Realme se ha ganado un hueco entre los fabricantes Android mejor valorados en la gama media, aunque también puede presumir de una gama alta a precio contenido más que decente. La estrategia le ha funcionado a Realme, que no para de crecer, pero tampoco para en su afán por conquistar un mercado con mucha competencia. En el pasado analizamos su gama media, cuyo último exponente fue el Realme 10, y parece que el fabricante chino está listo para un nuevo asalto.
Hemos estado probando durante un largo período de tiempo el nuevo Realme 11 Pro 5G, exprimiéndolo al máximo con aplicaciones, juegos y sobre todo, mucho uso diario. Ahora estamos listos para adentrarnos en una exhaustiva review que nos permitirá determinar si ha superado las expectativas, o por el contrario, si su antecesor es una mejor inversión.
Ficha técnica del Realme 11 Pro 5G
REALME 11 PRO | |
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PANTALLA | AMOLED 6,7"
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DIMENSIONES Y PESO | 161,6 x 73,9 x 8,7 milímetros
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PROCESADOR | Mediatek Dimensity 7050 |
RAM | 8 / 12 GB |
ALMACENAMIENTO | 256 / 512 GB |
CÁMARA FRONTAL | 16 megapíxeles, f/2.45 |
CÁMARA TRASERA | Principal: 100 megapíxeles, f/1.75
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BATERÍA | 5.000 mAh
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SISTEMA OPERATIVO | Realme UI 4.0
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CONECTIVIDAD | 5G
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OTROS | Lector de huellas en la pantalla
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PRECIO |
realme 11 Pro 5G 8+128GB Smartphone, Pantalla de visión curva de 120 Hz, Cámara ProLight OIS de 100 MP, Gran batería de 5000 mAh, Carga SUPERVOOC de 67 W, Beige amanecer, Versión española
Un apartado externo muy convincente, y sobre todo atractivo
Cuando sujetamos por primera vez un smartphone nuevo, debemos destacar su diseño, pues de este depende la ergonomía y comodidad que va a proporcionar. Por eso mismo, comencemos hablando del aspecto, que ya adelantamos luce muy bien. Este Realme 11 Pro sigue unas líneas de diseño alejadas de su predecesor. Nada de laterales planos, porque aquí las curvas abundan en todo el cuerpo.
Estamos hablando de un móvil que se mueve en un rango medio, eso sí, con un precio contenido. Y en los materiales es donde primero percibimos esto: plástico en todo su esplendor, aunque con una muy buena construcción que se siente firme y robusta en mano. Al voltearlo, su trasera de policarbonato devuelve un tacto suave y liso, recordando en cierta manera al metal pulido.
Esta vez, la trasera se reúne con el frontal en unos marcos laterales casi inexistentes, lo que eleva las buenas sensaciones. Las huellas no se quedan marcadas en esta parte trasera, gracias al efecto mate del plástico. Sí sobresale el módulo de cámaras, tanto que será un punto de apoyo bastante recurrente, incluso con la funda puesta.
No podemos obviar que es un terminal grande, pues su pantalla de 6,7 pulgadas así lo requiere, pero esto no quiere decir que sea incómodo de sujetar. Más bien todo lo contrario, sus curvas proporcionan un óptimo agarre que sumado al buen reparto de peso, hacen de este un terminal notable en cuanto al diseño se refiere. A todo esto, vaya alegría ha supuesto encontrar una delantera con marcos prácticamente simétricos, más aún en la gama media.
Del mismo material y tacto está fabricada la botonera, ubicada en el lateral derecho en la disposición habitual. Botones de volumen arriba, y botón de encendido justo abajo, ambos se sienten firmes y no se mueven al tacto. Además, la pulsación es agradable y transmite solidez. Personalmente, nos han gustado mucho, sobre todo por su tacto separado del resto del cuerpo.
