Estamos cerca de abandonar el 2016, un año que será recordado como un año en el que los fabricantes han intentado ser más originales con sus creaciones, la desaparición de algunas familias de móviles a cambio de otras, y también por el año de la polémica de la batería ardiente del Galaxy Note 7.
Este culebrón, que parece haber acabado con la no continuidad en la fabricación del dispositivo y la limitación de la capacidad de la batería para aquellos que se nieguen a devolverlo, se pensó que dañaría hasta niveles casi críticos la reputación de Samsung. Resulta que, al menos en Estados Unidos, esto no es así.
En el país norteamericano, según Reuters, el 91% de los usuarios de un smartphone de Samsung renovaría su teléfono, llegado el momento, por otro del mismo fabricante. Una cifra que, de hecho, se acerca peligrosamente al 92% de usuarios fieles a Apple, que renovarían por otro terminal de los de Cupertino.
De momento se desconocen las cifras en otros mercados principales del resto del mundo, pero está claro que en Estados Unidos la imágen de Samsung, al menos entre los encuestados, no se ha visto muy dañada a pesar del escándalo. Cifras similares de fidelidad se manejan cuando se hablan de otros productos, donde el 92% volvería a comprar otro producto de Samsung (lavadora, televisor...).
Parece que, viendo estos datos, en el caso (un tanto hipotético) de que en el resto del mundo fueran similares, no les ha salido tan rana a nivel de reputación como se esperaba, aunque económicamente sí que lo notarán. No obstante, Samsung debería ir con pies de plomo si no quiere que de un día para otro su reputación se vaya al fondo del mar.
Vía | GSMArenaEn Xataka Android | Samsung Galaxy Note 7, crónica de una muerte anunciada
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