Lo más habitual cuando buscas un nuevo móvil es acudir a una tienda o a tu operadora y comprarlo. Esta modalidad es la clásica de adquisición, pero ahora se ha vuelto muy popular el alquiler de móviles o renting, un sistema que, pese a no ser novedoso, sí adquirió notoriedad. Ahora bien: ¿vale la pena alquilar un teléfono si lo vas a usar durante mucho tiempo?
Necesitas un nuevo coche y, ante la fuerte inversión que supone estrenar vehículo, seguro que más de una vez valoraste un renting o un leasing. Estos dos sistemas no son exactamente iguales, ya que con el segundo puedes quedarte el coche al final del contrato. Y algo similar se está expandiendo a la compra de smartphones: puedes alquilarlos por el tiempo que necesites, incluso con opción a compra final. Ahora bien, debes valorar los pros y las contras.
El renting de móviles apunta a la gama más alta
La mecánica del alquiler de móviles es simple: igual que con los coches, puedes contratar el uso de un teléfono para utilizarlo hasta que dejes de necesitarlo. Es lo que se denomina como renting; aunque en el mundo de los smartphones también existe el leasing, el modo de alquiler con la opción a quedarte el móvil al final del contrato.
En la modalidad de renting puedes hacerte con un smartphone de la gama más alta a un precio que suele oscilar entre los 60 y 70 euros si realizas el contrato por un espacio de dos años. Este coste mensual de la suscripción sube conforme reduces el tiempo del contrato. ¿Que sólo necesitas el móvil para un mes? En la gama más alta los precios del renting suelen situarse en torno a los 120 euros.
Alquilar un coche tiene sentido porque hacer un desembolso tan grande supone un enorme esfuerzo para cualquier familia, incluso aunque la inversión se amortice a plazos (con el consiguiente incremento del precio debido a los intereses). Por contra, adquirir un móvil, incluso de la gama más alta, no implica ni de lejos un esfuerzo tan grande: el 5 % de su coste tomando como precios medios los 1.000 euros de un móvil premium y los 20.000 euros de un vehículo de categoría normal. Eso sí, a finalizar el contrato el destino es el mismo para los dos: con el renting te quedas sin lo que hayas contratado (no confundir con el leasing, que da opción a compra).
Quizá adquirir un gama alta no sea justificable porque los gama media ya ofrecen todo lo que necesitas a un coste mucho menor, pero, como debería ser obvio, si te apetece tener algo, y te lo puedes permitir, pues adelante. Por ello, alquilar el móvil no supone una ventaja insalvable para la compra: vas a gastarte lo mismo y terminarás quedándote sin nada.
Bien para poco tiempo, no tanto a largo plazo
En España tienes opción a alquilar el móvil por plazos de hasta dos o tres años, siempre prorrogables. Este contrato puede reducirse en tiempo con plazos de hasta un mes; con una cuota mensual creciente conforme menor sea la duración del contrato. ¿Que necesitas un Samsung Galaxy Z Fold4 durante un mes por lo que sea? Pues quizá sí que te salga a cuenta contratarlo durante ese tiempo. El problema es que, si lo alquilas por dos años, te va a costar lo mismo mensualmente que si comprases el móvil a plazos. Con la diferencia de que, tras acabar dichos plazos, el móvil será tuyo. Incluso puedes ahorrarte los intereses, muchas tiendas, plataformas y entidades ofrecen la opción.
El pago a plazos sin intereses, presentes en la mayoría de tiendas online y físicas, ofrece importes mensuales cercanos a los de un renting sin tener la principal desventaja del alquiler: quedarte sin el teléfono. Además, tienes opción a desistimiento en las compras online: puedes utilizar el móvil comprado durante catorce días sabiendo que tendrás la opción de devolverlo sin coste (siempre que esté en perfectas condiciones, claro).
Puestos los pros y las contras de los dos métodos de adquisición, alquiler y compra, queda claro que apostar por el primero no suele ser la mejor opción. Aun así, eso no implica que el renting sólo tenga inconvenientes, que también ofrece ventajas.
- Permite disfrutar el teléfono por el periodo que se necesite.
- El servicio de renting suele ocuparse de las averías del teléfono, incluso aunque los problemas no los cubra originalmente la garantía del móvil: acostumbran a incluir un seguro (u obligan a su adquisición).
- Hay servicios de renting que renuevan el teléfono conforme van saliendo versiones actualizadas. Es una manera de tener siempre el último modelo.
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