El lateral opuesto se presenta completamente limpio, dejando las conexiones y los altavoces en los laterales inferior y superior. Aquí notamos una ausencia típica pero que muchos usuarios echaran de menos: nos referimos al conector de auriculares, así que nos olvidamos de utilizar auriculares cableados.
Como decimos, el marco superior alberga uno de los micrófonos junto a tres pequeños agujeros que esconden al altavoz superior. Sí, el Realme 11 Pro tiene sonido estéreo pues el segundo altavoz se localiza en el marco inferior. Justamente en este lugar, veremos el micrófono principal, el citado altavoz secundario y como no, el puerto de carga USB tipo C.
Ahora bien, volviendo a la pantalla, destacamos el recorte utilizado para alojar la cámara frontal: un recorte circular muy habitual en la actualidad. Sobre este panel pocas quejas podemos tener: el Realme 11 Pro equipa una pantalla AMOLED que roza las 7 pulgadas, muy luminosa, con buenos ángulos de visión y una interpretación del color excelente.
En cuanto a la resolución, nada nuevo, pero también sin flaquear pues alcanza la resolución FullHD+. Por otro lado, Realme no se ha olvidado de incluir una tasa de refresco superior, concretamente de 120 Hz que asegura unas transiciones y animaciones realmente fluidas.
El brillo automático merece otra mención aparte, pues si bien consigue adecuarse a la luz de nuestro entorno, deja un comportamiento mejorable. Los cambios bruscos en el brillo son considerables, pero no será nada preocupante, seguramente después de un par de actualizaciones logren dar con la tecla. En relación con la colorimetría del panel, nos ha parecido bastante buena, ofreciendo colores muy vivos, quizá un poco exagerados pero esto es cuestión de gustos.
Sea como sea, esta es modificable desde los ajustes de Realme UI, a elegir entre colores "Intenso", "Natural" o modos profesionales (con rango P3 de color). No es lo único ajustable y es que podemos cambiar la temperatura de color de la pantalla con una barra deslizable para dejarla como queramos.
Sin salir del apartado multimedia, aún nos queda otro aspecto a tratar: el sonido. En el Realme 11 Pro encontramos dos altavoces, aportando audio estéreo de bastante volumen. En nuestras pruebas, el máximo volumen reporta unos 88 dB, potencia suficiente para oír llamadas o notificaciones en entornos ruidosos. Esta cifra no es lo único bueno de los altavoces, pues proporcionan una experiencia bastante positiva con medios y agudos balanceados y unos graves nada despreciables. A modo de resumen, unos altavoces de calidad, que redondean este apartado multimedia.
Como dijimos anteriormente, no contamos con la posibilidad de conectar auriculares con cable, pero siempre nos quedará la conexión Bluetooth para vincular unos inalámbricos. Y en este sentido, tampoco hay ningún aspecto reseñable, para lo bueno ni para lo malo. No hemos tenido problemas al conectar unos cascos Bluetooth, soportando los habituales códecs, la calidad no dependerá tanto del móvil sino de la capaz que sean nuestros auriculares.
En el apartado de autenticación biométrica, el Realme 11 Pro nos permitirá identificarnos usando nuestra huella dactilar mediante un sensor ubicado bajo la pantalla. Este se muestra ágil y rápido, aunque el truco de añadir la misma huella hará más preciso el hecho de desbloquear el móvil.
Sí, también posee desbloqueo facial, no sin antes advertirnos de su inseguridad frente al anterior método mencionado. El reconocimiento de nuestro rostro también ha funcionado bien, aunque utiliza la cámara frontal y eso no es lo mejor pensando en la seguridad.
El rendimiento y software rozan la excelencia sin ser gama alta
Uno de los aspectos más determinantes a la hora de adquirir un nuevo teléfono es el rendimiento. Y este viene dado principalmente por el procesador, su GPU y las memorias que los complementan. Cuando hablamos de móviles baratos, es un apartado que realizamos con cierto temor a lo que podamos encontrarnos, pero en la gama media esto ha cambiado en los últimos años. Efectivamente, nada de esto sucede en este terminal de Realme, pues equipa un 'cerebro' bastante potente, además viene acompañado de buenas cantidades de memoria RAM y almacenamiento.
