Hemos probado el Moto G5 Plus durante un mes para comprobar si los casi 80 euros que le distancian de su hermano menor, el Moto G5, son la suficiente excusa para tener entre manos un teléfono que brinda algunos aspectos bien llamativos.
Un teléfono al que rápidamente se hace uno en los primeros minutos que se le tiene en mano y que cuando se pasa un buen rato con él, empiezan a lucir algunos de los rasgos más identificativos como la 'experiencia Nougat' que brinda, su diseño unibody o la gran autonomía que presta para llegar al día de forma sobrada. Veamos que nos ha deparado el G5 Plus en el mes que lo hemos tenido acompañándonos a todos los sitios.
Un Moto G5 Plus que se deja llevar
Esta vez Motorola ha apostado por un acabado en aluminio para la carcasa y un diseño unibody que deja muy buenas sensaciones en los primeros momentos de contacto con el dispositivo. El peso es otro aspecto a citar en el G5 Plus, que consigue que nos olvidemos de tener un móvil que llega a las 5,2 pulgadas en pantalla y que, por esto mismo, podría darnos la sensación de que sería más pesado.
Estamos ante un dispositivo que en la parte trasera destacan el gran espacio que toma la lente de cámara, con esa forma circular que le protege, y el logo de Motorola. Uno de los acabados más exquisitos es la franja metálica que protege al saliente de la cámara, y que se ha llevado también al frontal y la trasera con un marco bien fino que rodea todo el perímetro del teléfono; tres franjas que reflejan la luminosidad de la luz ambiente para dar mayor vistosidad a todo el diseño del Moto G5 Plus.
Citar, que esa carcasa en aluminio es capaz de evitar las huellas que vayamos dejando en el teléfono después de estar tocándolo todo el día. Una peculiaridad que puede ser decisiva para algunos usuarios que vengan de otros móviles que suelen tener un imán para las marcas que dejan sus dedos.
Unos usuarios que encontrarán una forma distinta en la gestión de las notificaciones en la pantalla de bloqueo. El G5 Plus muestra los iconos de las notificaciones para que, una vez pulsados, puedas verlas o descartarlas sin tener que desbloquear completamente el teléfono.
Luego, tiene algún detalle que otro como un widget al que uno se acostumbra rápidamente para comprobar la batería del terminal en el mismo momento que desbloquea el teléfono; a los segundos, se sustituye esa información por el estado meteorológico. Es uno de los momentos, al igual que su original forma de gestionar las notificaciones en la pantalla de bloqueo, en los que pasamos ante la casi inexistente capa personalizada del Moto G5 Plus.
La pantalla con muy buenos ángulos de visión
El Moto G5 Plus tiene una pantalla de 5,2 pulgadas con la misma resolución que su hermano menor, y que se distancia en los puntos por pulgada con 424, mientras que el G5 llega hasta los 441ppp; lógicamente por un menor tamaño de la pantalla del su hermano menor.
Tiene unos ángulos de visión muy buenos, lo que le proporciona un muy buen punto a su favor para valorar de mejor forma el teléfono que tenemos entre manos. Al estar ante un panel IPS LCD, los colores pueden aparecer más 'apagados' que otros panales OLED, como sucede con la serie Moto Z. Este hecho no hará que disminuya la gran sensación que otorga cuando estamos con juegos, mirando fotografías o leyendo alguna página web.
Por lo que respecta a la luminosidad de la pantalla, ese panel IPS LCD luce mejor cuando no le pega la luz del sol de forma directa, algo que sucederá la mayor parte del día, aunque para esos momentos en el que los rayos del sol caen sobre el teléfono, tendremos que valernos de nuestra mano para proyectar la sombra necesaria.
El 'plus' que debiera significar la fotografía
El Moto G5 Plus monta un sensor Sony IMX260, igual que el mismo del Galaxy S7, aunque las diferencias entre la fotografía de los dos son más que evidentes con un S7 simplemente espectacular.
