Los conocimos durante el pasado Mobile World Congress de Barcelona pero todavía estamos esperando que empiece su distribución. Sony acaba de abrir las reservas y poner precio a su nueva línea Xperia X, que por el momento está formada por tres modelos: Sony Xperia X, Sony Xperia X Performance y Sony Xperia XA.
La firma japonesa ha vuelto a establecer precios elevados, por encima de la media de cada una de las gamas en las que compite. Es el mismo patrón que llevaron a su saliente serie Z a una pérdida cuota de mercado a pesar de sus innegables cualidades.
¿Es una estrategia de regeneración acertada o se avecinan los mismos errores del pasado que han llevado a esta situación?
España como ejemplo de la caída de Sony
No hay mejor forma de conocer la mala situación que afronta la sección de móviles de Sony que observar su cuenta de resultados. Durante el primer trimestre de 2016, la división ‘Mobile Communications’ dejó pérdidas por valor de 544 millones de dólares tras registrar una caída del 20% en ventas respecto al mismo periodo del año anterior.
Entre enero y marzo de este año se compraron 3,6 millones de smartphones Xperia en todo el mundo, una cifra tan baja que hay que remontarse hasta el año 2011 para encontrar cuantías similares. Y aquel era otro mercado, tanto por volumen global como por número de competidores a los que enfrentarse.
Otra forma de ver su caída es fijándonos en su cuota de mercado en España, un país mediano con una tasa de penetración muy elevada. Gracias a unos datos presentados por ZTE, que no logran esconder el anonimato del quién es quién, podemos ver cómo ha sido su pérdida de cuota de mercado progresiva.
Sony está representada por el color verde en este gráfico de barras que muestra los porcentajes en función del número de unidades. De 2014 a 2015 se dejó la mitad de su cuota de mercado, del 15,4% al 7,6%. Mucho más visual es la tendencia en la secuencia mensual, que empieza en enero de 2015, cuando aun conservaba el 11,1% de las ventas, y termina en marzo de 2016 con tan solo un 2,9% de nuevos clientes.
Unos han crecido, otros se han desinflado, pero ninguno ha seguido una trayectoria como la del gigante japonés en este periodo, que recuerda en cierto modo a casos de desplome como el de Nokia.
Xperia X Performance, gama alta por precio y especificaciones
Aunque todos los focos se están centrando en su modelo intermedio, que es el que da nombre a toda la serie, el que tiene mejores especificaciones y también el más caro es el Sony Xperia X Performance. Haciendo caso a la reserva, su precio es de 729 euros, y se espera que llegue para principios del mes de julio.
Se coloca como uno de los smartphones Android más caros de 2016, solo por debajo del Samsung Galaxy S7 Edge (819 euros) y del HTC 10 (749 euros). Sin embargo, está por encima del Galaxy S7 (719 euros), del LG G5 (699 euros) y del Huawei P9 (599 euros). Eso en el mercado corriente, porque la diferencia se agiganta al pensar en la importación desde China de un Xiaomi Mi 5 o un Meizu Pro 6.
¿Qué ofrece para justificar esa cantidad? Su panel IPS de 5 pulgadas y resolución FullHD va a tener frente a los QHD de sus rivales o el Super LCD 5 de HTC. Por otro lado, Sony no ha aprovechado que su pantalla sea la más pequeña para destacar por sus dimensiones.
Como todos sus rivales, monta un SoC Qualcomm Snapdragon 820 y eso no va a ser un factor diferenciador, ya dijo el fabricante que hay más de 100 aparatos que lo van a tener. Por otro lado, sus 3GB de RAM, aunque deben ser suficientes con una buena optimización del software, empiezan a sonar a gama media en esas comparativas numéricas que al final siempre acaban saliendo.
Por supuesto, nos quedan sus cámaras. La combinación de sus lentes y la nueva tecnología predictive autofocus tiene muy buena pinta. Pero rivales como Huawei o HTC han dado un paso adelante en este aspecto para que las diferencias sean más reducidas.
Xperia XA para la gama media
La duda es la de siempre, si hay alguien que se compre un smartphone de mayor precio por su cámara. Porque esa parece la filosofía que hay detrás de su siguiente modelo y estrella de la línea, el propio Xperia X.