En esta ocasión, la firma china vuelve a seleccionar un procesador de Mediatek, dejando a Qualcomm fuera de la ecuación. Lo bueno es que el rendimiento no se cimienta en la serie Helio, sino en la Dimensity que ofrece potencia 'de altos vuelos'. Concretamente, el Realme 11 Pro guarda en su interior un Dimensity 7050, procesador de ocho núcleos, fabricado en 6nm que nos resulta familiar: no es más que una actualización del renombrado Dimensity 1080, acercándose a la gama alta.
Con respecto a la anterior generación, el salto es abismal. A esto le sumamos 8 GB de memoria RAM, proporcionando un rendimiento que roza la excelencia y una multitarea rápida y fluida. Cambiar entre aplicaciones abiertas, descargar nuevas, usar redes sociales, vídeo en streaming... todo se resuelve con una solvencia aplastante. Seguramente el software tenga algo que ver con este buen desempeño, pues es bastante limpio y se nota optimizado, pero lo dejaremos para más adelante.
Por otro lado, destaca el almacenamiento interno, en nuestra unidad de 256 GB (hay disponible otro modelo con el doble de capacidad) que nos vendrá de perlas para instalar todas las apps necesarias, para guardar miles de fotos y vídeos y utilizar el móvil sin preocupaciones por ver el temido mensaje de "espacio lleno".
Ahora bien, para comprobar el rendimiento real de este terminal, además de exprimirlo con un uso diario, hemos usado dos títulos bastante demandantes, gráficamente hablando. El primero en discordia no es otro que el nuevo juego de MiHoYo, 'Honkai: Star Rail', el segundo otro viejo conocido 'Call of Duty: Mobile'. Podemos adelantar un rendimiento excelente en ambos casos, aunque a continuación os exponemos nuestras impresiones.
Hemos dedicado nuestros ratos libres para jugar a 'Honkai: Star Rail', el cuál luce genial en este Realme 11 Pro. Curiosamente, de manera predeterminada, el juego nos ajusta sus opciones gráficas en un nivel bajo, pero este todoterreno es capaz de soportar este exigente título con todos los ajustes en alto.
Incluso podemos estirar la tasa de fotogramas hasta los 60, sin que veamos ninguna ralentización ni tirón considerable. Aquí se nota el buen quehacer del Dimensity 7050, que no queda muy lejos de la gama alta. Si optamos por la configuración "Muy alta", el teléfono comenzará a sufrir, siendo también un indicativo de los límites del hardware.
La otra cara de la moneda es 'Call of Duty: Mobile', pero no por ser el otro lado es diferente: el título de Activision se disfruta en este móvil, sin recortes en ningún apartado. El juego de disparos en primera persona es sensiblemente menos exigente a nivel gráfico, por ello el Realme 11 Pro puede con él sin despeinarse.
La configuración máxima soportada consiste en gráficos en calidad "Alta" y fotogramas en "Muy alto", pudiendo sacrificar los FPS a favor del máximo desempeño gráfico. Sea como sea, estas dos demostraciones dejan claro que este terminal tiene potencia de sobra, ahora lo compararemos con otros teléfonos en tests sintéticos.