Motorola se podría haber esforzado un poco más para exprimir los algoritmos capaces de aprovechar mejor las circunstancias en las que hay poca luz, lo que hubiera conseguido que estuviéramos hablando de otra película con el G5 Plus.
Y aunque la cámara tiene un enfoque muy rápido, a veces las fotografías aparecen borrosas, por lo que nos obliga a mantener un poco la calma y contar algunos segundos antes de disparar una foto. Incluso en algunas fotografías aparece ese efecto 'acuarelado' que gusta tan poco y que nos lleva a echar de menos más nitidez en las capturas que vamos tomando.
He de destacar el buen trabajo que realiza en las fotos nocturnas tomadas con el flash. Si se busca un terminal adecuado para ese cometido, el teléfono de Motorola sale bastante bien parado.
Donde decae es en las fotos con condiciones de poca luz en las que aparece ruido, aunque en algunas fotografías llega a sorprender la luminosidad que se obtiene en la captura cuando nuestro ojo con anterioridad intuía que no fuera a ser así. Esto mismo ocurre con las selfies tomadas con la cámara frontal en circunstancias de poca luz y que embellece con una mayor luminosidad.
Posiblemente si se optimizara mejor el software del G5 Plus se podría obtener mejores resultados, así que esperemos que en alguna actualización a una versión mayor de Android, se aumente la calidad de la fotografía en términos generales.
Otro detalle que no se puede pasar por alto es el segundo o dos que tarda en iniciarse la cámara después de pulsar sobre el icono en el escritorio. Hace las fotos muy rápido, pero esa lenta apertura, es una de las sombras que se ciernen sobre la excelente experiencia que otorga en general este móvil.
Enamorado del sensor de huellas
Al ser detalles los que consiguen 'engatusarnos', un elemento a resaltar es el sensor de huellas al que cada vez le presto mayor atención con el uso diario que suelo darle.
El G5 Plus ofrece un rendimiento excepcional cuando se usa el sensor de huellas, incluso cuando podemos tener los dedos un poco húmedos, algo que sucederá de vez en cuando en estos meses de temperaturas suaves.
Y este sensor, al igual que el del P10, permite realizar algunos gestos que son de gran ayuda para algunas interacciones bien habituales como puede ser bloquear el teléfono al dejar pulsado el dedo durante unos segundos, una acción que viene muy bien cuando tenemos sobre el salpicadero del coche al G5 Plus, o los variados gestos a los que se puede acceder desde la propia app del Moto, una de las pocas que verás de la capa personalizada.
Capa pura que desprende una excelente experiencia de uso
En lo personal, cada vez me atraen más los teléfonos con capas personalizadas apenas perceptibles y más bien puras. El Moto G5 ofrece una exquisita experiencia de uso con un Android Nougat que se mueve perfectamente por todos los recovecos del software del móvil.
Un smartphone que rinde excelentemente y que el único instante en el que se empaña la experiencia de uso es cuando se quiere iniciar la cámara.
El G5 Plus es el teléfono perfecto para conocer en primera persona el gran salto evolutivo que ha dado Android en cuestión de años para llegar a una versión 7.0 en la que las animaciones, barra de estado, accesos rápidos o el doble toque para las apps recientes, conforman una experiencia simplemente sublime; incluso es capaz de conseguir que nos planteemos la pregunta de por qué se necesita un tope de gama.
Si no fuera por la fotografía del G5 Plus, casi no habría excusa para pasar de la gama alta, a la que siempre se ha acudido para probar los mejores sabores de Android.
Autonomía: llegando al día perfectamente
El Moto G5 tiene una batería de 2.800mAh, mientras que el G5 Plus pasa hasta los 3.000mAh para proporcionar una gran autonomía que llega a las 6 horas de tiempo en pantalla cuando se hace un uso normal del teléfono.
