Con las novedades de Google Maps me pasa un poco lo mismo que con las novedades de muchas cosas de Google y Android: no logran captar mi atención demasiado porque sé que desde que las vemos en un Google I/O hasta que llegan a nuestros móviles pueden pasar años. Cuando las tengo en mi móvil, ya se me han olvidado y a veces ni siquiera las encuentro.
Lo mismo me ha pasado con la vista inmersiva de Google Maps que conocimos el año pasado y que con el tiempo ha ido expandiéndose a distintas ciudades. Primero Google nos tanteó con vídeos pregrabados de puntos de interés en todo el mundo, que estaban bien pero no dejaban de ser eso, vídeos, y la vista inmersiva, ahora sí, ha logrado dejarme con la boca abierta.
Viajando en Google Maps
Google lleva los últimos años intentando llevar Maps al siguiente nivel, añadiendo una dimensión más mediante mapas 3D y todo tipo de "modos inmersivos". El primero, de puntos de interés y más tarde llegarán, con suerte, las rutas inmersivas que conocimos durante el Google I/O.
Después de ver los vídeos 3D generados por Google y que se mostraban en ciertos puntos de interés, perdí el interés en la vista inmersiva. Hasta hoy, que me decidí a darle una segunda oportunidad. Lo cierto es que la vista inmersiva, que podemos reconocer pues aparece el texto superpuesto [] Immersive View en la primera foto de un lugar, se ha extendido como la pólvora por todo tipo de puntos de interés.
Tras una carga de un par de segundos, se despliega la magia de la vista inmersiva en modo de un mapa 3D del lugar en cuestión y de sus alrededores. De hecho, me ha sorprendido que puedes navegar alejándote bastante del punto original, así que puedes usar un punto de interés para buscar tu casa en 3D.
La vista inmersiva 3D es interactiva, de modo que puedes modificar la cámara y el ángulo para ponerte a vista de pájaro o de viandante y, si bien vas a ver todo tipo de artefactos y "cosas raras" cuanto más acerques la vista, el resultado es impresionante y un modo de viajar por todo el mundo desde tu móvil.
Ahora bien, esto de los mapas 3D no es nada nuevo y, de hecho, lo tenemos en Google Earth desde tiempos inmemoriales. Lo que realmente me ha dejado con la boca abierta es el botón Hora y tiempo.
Oculto en una esquinita, con este botón puedes viajar a cualquier parte del mundo y verlo a distintas horas, con la imagen adaptándose para el tiempo que hará en ese momento. Es decir, según avanza el día, verás como se alargan las sombras y empieza a llover en la vista 3D. Es simplemente impresionante.
Ya sea para ver el atardecer en el Templo de Debod de Madrid o para ver a qué hora tendrás sombra mientras paseas por los alrededores de la Torre Eifel, la vista inmersiva de Google Maps representa una de las pocas veces en las que Google ha conseguido hacer algo no para que sea principalmente funcional, sino para que mole.
La vista inmersiva de Google Maps sigue expandiéndose a cada vez más lugares y, si todavía no la has probado, te recomiendo encarecidamente que lo hagas. No va todo lo fluida que me gustaría, aunque es solo el principio de lo que nos espera en los mapas del futuro.
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