Tras año y medio prometiendo la lectura de presión sanguínea y los electrocardiogramas para los Samsung Galaxy Watch Active2, la empresa por fin entrega la actualización que activa la lectura de ambos sensores. Dicha actualización ya está operativa en España.
Samsung comercializó su reloj inteligente Galaxy Watch Active2 con un hardware de alto nivel que no sólo ofrecía las funciones ya habituales en un smartwatch, en 2019 dicho smartwatch ya disponía de sensores para calcular la presión sanguínea y realizar electrocardiogramas. Ahora bien, que partiese completo en funciones de salud no implicaba que éstas funcionaran ya que las autoridades debían autorizarlas. Tras sucesivas promesas los dueños del reloj por fin pueden utilizarlo como merece.
Electrocardiogramas y presión arterial ya en el Samsung Galaxy Watch Active2
Samsung prometió actualizar los relojes a finales de febrero, y ya tenemos aquí la nueva versión del firmware: poco más de 100 MB de actualización que ofrece nuevas funciones en Samsung Health, habilita la búsqueda precisa del reloj mediante SmartThings Find, la medición de sueño ahora incluye puntuación, el reconocimiento deportivo mejora y se añade la detección del lavado de manos para asegurar el mínimo tiempo de higiene. No obstante, lo más destacado es la activación de los dos sensores que quedaban.
Samsung obtuvo la autorización de las autoridades sanitarias europeas, por lo que por fin actualiza el Samsung Galaxy Watch Active2 con la funciones prometidas en su lanzamiento. Las mediciones se realizan en el reloj, aunque hace falta instalar una aplicación para registrarlas y enviarlas a Samsung Health. La app es Samsung Health Monitor, puede descargarse desde la Galaxy Store. El problema es que sólo es compatible con móviles Samsung: como apunta zequisan en los comentarios, el ECG y la presión arterial son incompatibles con otros smartphones.
El electrocardiograma (y la presión sanguínea) puede añadirse fácilmente al inicio del reloj para así realizar una prueba siempre que se desee. Para eso resulta imprescindible quedarse inmóvil y poner un dedo sobre el botón superior del smartwatch: tras treinta segundos se obtendrá una lectura; que pasará a las dos aplicaciones conectadas, Samsung Health Monitor y Samsung health (siempre que se conecten los datos entre ambas, no es obligatorio).
Para la presión sanguínea resulta imprescindible calibrar el reloj con un tensiómetro. Hay que realizar tres mediciones con dicho tensiómetro para que Samsung encuentre las desviaciones en la lectura y pueda corregirlas; después todos los registros serán los realizará el Galaxy Watch Active2. Además, cada cierto tiempo resulta imprescindible calibrar el registro nuevamente con el tensiómetro.
Las dos mediciones de presión sanguínea y ECG están disponibles conforme se actualiza el Samsung Galaxy Watch Active2 con la nueva versión. Esta ya está disponible en España: si dispones de uno de estos relajes busca la actualización desde la app Galaxy Watch.
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