Motorola ha renovado por completo su popular familia Moto G y lo ha hecho con varios modelos que cubren diferentes escalones en la gama media. De todos ellos, el más básico es el Moto G31, un teléfono cuyo precio supera ligeramente los 200 euros. De hecho, cuesta 20 euros más que su antecesor, el Moto G30.
Sin embargo, si comparamos ambos modelos, vemos que, curiosamente, la nueva generación estrena la pantalla OLED, pero prescinde de una lente, de la carga rápida de 15 W y de la tasa de refresco de 90 Hz. Además, el Moto G31 abandona Qualcomm para apostar por el Helio G85 de MediaTek. En Xataka Android, hemos podido probarlo durante unos días, aquí están nuestras conclusiones.
Ficha técnica del Moto G31
MOTOROLA MOTO G31 | |
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Pantalla | OLED 6,4 pulgadas Resolución FullHD+ (2400 x 1080 píxeles) Tasa de refresco: 60 Hz |
Procesador | Helio G85 |
RAM | 4 GB |
Almacenamiento | 128 GB MicroSD hasta 1 TB |
Software | Android 11 + My UX |
Cámara trasera | Principal: 50 MP f/1.8, PDAF Gran angular / profundidad: 8 MP f/2.2 Macro: 2 MP f/2.4 |
Cámara frontal | 13 MP f/2.2 |
Batería | 5.000 mAh Carga 10W |
Conectividad | Dual SIM, 4G/LTE, WiFi ac, Bluetooth 5.0, NFC, USB-C, jack 3,5 mm |
Otros | Lector de huellas lateral Sonido Dolby Atmos Certificación IP52 |
Dimensiones y peso | 161,89 x 73,87 x 8,55 mm 181 g |
Precio |
Motorola Moto g31 (Pantalla 6.4" Full HD+ OLED, cámara triple 50MP, procesador octa core, batería 5000 mAH, dual SIM, 4/128 GB, Android 11), Gris [Versión ES/PT]
Una pantalla OLED siempre es un acierto
En líneas generales, el Moto G31 presenta un diseño sobrio, similar a su antecesor, salvo en esa trasera texturizada que favorece el agarre y proporciona un tacto agradable. Las huellas no suponen un problema para este teléfono, como tampoco lo son los derrames y salpicaduras, pero sí que atrae con fuerza las motas de polvo.
En la mano se siente cómodo, gracias, sobre todo, a que Motorola ha logrado reducir el peso y el grosor respecto al Moto G30. Tanto la trasera como los cantos del Moto G31 son de plástico, pero tienen buena apariencia. Si se te resbala demasiado (como a nosotros), puedes ponerle la funda de silicona que trae de serie.
La parte trasera es completamente lisa, con la excepción del módulo de la cámara, que sobresale ligeramente. En esta generación, el lector de huellas ha abandonado el logo de Motorola y se ha trasladado al botón encendido, en el lateral derecho, debajo del botón de Google Assistant y el control de volumen. La ranura de tarjetas (dos nano SIM y una micro SD) se ubica en el borde izquierdo.
Al mirar de frente al teléfono nos encontramos una pantalla de 6,4 pulgadas. Motorola ha optado aquí por un panel OLED (en lugar de LCD) y ha elevado su resolución a FullHD+ (2400 x 1.080 píxeles), a costa de reducir la tasa de refresco a 60 Hz (el Moto G30 ofrecía 60 Hz).
Esto, en la práctica, se traduce en una buena visualización en la mayoría de situaciones, incluso bajo la luz directa del sol. Echamos de menos esos 90 Hz y un brillo automático más efectivo, pero agradecemos -mucho- la decisión de apostar por una pantalla OLED.
El altavoz que incluye en el canto inferior, junto al puerto USB-C, ofrece sonido Dolby Atmos con una potencia aceptable y una distorsión no muy elevada, aunque sufre un poco en los tonos graves. No dispone de sonido estéreo, pero aprueba el apartado de audio. Además, el Moto G31 incluye una toma jack de 3,5 mm en la parte superior (no trae auriculares, tenlo en cuenta).
Lento en cargarse y en trabajar
A diferencia del Moto G30, que montaba un cerebro Qualcomm, el Moto G31 lleva a los mandos el Helio G85 de Mediatek, un procesador con tecnología de 12 nanómetros y ocho núcleos: dos Cortex A75 a 2 GHz y otros seis núcleos Cortex A55 a 1,8 GHz. Hablamos de un chipset de 2020 que no soporta la conectividad 5G y que aquí viene acompañado de 4 GB de RAM.
El resultado es un rendimiento justo para el día a día, pero no apto para tareas exigentes o juegos con una elevada carga gráfica. Suele desenvolverse en la multitarea, sí, pero hemos sufrido algún cierre repentino de aplicaciones y un cierto retardo en algunas ocasiones. Además, hemos notado un ligero sobrecalentamiento del terminal en momentos puntuales. A continuación, os dejamos los resultados de los benchmarks más habituales:
MOTOROLA MOTO G31 | MOTOROLA MOTO G30 | REDMI NOTE 9 | REDMI NOTE 8 (2021) | REALME 7i | |
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PROCESADOR | Helio G85 | Snapdragon 662 | