Si habéis seguido Android desde hace más de cuatro años, probablemente os acordéis de ciertos ordenadores con esta plataforma. Eran otros tiempos, cuando el sistema estaba muy verde e incompleto. Pasaron los días y fueron cayendo en el olvido, a pesar de algún que otro intento puntual como el de HP junto a NVIDIA.
Ahora, en 2015, parece que ha vuelto a despertar el interés por los portátiles con Android. No lo hacen con el clásico formato de portátil de pantalla y teclado. No, este año hay un par de fabricantes que quieren que le demos una oportunidad al sistema operativo de Google para usarlo como un ordenador.
De vuelta al dos en uno, una vez más
Hace cuatro años, ASUS lanzó un dispositivo que por aquel entonces era rompedor: el Transformer. Un tablet dos en uno que en acabados era algo tosco pero que traía ideas muy buenas. Se podía utilizar como tableta y también como un pequeño ordenador portátil. Sin embargo, Android por aquel entonces estaba empezando a dar sus primeros pasos serios en este tipo de dispositivos.
Los taiwaneses abandonaron esa familia al poco tiempo para llevársela a Windows 8. Quitando productos puntuales como el portátil de HP, parecía que la idea de crear ordenadores con Android, en el sentido más clásico, había quedado desechada. Ahora, son Dell y Sony quienes cogen el testigo.
Comencemos con el Sony Xperia Z4 Tablet. Ellos originalmente no concibieron el dispositivo como un ordenador, de hecho tiene más pretensiones de tableta, pero el accesorio en forma de teclado y el launcher personalizado para abrir aplicaciones en multiventana le dan mucho valor. Además el hardware acompaña para que la experiencia sea fluida.
Dell esta semana ha anunciado un tablet que sí quiere que lo usemos como un portátil. Especificaciones potentes, batería de alta capacidad y un teclado que nos invita a que trabajemos con él y lo utilicemos con dos en uno. De hecho, en formato es muy atractivo, muy en la línea de lo que vienen haciendo los estadounidenses en los últimos años con la familia XPS.
Ambos ofrecen propuestas muy atractivas sobre el papel y la foto. Potentes, atractivos, como el ASUS Transformer en su día. Android ha evolucionado mucho desde entonces: nadie tiene que ver aquel 3.0 Honeycomb con el 5.0 Lollipop actual. Cuatro años entre medias, pero con muchas dudas y problemas que no se han resuelto todavía.
El problema sigue en el software
No hay dudas a estas alturas de que el hardware ha evolucionado una barbaridad. Que los Venue y Xperia de 2015 pasan por encima a aquel innovador (y potente en su día) Transformer de ASUS. Se ha mejorado mucho en este terreno, pero el destino de ambas generaciones es el mismo: el fracaso.
Con tener un buen hardware no es suficiente y a día de hoy Android es una plataforma volcada más que nunca en la telefonía móvil. Buena prueba de ello es Lollipop cuyas principales novedades están ligadas a estos dispositivos. Sí, hemos tenido un nuevo tablet Nexus pero la experiencia no ha mejorado mucho.
Partiendo de eso, y que el futuro de otras plataformas Android pasa más por los wearables y las televisiones, a día de hoy no podemos pensar en este sistema operativo como una opción viable para usarlo como un ordenador. El software no acompaña y aunque nos puede servir para ciertas tareas, está lejos de lo que ofrece Windows 10.
Una plataforma que gestiona mucho mejor la multitarea a la hora de moverse entre aplicaciones, un sistema concebido para este tipo de dispositivos. No es un problema de Google, ellos han decidido apostar por centrarse en otro tipo de pantallas, pero parece que los fabricantes no terminan de entender que como ordenador, Android no está a la altura.
Es comprensible que quieran probar cosas diferentes: muchos fabricantes están apostando por equipos dos en uno compitiendo por precio e intentando ofrecer las mejores especificaciones posibles. ASUS, Acer, HP, Toshiba…que Dell y Sony quieran traer ideas nuevas es comprensible, pero Android no parece el mejor socio para ello.
Volvemos a tropezar con la misma piedra, seguro que como tablets el Z4 Tablet y el Venue demostrarán ser grandes equipos. Para tomar notas servirá, pero dudo mucho que dé la talla para quien quiera sustituir a su portátil actual, al menos que quiera aceptar determinados compromisos de software.
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