Comprar un smartphone es un proceso mucho más complejo de lo que creemos, sobre todo si queremos acertar de lleno en ello. Va mucho más allá de ir a la tienda y pedirlo o acudir a una web y darle al botón de comprar, hay un proceso mucho más complejo antes de llegar a ese paso.
No para todo el mundo es igual de complejo, los hay que ven un smartphone, se enamoran y corren a comprarlo cuanto antes, no quieren pasar ni un día más sin él, sin acunarlo entre sus brazos y cantarle una nana antes de irse a dormir y ponerlo en modo no molestar (todo el mundo sabe que cantar nanas a tu smartphone fortalece el vínculo de amistad).
Antes de dar ese paso tan importante (porque tienes que desembolsar una cantidad generosa de dinero), muchos de los que no quieren acabar decepcionados siguen un proceso de selección, en el que en cada smartphone que le atrae es sometido a examen. Si cumple con los requisitos del usuario, habrá un móvil con un dueño.
Incluso yo, con todo el romanticismo que guardo dentro, a la hora de renovar el teléfono busco una serie de características que debe cumplir. La lista que ofreceré a continuación será totalmente subjetiva, por lo que aquellos que tengan una opinión diferente, desde ya le invito a compartirla (después de todo, cada uno tiene sus prioridades).
La autonomía como punto más importante
Este es, para mí, el punto más importante. Si un móvil no cumple en este apartado queda automáticamente descartado. Mi mayor exigencia es que tenga una buena autonomía, quiero poder estar bastante tiempo fuera de casa sin riesgo de que el móvil me deje tirado. No me hace ilusión cargar con una powerbank ni con el cargador.
Exijo que, como mínimo, pueda llegar al final del día con un uso moderado o medio intensivo sin problemas, y si es capaz de aguantar dos días, mucho mejor. Que tenga o no carga rápida no me es relevante, aunque admito que si tuviera que pasarme por casa y no pudiera estar más de una hora, esa característica me podría ayudar a cargarlo al máximo en poco tiempo.
No me atrevo a dar una cifra mínima en cuanto a al capacidad de la batería, porque podría tener 4.000 mAh y estar tan mal optimizado que sufra para llegar al final del día o tener 2.500 mAh y durar día y medio con un uso moderado. Por lo tanto, el tema de las cifras prefiero dejarlo aparte por ahora.
Pantalla de más de 5 pulgadas
Con el paso del tiempo, las pantallas en los smartphones se han ido haciendo más grandes, aunque ahora parece que no tienden a crecer por haber llegado ya a un punto en el que se roza el límite entre la portabilidad y el excesivo tamaño de pantalla. No obstante, con el tiempo nos hemos ido adaptando a la nueva tendencia, al menos la mayoría de personas.
Personalmente, a día de hoy prefiero una pantalla que sobrepase las 5 pulgadas, pero sin llegar a las 6. Mi smartphone actual tiene 5,2 pulgadas de pantalla, pero he probado algunos con 5,5 y no me incomodan para nada, por lo que estaría entre las 5 y 5,5 pulgadas, no sé si me podría adaptar a más tamaño para el día a día.
Buena fluidez del sistema para que no me salgan telarañas esperando
Puede sonar a algo demasiado obvio, y más ahora, que se da por sentado que va a ser muy solvente en este apartado, pero no es tan frecuente como nos pensamos. Podemos mirar a algunos terminales chinos de marcas más desconocidas, que presumen de un buen hardware, pero que tiene un trabajo tan malo en la optimización del sistema que tendrá lag hasta al apagarse la pantalla.
Y no sólo eso, también tendríamos que entrar en el terreno de cómo envejece, pues instalar y desinstalar aplicaciones continuamente lo desgasta poco a poco, haciendo que no vaya como el primer día. Los hay que tienen tan buen trabajo detrás que pasados dos o tres años siguen funcionando casi como el primer día.
