Toca hacer balance de lo que deja el año que caduca, al 2024 le queda muy poco para estirar la pata. Y de entre las decenas de móviles que probé, tuve y llevé al bolsillo, hay uno que me dejó buenas sensaciones y mejor experiencia: el Motorola Razr 50 Ultra. De hecho, es el móvil que suele acompañarme cuando no tengo ningún análisis, me parece redondo. A pesar de ser casi cuadrado.
No soy especial defensor de los móviles plegables, para mí la cualidad flexible no prima sobre otros aspectos, como la fotografía o la potencia. Aun así, reconozco que el formato flip de Motorola terminó conquistándome, sobre todo por lo útil que resulta su pantalla externa. En mi opinión, ahí está la clave de un móvil plegable: ofrecer un uso completo sin desplegar el teléfono. El Razr es perfecto para eso.
Muy fácil de llevar y completo para usar plegado
El Motorola Razr 50 Ultra desplegado
Las pantallas fueron creciendo hasta hacerse gigantescas, esto es un hecho. Aún recuerdo cuando veía enorme la pantalla de mi Samsung Galaxy Note II, un panel que ascendía hasta la friolera de las... 5,5 pulgadas. Qué tiempos, ahora ese Note sería un móvil de tamaño mucho más que compacto. Y sin que la diagonal de mi Razr 50 Ultra se separe en exceso, que son 3,6 pulgadas. ¿Pocas para el día a día? Lo mismo pensaba yo antes de adoptarlo como móvil personal.
Me descubrí usando más el móvil plegado que sin abrir, es una delicia lo que puede conseguir un teléfono que tiene un panel que no supera las cuatro pulgadas. Suelo llevar el Motorola en el bolsillo sin notar que está ahí (con algún susto hasta darme cuenta de que realmente estaba), leo los mensajes de WhatsApp y Telegram pudiendo responderlos sin abrir el móvil y hasta guiarme con Google Maps en formato plegable me resulta cómodo. De hecho, es súper cómodo.
Ahí está la clave, al menos bajo mi opinión: tras haber analizado decenas de móviles con pantallas que cada vez se acercan más a la diagonal de una tablet, lo que más aprecio en mi móvil personal es que no me disloque la mano tras un buen rato utilizándolo. Comodidad ante todo.
El Motorola Razr 50 Ultra plegado
Me gusta que al sostener el teléfono no tenga que ejercer una fuerza extra para compensar el peso de una pantalla de gran tamaño, aprecio poder llegar con el dedo a cualquier punto de la superficie, también que pueda llevar el móvil en el bolsillo sin que se me claven las esquinas al caminar o al sentarme. Porque sí, nunca volveré a comprarme un Ultra o un XL: el tamaño importa.
Ante móviles estrapotentes y supercámara, yo prefiero la comodidad
No es que el Motorola Razr 50 Ultra sea lo más potente de 2024 ni tenga el mejor conjunto de cámaras, pero tampoco se encuentra por debajo de lo que esperaría en un gama alta. Y sí me da un valor que he terminado apreciando: la comodidad. Ahora sólo le falta mejorar en las actualizaciones, creo que es una de las asignaturas pendientes de Motorola.
Imagen de portada | Iván Linares
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