablo, dificultando que las aplicaciones pudieran guardar en ella. Esto podía comprenderse hace años cuando las tarjetas eran mucho más lentas que la memoria interna, pero eso ya no es así, o al menos no tanto.
3. La carencia de teclado físico
A estas alturas cualquier persona que sueñe con tener un teléfono Android con un teclado QWERTY decente debería haberse hecho ya a la idea de que probablemente nunca existirá. Si no cambian las cosas, es posible que el último tren sea la BlackBerry KeyOne, un terminal un poco extraño de una marca que no pasa por sus mejores momentos.
Más de 1.300 fabricantes de dispositivos Android y los modelos con un teclado físico pueden contarse con los dedos de una mano. Es normal que la mayoría de terminales sean "todo pantalla" pues es lo que tiene más demanda, pero en un mercado en el que es tan difícil destacar, ¿por qué no intentarlo siendo diferente?
Habrá quien no esté de acuerdo, pero para mí escribir en el teclado en pantalla de Android me agota enseguida. Las aplicaciones de ofimática y Android mejoran para convertir tu teléfono en una oficina portátil, pero a la hora de escribir seguimos dependiendo de un teclado visual que tapa la mitad de la pantalla y que, simplemente, no es tan bueno como un teclado de verdad (por ahora).
4. El grosor mínimo
Un apartado que muchos fabricantes de smartphones y tablets suelen resaltar en sus productos es su grosor, a elegir entre fino, finísimo o ultrafino. El caso es que, a no ser que estemos hablando de un teléfono que sea un ladrillo, no me importa en absoluto cómo de fino sea. De hecho, los móviles demasiado finos tienen que comprometer otros componentes muy importantes como la batería.
Mi smartphone actual tiene un grosor de 6,7 milímetros, que puede considerarse fino, pero lo mismo me habría dado si hubieran sido 7,9 milímetros, como el Galaxy S7. Si no parece un mando a distancia visto de perfil, probablemente sea suficiente. Son muchos los factores a tener en cuenta a la hora de comprar un teléfono, y probablemente el grosor sea uno de los menos importantes, salvo en casos extremos.
5. Los asistentes
Este año estamos viendo la continuación de la tendencia del año pasado en cuanto a asistentes personales: si no tienes uno, no eres nadie. O al menos eso es lo que debe de pensar toda empresa tecnológica que se precie, pues las entidades virtuales que intentan controlar tu vida no paran de crecer.
Ya conocemos al Asistente de Google y a Cortana, pero ahora cada fabricante de móviles Android quiere crear su propio asistente. Es el caso de Bixby en Samsung y del Companion de HTC, pero espera porque esto es solo el principio y todavía nos falta por ver el de LINE, el de Facebook y todos los demás que nos llegarán.
Aunque se aprecia la intención de intentar crear algo novedoso y único para los usuarios, quizás crear otro asistente, estando el de Google ya "incluido", no sea la mejor opción. Este podría ser uno de esos casos en lo que sería mejor cooperar y mejorar lo ya existente en vez de intentar crear una copia mejor.
6. La muerte del minijack
Sí, vale, el conector de auriculares presente en muchos de nuestros móviles y otros dispositivos se está quedando algo anticuado, pero por qué precipitar su muerte sin tener antes un sustituto válido. Y no, la solución no es ningún dongle / adaptador o los auriculares inalámbricos.
Quien quiera usar auriculares inalámbricos puede hacerlo ya, independientemente de si su móvil tiene conector para auriculares o no, pero los usuarios necesitamos una alternativa para conectar nuestros auriculares al teléfono y oir música, pudiendo cargar el teléfono a la vez y sin ningún adaptador de por medio. Hasta que eso no exista, yo me quedo con mi minijack, gracias.
7. Las capas de personalización supercargadas
Por último, no podía dejar pasar la ocasión de hablar de las capas de personalización de Android supercargadas. Sí, aquellas en las que aunque lleves años usando Android, llegas y casi no sabes ni abrir la cámara para hacer una foto. Una vez más, se aprecia el esfuerzo detrás pero si no eres capaz de mejorar el Android de stock, mejor que te hubieras ahorrado las molestias.
La personalización de Android es sin lugar a dudas uno de los puntos fuertes del sistema operativo, pero también supone algún que otro quebradero de cabeza cuando por ejemplo los ajustes están en distintos lugares o algunas novedades del sistema operativo directamente no están presentes. Y Google ya se está empezando a cansar de esto, con medidas como esta.
En resumen, aunque cada fabricante es libre de crear su propio sabor de Android a su imagen y semejanza, algunos apartados y elementos clave del sistema operativo deberían comportarse igual en todos los dispositivos Android. Vale, cambia si quieres el color de las notificaciones a rosa o pon iconos preciosos para los ajustes, pero no cambies todo de sitio.
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