No necesitas un smartwatch y no hay nada de malo en ello, según Matías Duarte

Desde la aparición de los relojes conectados, surgieron dos corrientes contrapuestas. Aquellos para los que un smartwatch era útil e imprescindible mientras que otros lo miraban con escepticismo. Parecía que existía una cierta presión por adoptar la tecnología e integrarla en nuestro día a día pero si no lo tenemos claro, no pasa nada.

Matías Duarte ha dicho en una entrevista con Bloomberg que no tenemos que agobiarnos tanto con el uso de los smartwatches. Quizá no sea un producto para nosotros y no hay nada de malo en ello. Resulta curioso que sea él quien lo diga pero se agradece que hable de forma honesta y sin cortarse al margen de que trabaje para Google.

Una comodidad para unos pocos

Duarte compara los relojes inteligentes con los abrelatas eléctricos. Para algunos puede ser una comodidad que les ayuda a hacer una tarea que podrían desempeñar con un modelo analógico. Sin embargo, para otros puede ser algo absurdo y que no les aporten valor. Sea como sea, está claro que a día de hoy son un accesorio que no es para todo el mundo y cuyo uso no resulta rompedor.

Para Matías, los ordenadores evolucionarán y pasarán de ser un dispositivo que usamos a estar rodeados por ellos e interactuar de una forma tan natural como hacemos ahora con las aplicaciones. El símil es muy interesante y pone de manifiesto que a día de hoy la categoría es atractiva en el factor forma pero no tanto en el uso.

Eso sí, esto no significa que los smartwatches sean inútiles. Según Duarte son una herramienta perfecta para quienes les encanta las notificaciones o hacer deporte. Tras haber probado unos cuantos, suscribo lo dicho por él: no es un producto para todos y no hay nada de malo en pensar que no le podemos sacar provecho.

Mientras, el debate sobre si funcionan o no seguirá vivo. A poco que las baterían estén más optimizadas y los sistemas operativos permitan hacer más cosas, irán ganando peso y servirá, como algunos defienden, como una herramienta para mirar menos el móvil y acabar con su enorme presencia en nuestro día a día.