Cuando hablamos de buscar un teléfono lo más económico posible, decidirse por uno puede ser tarea titánica. Gastar lo que se tiene presupuestado es difícil, aunque quizás también recibir a cambio justo lo que se necesita. La oferta es apabullante y es fácil perderse entre núcleos, resoluciones, gigas y megapíxels que, a menudo, no reflejan demasiado de la calidad real de un teléfono.
El Zopo Color F2 es uno más que busca hacerse un hueco entre las ya larguísimas estanterías tecnológicas de las grandes superficies. Los argumentos: pantalla de 5.5 pulgadas, Android 6.0, sensor de huellas dactilares y, cómo no, bajo precio. Por 150 euros, ¿cumple? Veámoslo.
Zopo Color F2, uno más en la línea
Si ya has estado buscando teléfonos en alguna ocasión, es más que probable que te suene Zopo. Se trata de uno de esos fabricantes llegados de China y nacidos al calor del boom del smartphone en 2012, y que cuenta con tiendas oficiales en España desde hace varios años y servicio técnico en el país, de la mano de Regenersis.
Si no te suena, o te recuerda a fabricante de hace varios años, es normal. Desde tiempos del Moto G y la pequeña revolución que tuvo lugar después de él, este tipo de fabricantes ha debido sufrir bastante. Fácil viene, fácil se va: la popularidad de Zopo en Google es hoy un cuarto de lo que fue hace tan solo tres años.
Zopo actualizó su línea de teléfonos Color hace un par de meses, y es ahora cuando están comenzando a distribuirlos. Rápidamente se trata de tres teléfonos muy parecidos que se resumen bastante rápido, si miramos a sus diferencias:
- Zopo Color C3: 5 pulgadas, 109.99 euros
- Zopo Color F5: 5 pulgadas, marco metálico y lector de huellas, 129.99 euros
- Zopo Color F2: 5.5 pulgadas, marco metálico y lector de huellas, 149.99 euros
Por lo demás, son bastante similares entre sí: pantalla HD (1.280 x 720) de tecnología IPS, procesador Mediatek de bajo consumo y rendimiento limitado, 1GB de RAM, 16GB de memoria interna, dual SIM y tarjeta micro SD. En el caso del Color F2, la batería es de 2.300 mAh, pequeña para lo que esperamos de un teléfono de este tamaño.
Tenemos en general unas características bastante limitadas a lo largo y ancho del Color F2:
Zopo Color F2 | |
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Tamaño | 153 x 78 milímetros |
Grosor | 8.5 milímetros |
Peso | 168 gramos |
Pantalla | IPS de 5.5 pulgadas con cristal 2.5D |
Resolución | HD 1.280 x 720, 267 ppp |
Procesador | MediaTek MT6737, 28nmQuad Core Cortex A53 @1.25GHz |
Procesador gráfico | Mali T720, un núcleo |
RAM | 1 GB |
Memoria | 16 GB con ranura para microSD de hasta 2TB (En la actualidad el máximo disponible es de 200GB) |
Versión | Android 6.0 (Marshmallow) |
Conectividad | WiFi 802.11n 2.4 y 5 GHz Bluetooth 4.0 Low EnergyLTE (Bandas: 1, 3, 7, 20) nanoSIM NFC |
Puertos de expansión | MicroUSB 2.0, microSD (2TB) Vídeo 1080 |
Cámara Trasera | 8 megapixels con FlashObjetivo f/2.8 |
Cámara Delantera | 2 megapixels con Flash Objetivo f/2.8 |
Batería | 2.300 mAh |
Otros | Sensor de huellas dactilares Dual SIM Led de notificaciones |
Precio de salida | 149.99 euros |
El uso de metal ya no garantiza un buen diseño
La línea Color de Zopo se dirige a un público juvenil. Es fácil 'adivinarlo' entrando a su página web. El Color F2 se distingue del C3 y F5 —no está muy claro a qué se debe esta nomenclatura— en el tamaño y el uso de metal en su diseño.
Esto, a día de hoy, sigue sin garantizar nada. El Color F2 es un teléfono con un diseño poco llamativo, ligero pero endeble —da la sensación de combarse bajo algo de presión con las manos— y con unos acabados poco refinados que no lo hacen demasiado cómodo en mano. Además de ser grande, claro, con sus 5.5 pulgadas de pantalla.