REALME 11 PRO | REALME 10 | SAMSUNG GALAXY M33 5G | SAMSUNG GALAXY A53 5G | XIAOMI REDMI NOTE 12 5G | ONEPLUS NORD CE 3 LITE 5G | |
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PROCESADOR | Mediatek Dimensity 7050 | Helio G99 | Qualcomm Snapdragon 750G | Exynos 1280 | Qualcomm Snapdragon 4 Gen 1 | Qualcomm Snapdragon 695 5G |
RAM | 8 GB | 8 GB | 6 GB | 6 GB | 8 GB | 8 GB |
GEEKBENCH 6 (SINGLE/MULTI) | 937 / 2.370 | 571 / 1.758 | 713/1684 | 740 / 1899 | 634 / 2.011 | 898 / 2.021 |
3D MARK (WILD LIFE UNLIMITED) | 2.253 | 1.334 | 2.332 | 2277 | 1.032 | 1.207 |
PCMARK WORK | 13.952 | 10.228 | 9.876 | 11839 | 10.399 | 8.032 |
Cuando hablamos del software, muchas veces no somos conscientes de la importancia que tiene. Este elemento conjuga la parte física, es decir el hardware con la interacción por parte del usuario. En este sentido, contamos con Realme UI 4.0, la última versión de la capa de personalización del fabricante asiático. Viene cargada de funciones útiles, y es que al contrario de lo que podríamos pensar, casi todas las he usado. Destaca Realme Share (compatible con otras marcas como Xiaomi) para compartir archivos, la bonita aplicación del tiempo integrada, y un sinfín de ajustes.
En el submenú titulado "Funcionalidades especiales", la marca añade opciones para todos los gustos, como "Inicio rápido" para acceder velozmente a aplicaciones desde la misma pantalla de bloqueo. Tampoco es despreciable la función "Ventanas flexibles", permitiendo tener varias aplicaciones en pantalla que podemos mover a nuestro antojo.
Podríamos llevarnos horas hablando sobre este apartado, pues la ristra de añadidos supera cualquier expectativa, sin desligarse demasiado de Android puro. Porque no, no estamos ante una capa con pocos retoques, pero conserva muy bien la estética y simpleza del sistema operativo de Google.
Si la personalización es uno de los puntos fuertes de Android, en Reame UI esto se potencia al máximo: iconos modificables, diversas fuentes, distintos efectos para el desbloqueo por huella dactilar, iluminación de los bordes en el modo 'Always on Display'.
En definitiva, una de las capas más en forma de la actualidad, que corre sobre Android 13 con el parche de seguridad de abril. No es el último, pero desde que lo sacamos de su empaquetado, ya ha recibido dos actualizaciones, mejorando este aspecto.
El único inconveniente del software es la cantidad de bloatware preinstalado. Al terminar su configuración inicial, tenemos muchas aplicaciones instaladas, desde tiendas, pasando por juegos y redes sociales. Lo positivo es que es posible desinstalarlas todas, incluso las "Google Apps" se pueden deshabilitar, lo que nos deja perfilar el dispositivo para que quede acorde con nuestro uso.
Cabe destacar la memoria RAM virtual, pues nos da la posibilidad de duplicar la memoria física en caso de que necesitemos más. Hasta los 16 GB llega, aunque nosotros no la hemos activado puesto que no lo consideramos necesario.
Turno de la autonomía, otro punto en el que no decae. Tenemos una generosa batería de 5.000 mAh, por lo que podrá superar la jornada siempre que no hagamos un uso intensivo de juegos. Además, el sistema gestiona eficientemente los recursos, por esto no vemos salto bruscos en el porcentaje, ni aplicaciones que la drenan sobremanera.
Con un uso de redes sociales, navegación, algún vídeo en streaming, llamadas telefónicas y un par de videollamadas, podemos llegar al final del día con un 40 o 50% restante. Es por tanto, una autonomía excelente, pero que además se muestra acorde al conjunto, colaborando el procesador en esta tarea.
Respecto a las horas de pantalla activas, rondamos las 7 u 8 dependiendo del uso, con un modo de ahorro que nos proporcionará alguna hora extra. Sin embargo, la gran mayoría de usuarios estará más que conforme, pues es difícil tener el suficiente tiempo libre para usar más el teléfono.
La carga rápida de Realme está presente, alcanzando los 66W y nombrada con el término SuperVOOC. Esto nos permite darle un impulso al porcentaje cuando necesitamos ganar autonomía en ciertos momentos. Sin ser la más rápida del mercado, basta para en 10 minutos conseguir hasta un 20% adicional.
