Una de las cuestiones que siempre se me viene a la cabeza cuando hablo de videojuegos son los juegos para móviles, pero parece que en el grueso de los aficionados de este sector consideran que los juegos para móviles son algo parecido al cáncer de la industria. Se considera que un juego, al estar pensado para móviles o tabletas, no va a ser más que una estafa.
Es fácil pensar eso, pues hasta no hace mucho la mayoría de juegos para móviles estaban hechos en Java y basado en juegos ya famosos, solamente que con los nombres y gráficos cambiados. Pero con la aparición de los smartphones y las tiendas de aplicaciones las cosas han cambiado, pues han salido grandes juegos como las obras de Kairosoft, Plants Vs Zombies, Nova 3, Dead Trigger y muchos otros más que nos dejamos en el tintero, juegos que demuestran que por ser para móviles y tabletas no son malos.
Pero no puedo negar que aún falta algo para que los desarrollos para móviles sean considerados con todo el respeto que merecen, y es que, se quiera o no, la gente busca estar decenas de horas con un mismo juego, competir mucho y ofrecer una dificultad creciente para tener una sensación de desafío. Y eso, tristemente, no es lo más común en el plano de los juegos para móviles
Si bien iniciativas como Onlive, de streaming de juegos, y Ouya, un terminal que ofrece una experiencia puramente para jugar, pueden hacer que se hagan juegos realmente grandes, aún queda el público. Sigue estigmatizado y creerán durante bastante tiempo que será así, pero para solucionar eso solamente se tienen que esforzar en crear una excepcional experiencia de usuario.
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