Teniendo en cuenta que esta pantalla es resolución únicamente HD, parece mejor opción el modelo de 5 pulgadas que, además, es algo más económico y mantiene el sensor de huellas. Si, por alguna razón, crees que el lector de huellas no te compensa, quizás sea hasta más interesante todavía bajar otro escalón y situarse en el Color C3, el más económico de la familia. Supondrían unos 40 euros de ahorro.
El Zopo Color F2 cuenta con un ligerísimo efecto 2.5D en su cristal. Esto es bastante efectivo para dar un aspecto algo más sofisticado a los terminales y, en general, más agradable al tacto. El caso es que en este teléfono el efecto es tan poco acentuado que apenas se nota al tacto y los bordes siguen pareciendo angulosos.
Por lo demás, el Zopo Color F2 es un teléfono con Dual SIM y opción a tarjeta microSD. Una SIM es formato micro, la otra es nano. Para acceder a ellas podemos retirar la tapa trasera, que también da acceso a su finísima batería.
Resulta sorprendente eso sí que conserven no solo el jack de auriculares en su parte superior —muchos fabricantes lo están moviendo a la parte de abajo—, sino que se hayan llevado el conector microUSB para carga también arriba. Algo incómodo, teniendo en cuenta que además algunas de las aristas del teléfono —auriculares, por ejemplo— pueden engancharse o arañar con cierta facilidad.
IPS son siglas que ya importan poco
Como adelantaba, la pantalla son 5.5 pulgadas de tecnología IPS en resolución HD. Puede que IPS te diga algo, pues los mejores paneles LCD —los que no son Oled, vamos— son de esa tecnología. Aunque como dice el dicho: son todos los que están, pero no están todos los que son. A lo que me refiero es que IPS no implica buena calidad, o al menos no per se.
Hace ya más de dos años que el LG G3 se estrenó con las pantallas QHD o Quad HD. Es decir, con cuatro veces la resolución HD que vemos en este teléfono. Lo hizo, además, en la misma diagonal de 5.5 pulgadas que vemos aquí. Si son necesarias estas resoluciones es todavía un debate abierto, pero está claro que el 720p en este tamaño es algo que se queda corto.
No solo por el nivel de detalle, que también, sino porque las interfaces en Android con resoluciones 720p suelen ser enormes. Aquí Zopo no permite ajustar este parámetro para intentar aprovechar esas 5.5 pulgadas un poco más. Por otra parte y como beneficio colateral, ayuda al rendimiento general del teléfono —siempre a igualdad de specs— sea mejor y consuma menos batería en las mismas condiciones.
Como ya he comentado en otros análisis recientemente, la calidad de las pantallas ha mejorado mucho los últimos años. Tanto, que prácticamente cualquier teléfono que puedas encontrar en el mercado tiene acceso, por el mero precio de los componentes, a una pantalla correcta. Desgraciadamente y por múltiples razones, este no es el caso.
En el Color F2 nos encontramos la lista completa de defectos de pantallas de hace varios años, y no es corta:
- Poco brillo. A la luz del Sol más te vale buscar una sombra, o lo tendrás muy difícil para ver la pantalla.
- Muchos reflejos. En entornos con mucha luz, casi verás más lo que tienes detrás que lo que aparece en el teléfono.
- Demasiada grasa. Sin un tratamiento oleofóbico decente, la suciedad de tus manos se quedará pegada al cristal, acentuando los dos problemas anteriores.
- Malos ángulos. Si inclinas el teléfono, los colores tenderán al gris.
- Fugas de luz. En mi unidad había una que ocupaba toda la base de la pantalla. Es algo que puede pasarte o no. Ilumina el borde de la pantalla donde ocurre, empeorando el contraste y la experiencia.
- Distancia al panel. Entre el panel táctil y la propia pantalla hay demasiado espacio, dando una peor sensación al tacto.
- Pixels muertos. Cuando un punto no funciona, y no es capaz de cambiar de color. En mi unidad había uno permanentemente en blanco, bastante molesto incluso en imágenes claras.