Cuando hacemos uso de esta, el terminal verá como su temperatura asciende sobremanera, sin llegar a ser preocupante. Otro apartado de notable, además no hará falta adquirir el cargador, pues se incluye en la caja.
Con el cargador y cable original, hemos contado el tiempo que tarda en completar una carga de 0 a 100%. A continuación dejamos las mediciones en distintos períodos de tiempo.
- 5 minutos de carga: 9 % de batería.
- 10 minutos de carga: 18 % de batería.
- 20 minutos de carga: 39 % de batería.
- 30 minutos de carga: 60 % de batería.
- 50 minutos de carga: 96 % de batería.
- Total: 55 minutos de carga.
Una experiencia fotográfica resumida a un sensor
Realme no ha querido excederse ni dar dos vueltas de campana con el apartado fotográfico. ¿Para qué añadir sensores superfluos que luego el usuario no utiliza? Eso mismo pensamos nosotros cuando probamos otros teléfonos con cuatro o más sensores, pues mal implementados parecen descolgarse del conjunto. Esto se aplica en el Realme 11 Pro que si bien tiene un módulo de cámaras grande y que atrae toda la atención, sólo incluye dos sensores. Y aún así, quizá le sobra uno.
El sensor trasero principal es de 100 megapíxeles, con una longitud focal de 26 milímetros y apertura f/1.75, que ya adelantamos nos ha devuelto un muy buen resultado, con sensaciones parecidas a la de su predecesor. Como acompañante a este, hace presencia un sensor macro de 2 megapíxeles, puramente testimonial. En la otra cara del smartphone, encontramos el tercer sensor en discordia, que alcanza una resolución de 16 megapíxeles para obtener selfis de calidad.
Queda clara la filosofía fotográfica de Realme con este modelo: destacar con el sensor principal, por una resolución altísima y una apertura que invita a la luz a entrar. En esta gama, poco más se puede pedir, aunque un gran angular decente en lugar del macro no hubiera estado nada mal. Todas las cámaras descritas se apoyan, por el lado del software, en una aplicación de cámara repleta de posibilidades.
No podemos hacer otra cosa que elogiar a Realme por su completa aplicación de fotos, pues es además personalizable. Es muy cómodo poder elegir qué modos aparecen en la barra inferior en la que nos movemos deslizando de un lado a otro, agilizando esos momentos en los que necesitamos rapidez.
Pues bien, los modos de los que hablamos sobresalen, por cantidad y calidad. Al habitual modo noche (sin contar el modo estándar o el de vídeo) se le suma un modo calle que "engaña" al usuario con la longitud focal, con la posibilidad de aumentarla hasta los 130 milímetros.
Decimos que engaña porque el móvil no tiene teleobjetivo ni posibilidad de zoom, lo que hace, es utilizar el zoom digital para aprovechar los 100 megapíxeles, consiguiendo unos resultados nada reprochables. Tal y como si pellizcamos con nuestros dedos en el modo predeterminado de foto, pero el Realme 11 Pro tiene un sensor con mucha resolución.
Aun así, podemos seguir teniendo tantos privilegios en el modo 'Pro' a secas, sin que la foto pase el filtro nocturno. Sigue guardando ases bajo la manga la app, "modo de estrellas" para facilitar la fotografía del cielo nocturno, "Retrato de grupo" para capturar las mejores tomas de un grupo de personas y el "modo 100M", donde capturaremos imágenes a máxima resolución. Restan opciones de reconocimiento de texto y otras herramientas para traducirlo, al más puro estilo Google Lens.
Siguiendo con lo destacable entre tanta función, encontramos el modo noche, anteriormente nombrado, pero que añade unos controles 'PRO' para cambiar los valores de ISO, tiempo de exposición, enfoque y balance de blancos.
