Aunque un móvil cuente con conector USB-C y sea compatible con carga rápida, no cargará a la máxima velocidad con todos los cargadores. Esto es algo de lo que se está hablando mucho estas últimas semanas debido a que el iPhone 15 tendrá USB-C y, aun así, no será compatible con todos los sistemas de carga rápida. Sin embargo, es un problema que llevamos años viviendo en Android.
Y es que, aquí hay tres factores en juego: cables, cargadores y el más importante que es un auténtico dolor de cabeza, los protocolos. Aunque en Xataka Android cubrimos, esencialmente, información sobre el ecosistema de Google, vamos a ver qué va a pasar con los iPhone 15 y por qué el problema de la carga rápida en Android es algo que los fabricantes deberían solucionar, aunque no parece que vaya a ser así.
El iPhone 15 y su USB-C
Ya se sabe que, cuando Apple hace un movimiento, se convierte en noticia. Olvidando otros casos, nos vamos a centrar en la carga. Ya sabes que la Unión Europea ha condicionado que los nuevos iPhone 15 cuenten con puerto USB-C. Parece mentira que todavía no tuviera este puerto cuando apostaron fuerte por ello en los MacBook (retirando todos los demás hasta el lanzamiento de los MacBook Pro de 14 y 16 pulgadas) y hasta los nuevos iPad tienen USB en lugar de Lightning.
El cambio será bueno para el iPhone porque la velocidad de transferencia y potencia de Lightning palidece frente a los USB-C, pero estos últimos días estamos leyendo que sí, aunque el iPhone tendrá USB-C, no cargará a la máxima velocidad con todos los cables. Y es que, como comenta el analista Ming-Chi Kuo (una de las fuentes más reputadas en lo que a universo Apple se refiere), para que el iPhone 15 cargue a la máxima velocidad, el cable y/o el cargador tendrán que tener la certificación MFi.
MFi significa 'Made for iPhone', una certificación que consiguen fabricantes externos a la propia Apple siempre que sus productos cumplan las especificaciones de la compañía de la manzana. No se sabe todavía qué potencia de carga soportará el iPhone (en su gama, OPPO tiene el X6 Pro con carga de 100 W y Samsung el Galaxy S23 Ultra con 45 W), pero sabemos que solo valdrá el cable de la caja y, en caso de pérdida, habrá que pagar un cable certificado. Eso sí, Kuo prevé un aumento en la demanda de cargadores de 20 W MFi, algo que nos puede dar una pista sobre la potencia que tendrá el nuevo iPhone.
Protocolos, protocolos y más protocolos, el lío que hay montado en Android
Bien, habiendo dado un poco de contexto sobre por qué se está hablando tanto de "cables especiales" para la carga del iPhone 15, vamos con Android porque este mismo problema existe, desde hace demasiado tiempo, en los móviles del sistema de Google.
Como decíamos hace unas líneas, hay tres elementos que entran en juego. Puede parecer que todos los cables son iguales, pero nada de eso. De hecho, es un error que se suele cometer con todo tipo de cableado y, al igual que no todos los cables Ethernet permiten la misma velocidad, no todos los cables USB-C son igual de rápidos.
El mejor, siempre, va a ser el que venga con tu teléfono, ya que ese cuenta con las características necesarias para aprovechar mejor la tecnología que el fabricante ha introducido en su cargador. Por ejemplo, con el paso de los años, los fabricantes fueron probando con cargadores con más voltaje y más amperios, pero surgieron variantes.
Ahí aparece un "10A" que indica la corriente capaz de transmitir el cable.
Hay fabricantes que han basado sus tecnologías de carga rápida en aumentar el voltaje mientras otros, por ejemplo, han preferido subir los amperios para aumentar la corriente. En cargadores de Huawei, que usan ese último método, verás que en el cable se especifican, sobre todo, los amperios. En Realme pasa lo mismo.
Es decir, el cargador tiene unas características, el cable tiene la capacidad para transmitir la potencia de su cargador y, por último, el móvil cuenta con el hardware necesario para optimizar la energía que recibe. Aquí se intentaron estandarizar un poco las cosas con el sistema Quick Charge de Qualcomm, pero luego cada compañía ha ido modificando dicho estándar o creando el propio para aumentar la potencia de carga.
Este es el realme GT 3 con su cargador oficial. Si conectas otro, aunque sea rapidísimo, no verás el 'SuperVOOC' en pantalla y eso significa que no está cargando al máximo.
Xiaomi/Redmi/POCO tienen la Super Charge Turbo, Samsung el Super Fast Charging, Motorola el TurboPower y Honor/Huawei tienen SuperCharge. Cada uno con sus características y particularidades, pero 'incompatibles' entre marcas. Sí, un cargador de 45 Motorola (si existiera) va a cargar "rápido" un Samsung, pero no lo cargará a los 45 W de un Galaxy S23+, por ejemplo.
Hay marcas que tienen cargadores compatibles entre sí, como las pertenecientes al grupo BBK. Vivo, OPPO, OnePlus o Realme cuentan con tecnologías FlashCharge, VOOC, Dash y Dart, respectivamente, pero todas se basan en la misma tecnología y los nombres difieren por cuestión de marketing.
También está el sistema PowerDelivery que se adapta a la potencia que sea capaz de gestionar tu teléfono. Por ejemplo, si tienes un cargador PD de 130 W y tu teléfono carga a 45 W como máximo y es compatible con el sistema PD, el cargador aportará esa potencia máxima de tu móvil en el momento de la carga. Si lo conectas a un portátil que carga a 60 W PD, subirá hasta los 60 W, y así hasta lo máximo que puede entregar que son esos 130 W.
Así que, como ves, se está hablando mucho de los cables MFi del iPhone 15, pero en Android llevamos años peleando con los sistemas de carga y, aunque hay muchísimos avances en potencia (ese Realme GT 3 que carga en 10 minutos el 100% de la batería), vemos que cada compañía sigue haciendo la guerra por su cuenta en materia de compatibilidad.
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