A este precio, en rendimiento se espera más
El Color F2, junto al resto de la línea, cuentan con un hardware interno que se acerca mucho a lo mínimo que puedes comprar. De hecho, es lo mínimo quizás en lo que el sistema es capaz de funcionar correctamente. Con 1GB de RAM y 16GB de memoria interna, menos —habitualmente la mitad—, ya prácticamente ni se oferta.
Su CPU Mediatek 6737 son 4 núcleos A53 (bajo consumo) que funcionan a 1.25GHz como frecuencia máxima, una cifra algo baja que se mantiene ahí con el objetivo de ahorrar batería —y esto vendrá mejor que más rendimiento, como veremos—. Le acompaña una GPU Mali T720, de bajas prestaciones y un solo núcleo.
El funcionamiento general del teléfono es algo pobre, aunque suficiente para una variedad de usos. El problema llega quizás cuando comparamos con el resto de oferta que podemos encontrar por los mismos 150 euros.
Algo general en los teléfonos económicos es que su pantalla no es todo lo sensible que debería, y no detectan algunos de los toques que hacemos sobre ella. Con el Color F2 esto no suele ocurrir: podemos escribir rápido. Lo que le cuesta más detectar son los gestos de deslizar —por ejemplo, al dibujar un patrón o hacer zoom—, desembocando en una experiencia pobre.
Zopo Color F2 MediaTek 6737 | Weimei Force MediaTek 6735 | Moto G4 Play Snapdragon 410 |
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Antutu | 23.638 | 34.557 | 28.545 |
Geekbench 4 | Single: 530 | Single: 529 | Single: 4.479 |
Vellamo | Chrome: 2.476 | Chrome: 2.533 | Chrome: 2.172 |
GFX Manhattan 3.0 | Onscreen: 4.3 fps | Onscreen: 6.3 fps |
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GFX Car T-REX 2.0 | Onscreen: 10 fps | Onscreen: 14 fps |
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3DMark | Slingshot 3.1: No compatible | Slingshot 3.0/3.1: 202/118 | Ice Storm Utd.: 4.479 |
PCMark Workbench | 3.367 | 5.563 |
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Memoria | Lectura: 108 MB/s | Lectura: 86 MB/s |
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PCMark Battery | 3 horas 50 min | 6 horas 56 min |
Donde no aprueba el F2 es en el apartado de autonomía. Con su batería de 2.300 mAh para una pantalla de 5.5 pulgadas, no esperaba demasiado. Desde luego, eso sí, algo más que esto. En torno a una hora y media o dos de pantalla activada en el mejor de los casos será la jornada final. En mi segunda unidad —la primera llegó más defectuosa por varios motivos— además, la batería estaba descalibrada, siendo imposible en ocasiones cargarla al 100% o no agotándose cuando llega al 1%, sino que puede aguantar horas en ese estado.
Esto se suma además al hecho de que no tenemos un brillo máximo decente —si lo tuviera, se podría explicar, o al menos ahorrar algo— y el teléfono carga extremadamente lento. Serán más de tres horas para completar la carga. En un escenario así, más nos vale estar cerca de una pared con enchufe.
El sensor de huellas dactilares al menos sí funciona de forma correcta, y no es necesario 'despertar' al terminal antes de utilizarlo. Si bien no es el más rápido de todos, hace su trabajo, aunque alguna vez se atasca.
En cuanto al sonido, el altavoz del Color F2 es de nuevo demasiado malo, con el característico sonido enlatado que era más popular hace unos años que ahora.
Ojos que no ven
Si todavía estás pensando en hacerte con un Color F2, hay otro apartado en el que mejor que no estés interesado: su cámara. De nuevo se trata de un sensor de bajas prestaciones, con tan solo un tercio del área de los que podemos encontrar en teléfonos más modernos. Y eso no es excusa para que la cámara tenga una protuberancia bastante generosa.
Son 8 megapixels, pero a nivel efectivo el detalle es mucho menor, incluso a plena luz del día. La toma de imágenes es lenta —no hablemos ya de HDR o tomas complejas—, y ofrece muy pocas posibilidades.