Este modelo será el primer en llegar, saldrá por 629 euros a finales de mayo. Comparte con su hermano mayor diseño, pantalla, cámaras y extras como el sensor de huella o el sistema de carga rápida de la casa. La diferencia está en su capacidad de proceso ya que aquí se va a discutir si estamos en la gama alta o la súper gama media. Monta un Qualcomm Snapdragon 650 de seis núcleos con GPU Adreno 510 apoyado por los mismos 3GB de RAM. No han escogido el Snapdragon 652, que ofrece un par de núcleos más Cortex-A72, formato por el que están optando la mayoría de sus rivales.
Tampoco está garantizada la certificación IP68, un elemento muy atractivo que los usuarios de Xperia han valorado de forma muy positiva, y que podría marcar distancias con sus rivales. Por tanto, estamos ante lo que el resto de marcas están lanzando como "versión lite", pero con más protagonismo.
¿Va a ser capaz de enfrentarse al nuevo Huawei P9 Lite, que se acaba de presentar por 329 euros? Su predecesor ha sido clave en la expansión del gigante chino. ¿Y al LG G5 SE o al HTC 10 LifeStyle? En todos ellos se ha seguido una estrategia semejante, rebajar el procesador manteniendo la línea, aunque aun no conocemos sus precios. Sí sabemos que es 200 euros más caro que un Samsung Galaxy A5 (6), otro rival directo. Y qué decir del Xiaomi Redmi Note 3 Pro, con el que comparte bastantes elementos, que solo cuesta una cuarta parte al cambio, aunque ese es otro mercado.
En la súper gama media empiezas a competir, además, con los mejores trabajos de otras compañías. Como con el BQ Aquaris X5 Plus, o el Alcatel Idol 4S (valdrá 320 euros), por poner un par de ejemplos cercanos. Además, es un terreno en el que MediaTek empieza a moverse bien con su Helio X20, y que está dando muy buenos frutos en China, por lo que la dificultad para hacerse un hueco es aun mayor.
Para Sony la gama media como tal es el Xperia XA, que se estrena en junio. Su precio de reserva son 329 euros, una cantidad superior a la que se piden por otros móviles con el mismo chip MediaTek Helio P10 y pantalla de 5 pulgadas con resolución HD. Este smartphone no mantiene las cámaras de los modelos anteriores para poder tener un punto muy fuerte con el que competir.
Sony confía en su imagen de marca
Queda bastante claro que Sony no está aquí para competir por precio. Los japoneses siguen confiando en el tirón de su marca para poder pedir por sus smartphones lo que crean conveniente, independientemente de que cada vez hay más competencia desde el punto de vista del factor precio.
No se puede discutir que su maquinaria promocional puede poner el nombre de Xperia donde quiera, que tiene el potencial necesario para arrollar un mercado si los elementos se ponen de cara. Lo acaban de hacer en las videoconsolas, con una PlayStation 4 claramente dominante desde el primer minuto, antes de tener un catálogo consolidado y con un hardware no muy distinto del de su gran rival.
Que toda la estrategia de marketing durante el Mobile World Congress y también en fechas posteriores haya estado dirigida a promocionar el modelo intermedio y su cámara, compartida con el modelo de gama alta, también da a entender que lo primero para ellos es posicionar la línea Xperia X.
Los últimos en salir
Hay otro factor que está jugando en contra de Sony, el calendario. A pesar de que presentaron sus smarthones al mismo tiempo que LG, Samsung y Xiaomi, aun no han puesto ninguna novedad a la venta. Incluso HTC, con su extraña estrategia, ha logrado adelantarse.
Así que, cuando el Xperia X Performance se ponga a la venta muchos compradores ya habrán decidido renovar con algún modelo de la competencia. En la gama media la rotación no es tan evidente porque el catálogo se va refrescando en todo momento debido a la avalancha de compañías que la pueblan.
Precisamente por eso es mucho más difícil hacer ruido con ella, y precisamente por eso sus rivales presentan el modelo tope de gama como estrella mediática y después otro más barato para captar clientes con menos presupuesto. Y no al ravés como acaba de hacer Sony en un movimiento difícil de comprender, quizá desesperado ante la desilusión de que un móvil como el Xperia Z5 no haya tenido una acogida mejor.
El mercado lleva más de un año dictando sentencia en su contra. Con el abandono de los Xperia X por los Xperia Z parecía que algo iba a cambiar, pero la estrategia parece la misma de siempre aplicada a un nuevo nombre. En los próximos meses podremos ver si ha dado resultado.
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