También es verdad que nosotros, como responsables de nuestro teléfono, debemos ayudar a que envejezca de la mejor forma posible, y no hay mejor manera que teniendo cuidado con lo que se instala, evitando aplicaciones que desgasten innecesariamente los componentes de nuestro equipo, como los "limpiadores de RAM" o cosas similares.
Por último, en este apartado hay que tener en cuenta la capa de personalización que lleve el terminal, si es que lleva alguna. Quizás no en los primeros meses, pero a lo largo del tiempo se acabará notando la presencia de la capa, sin mencionar la cantidad de bloatware que puede llevar incluída sin que tú puedas eliminarla para que no gaste recursos ni almacenamiento.
Un buen sonido para el entretenimiento
Suelo usar bastante el móvil para escuchar música o ver vídeos cuando no puedo hacerlo desde el ordenador, y soy un poco maniático con la calidad del audio, por lo que aquellos que tienen un sonido demasiado plano suelo rechazarlos. No me molesta tirar de ecualizadores, pero que sea para darle un pequeño matiz personal a un sonido que, de forma nativa, sea de muy buena calidad.
Que tenga altavoces estéreo ya no me resulta tan imprescindible, pues uso sobre todo auriculares para el apartado del sonido, pero si los tiene no seré yo el que se queje, es un plus que se agradece tener. Es muy importante para mí tener un gran sonido cuando se junten el smartphone y los auriculares, aunque siempre usaré algún ecualizador para darle el toque personal al sonido.
Una cámara decente para no morir del asco al ver las imágenes
Si bien no pido que sea una sobresaliente, pues me dejaría con muy pocas opciones viables, sí que me gustaría que se comportase de forma correcta en casi cualquier situación, ya sea con mucha o poca luz. La resolución de la cámara no me importa, siempre y cuando tenga la suficiente como para mostrar una buena cantidad de detalle.
Por supuesto, en este apartado no entra sólo el hardware, sino también el software, pues de nada sirve que tenga el mejor sensor con la mayor apertura del mundo si luego el software da tanta pena que sólo ver la aplicación de la cámara te hace llorar. Es importante que el harware y el software estén a la altura de las cicunstancias en cualquier momento.
El NFC es imprescindible, el sensor de huellas no tanto, pero estaría bien tener ese seguro
El NFC es importantísimo, pues a la hora de configurar el dispositivo puede agilizar muchísimo el proceso de traspaso de archivos y, además, podrás compartir muchas cosas entre dos móviles con este chip. No quiero ni siquiera mencionar la posibilidad de pagar mediante NFC o emparejar varias clases de gadgets con este valioso chip.
En cuanto al sensor de huellas, si bien al principio me importaba un pepino, creo que como medida de seguridad adicional, tanto para desbloquear tu móvil como para pagos o accesos a ciertas aplicaciones, se está haciendo importante, por lo que me interesaría bastante contar con un sensor de huellas. Por suerte, esta característica ya está muy extendida.
Un diseño elegante para completar
De todos los apartados, este es, con diferencia, el más subjetivo, pues para lo que para algunos es bonito para otros es una aberración que no debería haber salido. El diseño de un móvil siempre tendrá gente a la que le gusta y gente que le parece feo con ganas. En mi caso, busco un terminal que me parezca elegante.
Por suerte, este diseño ya no es exclusivo de la gama alta, ahora hay bastantes de gama media con el llamado diseño premium, que tienen una elegancia que puede hacer que más de uno se decida por ese terminal y no por otro. Metal o cristal, no importa, siempre que tenga un aspecto elegante que al mirarlo sienta que tengo algo que me gusta.
He elegido los aspectos que suelo mirar en un smartphone. No tienen que cumplir estrictamente todas, pero sí algunas de ellas sin las que no puedo estar cómodo en el día a día con mi móvil. Ahora es tu turno de exponer las proridades que tienes a la hora de elegir un móvil con el que compartir los siguientes meses.
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