Hoy hemos tenido la posibilidad de probar el reciente HTC One en el MWC en Barcelona, que pesa tanto en el portfolio de HTC para esta temporada. Vamos a resumir unas cuantas de nuestras primeras impresiones.
HTC One, el teléfono
Nada que no sepáis, el HTC One es un grandísimo teléfono a pesar de quedarse pequeño, si nos fijamos en las alternativas del resto de grandes en el mercado. Con sus 4.7 pulgadas encaja a la perfección en la palma de la mano, es ligero y con unos acabados pulidos en todos los aspectos.
A nivel de software la primera sensación es de desconcierto, donde quizás tenga bastante que ver el nuevo Sense con BlinkFeed, pero nos hacemos rápidamente a al nuevo Sense sin mayores problemas. Transiciones y optimización del teléfono están al más alto nivel, no está claro si el teléfono sigue al dedo o el dedo a éste, en gran parte gracias a su hardware.
Hardware que, con un Snapdragon 600 a la cabeza y un rendimiento de miedo, se ajusta a un cuerpo muy cómodo a la mano y fácil de utilizar.
En cuanto a la eliminación de la tercera tecla del panel táctil respecto a anteriores modelos, esta falta la suplen bastante bien con la adición de estas funciones a la pulsación larga y doble pulsación del botón inicio.
También hemos tenido la oportunidad de probar el HTC One en cuanto al apartado de sonido respecta. En cuanto a sus altavoces, si bien al ser frontales y en estéreo favorecen por si mismos la reproducción, el BoomSound puede aportarles un plus en este apartado, aunque difícil de apreciar debido a las condiciones del recinto. Donde sí que destaca es en la reproducción con auriculares, probados en los Beats de diadema y con muy buenas sensaciones, lo que por sí mismo tampoco dice demasiado del terminal.
Ultrapíxels, el reto de la cámara
Una de las grandes incógnitas de este teléfono, desde antes incluso de ser desvelado, es la cámara y los dichosos Ultrapíxels. Las dudas sobre si estaría a la altura de las circunstancias están ahí desde el primer día.
Una de las propósitos del Ultrapíxels es luchar contra el principal enemigo de las cámaras en móviles: las condiciones oscuras. En nuestra prueba rápida hemos tomado unas cuantas fotografías con el mismo, y las hemos comparado con unos resultados bástante estándar en el mercado: la cámara del Note II.
El primer disparo muestra un disparo a un grupo de gente con ambas cámaras nos demuestra los resultados del Ultrapíxel, combinados a buen seguro con un potente y efectivo sofware de reducción de ruido. Curioso es también el formato de las imágenes, que pasa del 4:3 del Note II al panorámico 16:9 del HTC ONe.
El segundo disparo es uno de los mayores temores para los amantes de las altas resoluciones: el zoom digital. Como sabéis, los smartphones no disponen de zoom óptico y amplian básicamente recortando una sección de la foto. Por esto, al estar tratando con 4 Vs 8 megapíxels es interesante ver lo siguiente.
Vemos que, a pesar de que el One tiene menor resolución, su definición es mayor que en el Note II. Pero esto tampoco debe extrapolarse a exteriores, donde la exposición está mucho más compensada en ambos terminales, y donde no hemos tenido oportunidad de probar.
Los accesorios
El HTC One también viene con todo un arsenal de accesorios exclusivos y con un diseño acorde a sus líneas. Hemos tenido la oportunidad de verlos, pero nada más. Quizás sí falta algún accesorio - fundas, sin ir más lejos - de líneas más convencionales.
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