Aunque los líderes actuales parezcan inamovibles, basta con echar la vista atrás para darnos cuenta de que el negocio de la telefonía ha dado muchas vueltas en los últimos diez años. En septiembre de 2016 conocimos la noticia de que una marca que no hace tanto fue de las más exitosas del sector, BlackBerry, delegará la fabricación del hardware a otras empresas y se centrará en el software, una jugada que ya se veía venir y que, por qué no decirlo, deberían haber hecho hace mucho tiempo.
Pero BlackBerry no es la única empresa de telefonía veterana que no ha sabido adaptarse del todo al boom de los smartphones. El ejemplo más claro lo tenemos con Nokia, el gigante finlandés que dominó el mercado durante muchos años y que terminó desguazado tras la compra de Microsoft. Ahora, Nokia ha vuelto de la mano de Android y ya tiene un catálogo de cuatro dispositivos que además apuestan por la experiencia Android puro, pero todavía tiene un largo camino por recorrer si quiere volver a ser un actor clave en el negocio de la telefonía.
BlackBerry también empezó a coquetear con Android hace un tiempo, aunque la jugada no dio los frutos esperados. Es cierto que a toro pasado es muy fácil emitir juicios, pero no hay duda de que tanto Nokia como BlackBerry cometieron muchos errores y, con otra estrategia podían haber mantenido su posición de líderes. ¿Pero cómo? Nosotros lo tenemos claro: pasándose a Android (en el momento oportuno).
2007: el principio del fin, o como ignorar al iPhone no fue buena idea
De acuerto, estamos en Xataka Android, pero si hablamos del auge y caída de Nokia y BlackBerry no podemos ignorar la llegada del primer iPhone en 2007, el teléfono que, nos guste o no, sentó las bases de lo que hoy en día conocemos como smartphones.
Es cierto que tanto Nokia como BlackBerry ya tenían dispositivos que se conectaban a Internet a través de redes móviles, como el Nokia N95, o por WiFi, como era el caso de la BlackBerry 8820 por citar sólo dos ejemplos. Sin embargo, no fue hasta que llegó el iPhone cuando los operadores empezaron a ofrecer tarifas con planes de voz y datos combinados y podíamos estar conectados en cualquier momento sin dejarnos los ahorros.
Aunque ahora parezca un móvil casi de juguete, la primera vez que vimos el iPhone 2G nos quedamos boquiabiertos, ya en la keynote de presentación se olía la revolución. ¿Qué hicieron Nokia y BlackBerry? Pasar de todo.
Steve Ballmer (Microsoft) también compartió su "opinión" sobre el iPhone
En su libro publicado en 2015, Mike Lazaridis (ex Co-CEO y ex-Vicepresidente de BlackBerry), contaba que se dirigió a Jim Balsillie, que por aquel entonces era Co-CEO de la compañía y le mostró un vídeo del iPhone 2G que acababa de ser presentado, preocupado de que el nuevo invento de Apple pudiera hacer daño a su negocio. Su respuesta fue: "No pasa nada, estaremos bien". Si pasar de más de un 20% de cuota de mercado de plataformas móviles a sólo un 0,1% en siete años es estar bien, en BlackBerry están de maravilla.
Nokia tampoco lo hizo mucho mejor y en 2009 el jefe de estrategia de la marca, Anssi Vanjoki, afirmaba: "El desarrollo de telefonos móviles será similar al de los PCs. Con el Mac, Apple ha atraído mucha atención al principio, pero siguen siendo un fabricante minoritario. Eso es lo que pasará con los teléfonos móviles"
Lo cierto es que no iba desencaminado, pero se equivocó en una cosa: Windows Mobile no iba a liderar ese cambio, si no Android.
El nacimiento de Android, la apisonadora que acabó con todo
La primera versión de Android llegaba en 2008 de la mano del HTC Dream y, aunque al principio le costó despegar, en 2010 ya estaba claro que la plataforma del androide verde iba en camino de convertirse en un actor importante en esto de la telefonía móvil.
Pero mientras Android subía como la espuma, BlackBerry y Nokia siguieron empeñados en mantener sus respectivas plataformas, sistemas que sentaron las bases de la telefonía móvil más avanzada, pero que se quedaron muy desfasadas para lo que ofrecían Android e iOS, las nuevas propuestas de esta ola tecnológica.
El gráfico no lo puede dejar más claro, a principios de 2009 Symbian, el sistema operativo de Nokia, contaba con un 48.8% de todo el mercado y BlackBerry OS tenía un más que digno 20.6%. La caída fue estrepitosa y en cuestión de dos años la curva de ambos sistemas se desplomó, quedando por debajo de iOS y totalmente despegada de Android, cuyo ascenso fue (y todavía es) imparable.
No hay duda de que tanto Nokia como BlackBerry no supieron ver el cambio a tiempo y, para cuando se dieron cuenta del error, ya era demasiado tarde. Los de Espoo llegaron a un acuerdo con Microsoft y empezaron a instalar Windows Phone en sus móviles, una plataforma que en su día se presentaba como la tercera opción en un panorama dominado por Android e iOS pero que finalmente no llegó a cuajar.
Por su parte, BlackBerry siguió apostando por su sistema operativo hasta que en 2015 llegaba la BlackBerry Priv, su primer móvil con Android, un intento respetable pero que llegaba demasiado tarde, como también llegaron tarde otros modelos como las BlackBerry DTEK50, BlackBerry DTEK60 o la BlackBerry KeyOne, que tardó varios meses en ponerse a la venta.
Nokia también ha coquetado con Android y en 2014 presentaban la serie Nokia X, pero contaba con una capa propietaria que poco se parecía a la versión completa de Android y no llegaron a cuajar. Más tarde, en 2015 y ya con media compañía en manos de Microsoft, la tablet Nokia N1 llegaba al mercado chino. Su regreso al mercado de la mano del sistema móvil de Google ha sido uno de los hitos más destacados del sector móvil en 2017, pero aunque la jugada les pueda salir bien, que no está nada claro, lejos quedan los tiempos en los que eran los reyes de la telefonía. De nuevo, demasiado tarde.
¿Y si Nokia y BlackBerry se hubieran pasado a Android mucho antes?
Dicen que errar es humano y rectificar es de sabios, pero en este negocio el tiempo juega un factor clave y tanto Nokia como BlackBerry llegan muy tarde. Por eso para terminar volvemos a la pregunta que planteábamos al principio.
Basta con mirar las primeras barras del gráfico para ver el poder que Nokia (verde) y BlackBerry (gris) tenían en el mercado móvil. A finales de 2009 la marca con sede en Finlandia se llevaba nada menos que que el 38.6% de todo el pastel, mientras que BlackBerry tenía un 19.9%. Sin embargo, esperar que ambas marcas virasen a un nuevo OS tan pronto no es realista, pero si por ejemplo hubieran decidido hacerlo a los dos años de su llegada, en 2010-2011, la cosa hubiera cambiado, y mucho.
En el cuarto trimestre de 2010 Nokia todavía contaba con un 27.6% del mercado de dispositivos móviles y BlackBerry mantenía un 14,3%. Si se hubieran subido al carro de Android es casi seguro que Samsung no sería líder del mercado, si no que seguiríamos hablando de estas dos marcas y cómo consiguieron mantener su liderazgo a pesar de los cambios en el mercado. Tristemente no fue así.
Gráficos | Statista (I) (II)
En Xataka | Las doce estaciones en el vía crucis de Nokia hasta el fin de su marca en teléfonos
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