Sony ha hecho hoy un movimiento inesperado. Tras el lanzamiento del Xperia Z3, todo apuntaba a que la renovación de su buque insignia iba a producirse una vez al año y no cada seis meses. De hecho, su hasta ahora tope de gama ha sido uno de los teléfonos mejor valorados por lo que tenía sentido esperar doce meses para traer un terminal sustancialmente mejor.
No ha sido así. Como decíamos, el movimiento de Sony es cuanto menos raro. Lejos de querer hacer una presentación a bombo y platillo, han decidido comunicarlo de forma muy discreta en su mercado local, Japón. Ya tenemos Xperia Z4 entre nosotros y la forma de anunciarlo así como lo que ofrece nos ha dejado un poco tibios. Evolución, silenciosa, para lo que algunos esperaban como una revolución.
Propuesta sólida pero con pocos cambios
Que una compañía grande como Sony presente su teléfono tope de gama en un evento local en Japón sin apenas presencia mediática internacional, y sin usar ninguna feria como altavoz, dejan una sensación extraña a quienes seguimos más de cerca la actualidad del sector. Poco ruido en un mercado en el que es necesario hacerse oír para darse a conocer, pese a la reputación y notoriedad de tu marca.
Xperia Z4 se presenta como un terminal muy continuista, como una nueva actualización del concepto que forjaron con el primer Z. Una renovación que sabe a poco porque por fuera ya habían conseguido un factor forma atractivo y diferencial. Con poco margen para cambiar, su principal baza para ofrecernos algo diferente estaba en el interior.
Pocos cambios por fuera donde las principales línea se mantienen y solo se producen pequeños cambios. Algo más fino y ligero, eso sí, con un consiguiente compromiso en la batería donde 200 mAh se quedan por el camino y donde tendremos que confiar en el buen hacer de Sony a la hora de gestionar la batería. Aquí, eso sí, ha demostrado ser uno de los mejores.
Un año más, Sony ignora la resolución QHD que han abrazado otros terminales como el Samsung Galaxy S6 o el futuro (pero ya filtrado) LG G4. Parece que no quieren realizar experimentos tras haber encontrado en el IPS LCD Full HD su zona de confort. Un tamaño y una densidad que sigue funcionando muy bien.
Para el procesador confían de nuevo en Qualcomm y su polémico 810. De momento su principal avalista es el One M9 y en el análisis que hicimos en Xataka no ha salido del todo bien parado. Esperemos que Sony haga un mejor trabajo para exprimir el chip y que la experiencia sea algo mejor pero visto lo visto con los SoC del año pasado parece que la evolución será escasa de cara al usuario.
Donde queda más evidente que el Z4 es un terminal que deja tibio y no arriesga es en el software. Pocos cambios, con Lollipop de base eso sí, para una capa que no arriesga ni presenta nada diferencial. Anclados en esa estética más propia de la era PSP y Playstation 3, las aplicaciones que corren de su cuenta tampoco son un hito ni ofrecen nada atractivo.
La cámara, eso sí, sigue siendo su principal bastión y parece que con el Z4 tendremos, por fin, un sensor de 20,7 megapíxeles con detección de fases para un sistema de enfoque automático y seguimiento mucho más eficiente. La comunicación, eso sí, ha sido un poco ambigua y no queda del todo claro que lo que realmente nos llegará sea el nuevo Exmor RS.
Viviendo de la revolución de 2013
Sony hizo un gran cambio en su estrategia móvil cuando pasó del Xperia T al Z. Nueva filosofía y lenguaje de diseño para conseguir un terminal único muy atractivo. Cuatro generaciones después, han logrado pulirlo y tener un terminal único pero que a día de hoy sabe a poco.
Objetivamente, si nos ceñimos a la parte técnica, el Z4 es mejor que el Z3. Es una obviedad, y lo que se espera por otra parte, pero ahora bien ¿son cambios suficientes para justificar su compra? Personalmente, lo que han presentado es interesante pero da la sensación de que el cambio ha sido pequeño. Igual, cuando lo pruebe, tengo que retractarme de mis palabras pero la sensación que dejan a día de hoy es esa.
Con este lanzamiento, y el que veremos la semana que viene con el ya filtrado buque insignia de LG, ya queda configurada casi toda la gama alta, al menos la que disputan las grandes marcas del sector. La competencia no le va a poner fácil a Sony que este año hayan decidido arriesgar poco. Samsung, con el S6, ha apostado fuerte al cambio y le ha salido muy bien. LG G4 apunta maneras de ser un terminal interesante mientras Huawei apunta a que ha dado un salto importante para competir con el resto de grandes.
Quedarse dormido no es bueno y la mejor prueba de ello es HTC. Pocos cambios y malas decisiones a la hora de elegir determinados componentes. Al menos ahí, parece que Sony ha tenido mejor criterio a la hora de tocar y cambiar algunas piezas en el puzzle de su Xperia Z4.
Esto no quita, ojo, que el Sony Xperia Z4 sea un terminal interesante pero la sensación que da es más la de un Z3 Neo, como se venía hablando en los últimos rumores. Un tope de gama que deja tibio, especialmente a quienes hace poco apostaron por hacerse con un Z3. Desde luego, con tan pocos cambios y novedades no era necesario una presentación a bombo y platillo.
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