Si pasamos por instalar apps pesadas como Facebook (a pesadas nos referimos por hacer un uso excesivo de recursos y batería), unas centradas en la geolocalización y un uso excesivo del sistema de navegación de apps tipo Waze o Maps, el G5 Plus cumple con el cometido de llegar a las 5 horas de tiempo en pantalla, incluso con el Bluetooth todo el tiempo activo; tal como he comprobado cuando he viajado con el coche.
El extra que supone tener el modo turbo para la carga rápida es un buen plus para poder tirar durante unas horas con 15 minutos de carga. La imagen a continuación muestra el porcentaje de carga obtenido en ese mismo periodo de tiempo desde el 34% al 52%, y que conlleva unas cinco horas más de uso según recoge el dato de 'tiempo restante'.
Dos hándicaps que empañan la experiencia de uso
Un problema del concepto del diseño del G5 Plus es la cámara trasera que llega a sobresalir demasiado y que no deja al teléfono en posición totalmente horizontal sobre una superficie lisa. Al tener esa protuberancia en la parte trasera, casi nos obliga a mirar con detenimiento dónde vamos a posar el teléfono.
Ese mimo que solemos tomar con nuestros teléfonos, aquí se puede transformar en un estrés innecesario, así que para el que sufra un poco de neurosis por el cuidado de su teléfono, ha de mirar bien este aspecto del G5 Plus.
Es la única falla grave de teléfono de Motorola, cuando el resto de sus detalles en el diseño son de gran acabado, algo que se deja ver en las capturas tomadas de este teléfono, con una forma curva de las esquinas que proporciona mucha comodidad a la hora de tomarlo en mano.
El otro hándicap de este teléfono es la ausencia del LED para las notificaciones. Motorola lo sustituye con un sistema que enciende la pantalla por unos instantes para que el usuario sepa que ha llegado la notificación. Para aquel que venga de otras marcas con sus LEDs, puede llegar a chirriar un poco un sistema al que no se le ve tanta utilidad como al que se suele estar acostumbrado.
¿Dónde está la guinda del pastel?
Pasando por alto esos pormenores del G5 Plus, es un teléfono bien equilibrado en todos los componentes y al que se le puede achacar algo más de calidad en las fotografías, que se distinguen por tomar bien los colores y que intentan captar la escena de forma real sin teñirla de saturación; algo que se agradece cuando hay otros fabricantes que se toman esto mismo de otra forma.
Para un usuario que invada el teléfono con decenas de apps, varias pesadas con geolocalización, navegación por horas en el coche y un uso excesivo de la cámara, el G5 Plus tira de sobra a lo largo del día para rendir muy bien, incluso para poder darse el placer de instalar la app oficial de Facebook. Si a esto le sumamos la gran 'experiencia Nougat' que ofrece, es un señor smartphone en este sentido.
Pero lo que se trata aquí es de buscar donde está lo que advierte ese adjetivo 'Plus' en el nombre del teléfono, y que no vemos en ningún rasgo en concreto, sino más bien en lo que es el teléfono en sí y que es la guinda del pastel al compararlo con su hermano menor: Snapdragon 625, 3GB de RAM, diseño unibody, carga rápida y una mejor cámara; aunque nos hubiera gustado con un mejor software de procesado para las fotografías.
Todo dependerá si buscas un rasgo en específico o un teléfono que se comporta muy bien a todos los niveles. Si lo ponemos al lado del Moto G5, sí que se obtiene aquello por lo que se ha pagado de más, en cambio, si lo enfrentamos a otros teléfonos de la misma gama, el G5 Plus se puede ver superado tanto por algunas especificaciones en concreto como en el precio. Algunos ejemplos serían el BQ Aquaris X o el Xiaomi Redmi Note 4X.
Y ya sabemos que no todos tenemos el mismo comportamiento y las mismas necesidades con un smartphone. Es esto mismo lo que puede conseguir que te tires a la piscina por el G5 Plus, o busques otra alternativa con algún elemento que sobresalga sobre el resto.
En Xataka | Moto G5 Plus, análisis: bienvenido el escudo de aluminio para luchar por el trono de la gama media
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