Hoy se ha hecho oficial. Por fin Samsung presentaba el que parecía inalcanzable teléfono no construido enteramente en materiales plásticos, que tanto le han ido reclamando algunos a la compañía desde hace años, también con una pantalla más pequeña.
El Samsung Galaxy Alpha llega con unos números generales que se mueven a la par de los teléfonos franquicia del año, aunque es cierto que tenemos algunas concesiones debidas al tamaño, y también, al grosor. Vamos a ver a qué responde este teléfono y para quien va dirigido.
Samsung Galaxy Alpha, rellenando un vacío
El Galaxy Alpha llega como el primer teléfono de la marca coreana enfocado en el diseño del mismo. O al menos, rompe con la mala acogida en la línea de diseño estrenada con el Galaxy S5.
Podríamos decir que es el primer teléfono en entrar al ring abierto por Sony con su Xperia Z1 Compact, gran rendimiento en diagonales que no se escapen por encima de las cinco pulgadas, movimiento que van a repetir con el Z3 Compact, y que apuntaba a ser uno de los teléfonos más interesantes del año.
Si bien muchos ya apuntan a que se trata de un smartphone más enfocado hacia la gama media-alta por algunas de sus características, vamos a dar un repaso a éstas para ver donde lo situamos, pues se trata de un teléfono con unos cuantos _peros_.
Lo que nos encontramos es un teléfono de 4.7 pulgadas, una diagonal que encontrábamos en todos los franquicia hace tan solo dos años. Aquí, encontrábamos sin ir más lejos el Nexus 4, el Optimus G, el HTC One X o el Galaxy S3 (este último en 4.8"). Desde entonces las pantallas han ido creciendo, probablemente imantadas por el fenómeno _phablet_, cada vez más difuso, hasta el punto de que los gamas altas más recientes ya aterrizan en diagonales de unas 5.5 pulgadas. Encontramos aquí al G3, al OnePlus One, o incluso al Vibe Z2 Pro de Lenovo que se va a las 6 pulgadas.
Esto deja bastante solos a los teléfonos más contenidos, pero que todavía apuestan por mantener el grueso de especificaciones más ambiciosas de los modelos de referencia. Como decía, Z1 Compact está solo aquí, junto al iPhone, ya que las líneas mini de los distintos fabricantes se han dedicado a parasitar algo de imagen de marca, reduciendo no solo dimensiones. Incluida, por no decir en cabeza, Samsung.
Aquí volvemos con una pantalla SuperAmoled en HD, con 312 píxels por pulgada, que si bien nos son muchísimos se mantienen a la par de los 326 de los que pocos tienen queja hasta ahora. Cierto es también que la calidad de las pantallas Amoled fabricadas por Samsung ha mejorado mucho en el último año, pasando de mediocre en algunos aspectos a sobresaliente en casi todos, incluso ya se atreven a estirarlas a los grandes formatos como son los Galaxy Tab S. Con el margen de duda, pues todavía hemos tenido la oportunidad de probarlo, nadie espera aquí la vuelta a 2012 en términos de pantalla.
Otro de sus posibles peros está en el motor del rendimiento. Samsung deja a un lado la referencia ahora mismo en procesadores, que viene de la mano de Qualcomm y su Snapdragon 805. Tampoco se sube a los 3GB de RAM, sino que se queda en dos. Aunque esto no parece suponer un gran impedimento frente a terminales que sí los tienen. Samsung apuesta por una solución de fabricación propia, un Exynos con corazón de ocho núcleos. Cuatro son Cortex-A15 a 1.8GHz, cuatro Cortex-A7 a 1.3GHz, para las tareas de alto y bajo rendimiento respectivamente, aunque con funcionamiento independiente: los A7 se asignan a tareas de pocos requerimientos, en cualquier momento y pueden funcionar simultáneamente a los A15.
Este Exynos lleva LTE incorporado, que probablemente venga dado por un chip de Intel, y que le proporciona LTE-Advanced Cat.6 con límites teóricos de 300/50 Mbps. Velocidades de bajada que solo se rozan en Corea del Sur, aquí el punto preocupante es la compatibilidad con las bandas y su eficiencia, más que estas cifras, y está por ver.
El último punto importante es un compuesto entre los dos peros anteriores y sus dimensiones físicas. Con 115 gramos de peso y tan solo 6.7 milímetros. El resultado es una batería que se queda en los 1.860 mAh, algo pequeña si la ponemos frente al entorno de los 3.000 que montan los teléfonos con que mencionábamos con pantallas más grandes.
Mientras esperamos a ver los primeros datos de su autonomía con el Exynos, dos buenos puntos que suman por parte de la pantalla: el tamaño y resolución de esta o las posibles optimizaciones que haya podido hacer Samsung en este tiempo. Sin duda el de mas peso es la resolución. Una pantalla muy afilada sale cara en términos de autonomía, LG lo sabe y las críticas por su Quad HD no están siendo pocas en su G3, perdiendo el estatus de inagotable que conservaba el G2.
Por tanto, estamos pendientes de la calidad de esta pantalla final (datos como si es PenTile o no son relevantes a fin de cuentas); o de la autonomía que Samsung consiga arañar con este dispositivo y la optimización que pueda lograr con esos núcleos de bajo consumo o su modo Ultra Power Saving.
Una de cal y otra de arena con el almacenamiento. A un lado de la balanza tenemos los 32GB de memoria interna de base; a otro, la carencia de ranura micro SD tan típica en Samsung. Poco más falta, además de esa resistencia al agua que se olvida en este Alpha, que cuenta con conectividad WiFi 802.11ac MiMo (2x2), Bluetooth LE, chip NFC, sensor de huellas dactilares o de medición del pulso. Las cámaras, de 12 y 2.1 megapíxels, olvidan mencionar la tecnología Isocell que permitía al Galaxy S5 realizar capturas en tres décimas de segundo.
Para quién es este Galaxy Alpha
Samsung ha roto algunas de sus líneas básicas en términos de diseño de los últimos años con este Galaxy Alpha. Perdida la ranura SD y los marcos de plástico cromado, es la última característica la que está dando más que hablar.
Un marco de metal, con la trasera retirable que aguanta en plástico, nos recuerda bastante a un diseño sensato y sin muchos excesos que un día vimos en el Galaxy S2 y que perdimos con el Galaxy S3.
Pero rápidamente nos viene a la cabeza el iPhone, con esos marcos biselados o esa diagonal concreta. Incluso los spots publicitarios que van apareciendo.
No es ningún secreto que los coreanos van detrás de cuantos fieles puedan arañar a la marca de cupertino. Cada año se repiten los spots publicitarios en los que no dejan demasiado margen de duda.
Aunque no tengamos el Snapdragon 805, una pantalla full HD, o se alcancen los 3GB de RAM, y siempre a la espera de poder probar este teléfono, yo sí diría que estamos frente a un gama alta que vuelve a encajar en la palma de la mano.
En definitiva, estamos frente a un teléfono que apunta a portarse como el mejor para aquellos que no se suelen preocupar tanto de las características técnicas concretas sino del funcionamiento general de este o de las sensaciones en mano. Ahora toca probarlo.
En Xataka Android | Samsung Galaxy Alpha
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