Ahora sí, pasemos a comentar los resultados obtenidos, primero por el gran sensor de 100 megapíxeles, principal en el apartado fotográfico de este terminal. En modo automático, la cámara se defiende excelentemente en entornos con abundante luz, nada que reprocharle en términos de rango dinámico, interpretación del color ni nitidez. No apreciamos un abuso en la elevación del ISO, así como tiempos de exposición ajustados a cada escena.
No podemos dejar de mencionar el buen zoom digital que nos proporciona las imágenes de 100 megapíxeles, a falta de un teleobjetivo "de verdad" los recortes nos dejan buen sabor de boca. Evidentemente no es lo mismo, pero para algún objeto lejano puede servir.
En cuanto la luz se ausenta más de lo debido, sí convendrá usar el modo manual para evitar ISOs demasiado altos, pues el móvil compensa la falta de luz elevando sobremanera este valor. Si no entendemos estos términos de fotografía, usaremos el modo noche, que resuelve de una mejor manera las fotografías con poca luminosidad.
No notamos un retraso demasiado prolongado desde que pulsamos el disparador, ofreciendo una captura y guardado de imagen bastante eficientes, aquí se nota la potencia del procesador y sus capacidades. Al contrario de lo que comentábamos antes, si nos manejamos bien con valores como la velocidad de obturación, el foco o el balance de blancos, sacaremos más partido a esos recuerdos inmortalizados, con posibilidad de guardar en RAW para un mejor tratamiento de la imagen.
El modo retrato está presente como no podía ser de otra forma, dejándonos también buenas sensaciones en ambas cámaras. El recorte es muy bueno, incluso ha superado nuestras expectativas, aunque los fallos típicos con accesorios como gafas de sol están presentes. Además, el desenfoque del fondo es suave y pasa fácilmente por uno natural.
La grabación de vídeo queda en 4k/30fps o 1080p/60fps, nada mal estabilizada, y mucho mejor si aplicamos el ultraestabilizador por software. Os dejamos a continuación una prueba tomada con este Realme 11 Pro 5G.
Puedes echar un vistazo a la galería de fotos capturadas con este Realme 11 Pro en este álbum de Google Fotos.
Realme 11 Pro, la opinión de Xataka Android
Durante el tiempo que hemos elaborado este análisis, hemos exprimido el Realme 11 Pro tanto como merece. Estamos ante una evolución natural, una versión 'Pro' con la potencia y autonomía por bandera, sin descuidar el resto de apartados. Por pedir algo, nos hubiera encantado algo más de versatilidad en el apartado fotográfico, pero con este precio pocas pegas se le pueden sacar.
Es un terminal dirigido a todo aquel que busque un gama media potente, y satisfará a la amplia mayoría de usuarios, pues no decae en ningún aspecto. Buena cámara, procesador capaz de todo, amplias cantidades de memoria, batería para aburrir, un gama media con todas las de la ley. Por si fuera poco, el software acompaña, aderezando el conjunto con múltiples funciones multimedia y de personalización. Si Realme continúa esta senda, pocos podrán hacerle frente.
Todos los puntos negativos de su predecesor han sido paliados: 5G, un hardware más todoterreno y lo último en sistema operativo. Hemos disfrutado sobremanera usándolo, así que pasa a convertirse en una compra totalmente recomendable.
8,6
A favor
- Un procesador que puede con todo
- Batería para aburrir: no te dejará tirado
- Cámara solvente en cualquier situación
- Cantidades de memoria más que suficientes
- Un software de altura
En contra
- Echamos en falta más versatilidad en el apartado fotográfico
- El motor de vibración se siente fuera del conjunto
realme 11 Pro 5G 8+128GB Smartphone, Pantalla de visión curva de 120 Hz, Cámara ProLight OIS de 100 MP, Gran batería de 5000 mAh, Carga SUPERVOOC de 67 W, Beige amanecer, Versión española
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Realme. Puedes consultar nuestra Política de relaciones con empresas. |