La actualización de la gama Nexus este año no ha tenido la acogida esperada, y es que aunque el Nexus 6 de Google y Motorola es un gran terminal, lo cierto es que a la restricción obvia del público objetivo que supone un phablet de gama alta, tenemos que sumar un precio elevado cuando se esperaba que se mantuviese la política de precios contenidos.
Entre los factores negativos del Nexus 6 se encuentra el pobre desarrollo de software específico que aproveche las posibilidades de la enorme pantalla de 6 pulgadas, pero también algunos defectos en el hardware que lo harían más atractivo de cara a los usuarios profesionales.
Hablamos evidentemente del lector de huellas dactilares, que no es un elemento baladí en un terminal de precio alto y dirigido al sector business, sobre todo porque su competencia directa sí lo incorporan, tanto el Samsung Galaxy Note 4 como el iPhone 6 Plus, y añade un plus de seguridad biométrica que en ciertos entornos es imprescindible.
Según informan los chicos de The Verge, parece que Motorola no se decidió a incorporar el lector de huellas dactilares para no penalizar la experiencia de usuario, pues en palabras de Dennis Woodside -CEO de Motorola- sólo estaba disponible el segundo mejor sensor dactilar.
Motorola quería montar el único sensor capaz de garantizar una experiencia de usuario lo suficientemente buena, y este sensor es exclusivo de Apple tras comprar los de Cupertino la firma Authentec, productora de los mencionados lectores biométricos, para incorporar la tecnología TouchID a los iPhone.
Así pues, y aunque Motorola había sido pionera con su Atrix en montar lectores dactilares, esta vez se vieron obligados a lanzar uno de sus dispositivos más ambiciosos sin dicha funcionalidad. Curiosa al menos, esta explicación por parte de Motorola.
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