Como trabajo en el sector de la tecnología desde hace años, buena parte de mi círculo de familiares, amigos y conocidos suelen pedirme consejo para cambiar de móvil. Aunque siempre les animo a valorar otras opiniones, también intento reafirmar la mía en base a mi experiencia probando móviles en estos años, especialmente en la gama de entrada.
Recomendar un terminal de gama alta es relativamente sencillo porque, a día de hoy, prácticamente cualquier opción es válida. Pero elegir un móvil de rango económico es más complicado. Y aquí tengo claras tres cosas que, sí o sí, debe tener un teléfono barato para que yo lo recomiende.
Android Go debería ser una obligación
Imagen: Google
Partimos de la base de que quien busca un móvil económico, ya está renunciando a tener lo mejor, bien por presupuesto o porque sencillamente no quiere o no necesita nada más. Android Go trae los servicios de Google y los actualiza con frecuencia, por lo que tener la última versión del sistema queda relegado a un segundo plano.
Android Go es el sustituto natural de Android One, una versión simplificada de Android con apps igual de ligeras, como Google Go, Google Maps Go o YouTube Go. Son apps que aportan lo más importante, eliminando algunas funciones más superfluas o que necesitan un hardware más potente.
He llegado a probar móviles muy limitados en hardware con capas propias del fabricante que, pese a intentar aligerarlas, convierten la experiencia en un caos absoluto. No negaré que pueden echarse en falta más opciones de personalización en Android Go, pero todo funciona de forma fluida.
Por suerte, cada vez más fabricantes apuestan por Android Go este sistema en sus gamas económicas. Xiaomi, Realme o Nokia son algunos ejemplos, aunque no todos sus móviles ofrecen Android Go, por eso es importante fijarse en ello.
4 GB de RAM es la barrera mínima
Quizá pienses que es un poco contradictorio pedir Android Go y luego 4 GB de RAM, pero nada más lejos de la realidad. Los 4 GB son ya el estándar de muchos móviles, aunque mi experiencia me ha demostrado que a veces resultan insuficientes para gestionar con solvencia los recursos del software. Por ello, la combinación de 4 GB y Android Go es lo ideal.
No existen móviles con Android Go y mayor capacidad de memoria RAM. Y si existen, nunca me los he cruzado. El problema es que sí hay demasiados smartphones con Android Go y menos cantidad de RAM. De 2 GB ni hablamos, podríamos conformarnos con 3 GB, pero merece la pena dar el salto a 4 GB.
Puerto USB-C y con carga superior a 10 W
Por suerte para todos, desde este año, la UE ya obliga a que todos los smartphones (y otros dispositivos) lleven USB-C en Europa. Y eso, obviamente, también afecta a fabricantes Android, que no tenían tan estandarizado este puerto de carga en la gama económica hasta hace poco.
Muchos fabricantes seguían optando por incorporar Micro USB en sus móviles de gama de entrada hasta el año pasado. Por tanto, si vas a adquirir un teléfono anterior a 2023, comprueba que no traiga Micro USB, un estándar anticuado y menos universal que pierde en versatilidad, velocidad de transferencia y… sí, en velocidad de carga.
También hay modelos que implementan USB-C, pero en un estándar capado que impide tener una carga rápida superior a 10 W. Sabiendo que las baterías, de media, están en 5.000 mAh de capacidad, la carga se hace excesivamente lenta. Las 2 horas como mínimo están garantizadas. Si lo cargas por la noche, da igual, pero si tienes prisa, puede suponer un problema. Un mínimo de 25-30 W es lo aconsejable.
Imagen de portada | Xataka Android
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