Suelo valorar muy positivamente cuando una interfaz de cámara es buena, pues ayuda a que las fotos también lo sean. En este caso, no, tampoco hay suerte. La interfaz quizá os suene de teléfonos con procesadores Mediatek de hace ya varios años, con elementos negros que añaden una dificultad extra. Al menos podemos instalar la Cámara de Google, más sencilla.
¿Recordáis que os avisé de que el brillo máximo, con los reflejos de esta pantalla, dificultan la visión? Adivinad ahora cual es el mejor escenario para una cámara de bajo rendimiento. Exacto, entornos perfectamente iluminados. A plena luz del sol costará ver a qué exactamente le estamos echando la foto.
Os dejo con unas muestras para que veáis las posibilidades de esta cámara:
En la frontal contamos con un pequeño flash led para selfies, elemento bastante popular últimamente. Particularmente, soy más partidario de los teléfonos que usan la propia pantalla como flash delantero. Con una superficie mucho mayor dan una luz más natural y además ahorran en elementos frontales en espacio, aspecto y seguramente también precio.
Adiós a la multitarea
En el Color F2 tenemos 1GB de RAM, una cantidad de memoria bastante limitada y que nos deja acceder un par de aplicaciones sin cerrárnoslas en el mejor de los casos. Con esto en mente ya no suena tan raro que hayan cambiado los botones de acción de Android a como eran hace unos años: pulsando el de abajo abrirá las opciones, y no las ventanas recientes.
Por tanto, si abrimos una aplicación y queremos pasar a otra, tendremos que volver al escritorio o al cajón de aplicaciones y seleccionarla de nuevo. Algo que a estas alturas ya es incómodo, aunque no quepan más aplicaciones en memoria.
Zopo mantiene el compromiso de traer las últimas versiones de Android siempre que sea posible y hacerlo sin una pesada capa de personalización a bordo. Al menos, en ese punto, cumplen y el sistema es sencillo de utilizar y funciona relativamente bien, dentro de las limitaciones.
No nos encontramos con aplicaciones preinstaladas y solo vemos un par de ajustes que cambian. Como en la barra de notificaciones, donde encontramos una barra de búsqueda de Google con sugerencias de lo más buscado en España. Innecesario.
Por otra parte encontramos en ajustes algunos modos para interactuar con el dispositivo mediante gestos y toques. Lo más útil, el doble toque para desbloquear, perfecto para cuando el teléfono está apoyado encima de una mesa, aunque viene desactivado de serie.
Zopo Color F2, la opinión de Xataka
No me cabe duda de que la intención de Zopo con el Color F2 es buena: llevar un elemento que todavía estamos empezando a ver en las gamas medias a las gamas de entrada, como el sensor de huellas. Defiendo su utilidad, que mejora la experiencia de usuario, pero no por encima de un pacto de mínimos que todo teléfono ha de cumplir.
En este punto, las prioridades para mí son otras y estoy seguro de que una pantalla, cámara y batería decentes están más arriba en la lista de imprescindibles para el usuario medio. El Color F2 está alejado de la realidad en ese sentido, donde podemos encontrar teléfonos mucho más equilibrados —sin sensor de huellas, eso sí— e incluso ambiciosos en ese mismo escalón de precio.
Por no hablar de que el control de calidad en las dos unidades probadas peca por su ausencia, con desajustes en la batería o en las memorias que son bastante molestos. Al menos, como decía, cuentan con servicio de reparación en España.
Si lo que buscas es ahorrar y por alguna razón esta línea de Zopo te atrae, el Color C3 resulta bastante más atractivo como teléfono de 5 pulgadas, mismo hardware interno y sin sensor de huellas dactilares, ahorrando 40 euros extra.
4.7
A favor
- La capa sobre Android y el teléfono responde bien
- Sin lag táctil al tocar
- Un buen lector de huellas
- Ranura microSD y dual SIM
En contra
- Aunque se use metal, la sensación es bastante mejor en muchos otros teléfonos de plástico
- Poco sensible al gesto de deslizar
- La pantalla es muy mediocre en multitud de aspectos
- La cámara es insuficiente, desde su aplicación al resultado
- 1GB de RAM es demasiado poco hoy en día
- Otros ofrecen mucho más por este precio
- Autonomía reducida, una batería pequeña que carga despacio
- Sonido muy pobre
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Zopo. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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