La gran maravilla de Android es que hoy en día nos encontramos terminales para todos gustos y necesidades. Si necesitas lo último de lo último tienes el Samsung Galaxy SIII, el HTC One X, el Galaxy Nexus y el Xperia S. Sin embargo si solamente queremos el correo, alguna mensajería instantánea y poco más podemos recurrir a la gama baja o de entrada, donde destacan el Samsung Galaxy Ace y el Samsung Galaxy Mini.
No es extraño pasear por el transporte público y ver que esos terminales de bajo coste están por todos sitios y son usados por una amplia mayoría del público, particularmente gente joven y trabajadores de clase media. Sin embargo, muchas veces me entran dudas si realmente la gente sabe qué está comprando.
Debo aclarar que el hecho que todo el mundo pueda tener acceso a terminales asequibles es bueno ya que permite que todos puedan acceder a la información en cualquier momento y lugar. Pero el enfoque lo debemos ver de una manera distinta, ya que muchas personas lo compran sin comprender qué es exactamente lo que tienen en las manos, y eso me genera muchos problemas.
No es extraño que a la gran mayoría de gente que sabe de móviles, entre los que nos encontramos los editores de esta publicación, somos el conocido “servicio técnico a precio amigo”. Constantemente tenemos que ayudar a nuestros familiares y amigos, a mi madre en mi caso personal, a controlar un terminal, pero siempre he encontrado problemas con los poseedores de dos terminales: Galaxy Ace y Galaxy Mini.
Los problemas son del estilo “¿Cómo puedo ponerle este juego?” señalando juegos que requieren gráficos a considerar, y del estilo “Se me atascan muchas aplicaciones”. Y ese es el problema, que en la gran mayoría de casos piden a su móvil más de lo que puede hacer y el gran problema es cuando debes decir con todo el dolor del mundo “Lo siento, tu móvil no puede porque no tiene potencia”
La situación se complica cuando él responde “Pues menuda mierda, me han tangado”. Recapacitemos, ¿estás pidiendo usar decenas de aplicaciones en un terminal que se vende de prepago a precios que no llegan a los 150€? ¿Acaso sabes lo que has comprado?. La respuesta es “Es que es no quería/veía sentido a pagar más” y entonces queda claro que la gente no sabe qué está comprando, ni le preocupa ni le interesa hasta que descubren que están pidiendo imposibles.
La gama de entrada ha dado muchas alegrías a gente que por X o por Y quiere estar conectada y no puede permitirse la gama alta, pero está generando una confusión sistemática a la gente que no está adentrada en la tecnología. Cree que por el hecho de tener Android va a poder jugar al Angry Birds, echar un Apalabrados mientras twitea sin despeinarse por 80€. No, lo siento no es así.
La tecnología en general es uno de los pocos sectores donde por norma general las cosas valen lo que cuestan, con una alteración menor que en otros sectores. Aquí hay que saber para qué lo quieres y estar dispuesto a pagar por ello. Así que, estimados lectores, quiero que me hagáis un favor personal: avisad a la gente.
Si algún día vuestros familiares o amigos que no quieren entender de tecnología van a comprar gama de entrada, por favor avisadles. Que les quede claro que como mucho podrán con el correo y la mensajería instantánea, que las fotos van a ser malas, que se les van a atascar aplicaciones potentes. Por favor, que no lo compren sin entenderlo porque luego lo sufriréis haciendo de servicio técnico.
La gama de entrada es preciosa, pero debe saber enfocarse a transmitir que sirve para lo básico y poco más. También estaría bien que la gente mirase un poco antes de comprar, pero se que tristemente esto va a ser imposible.
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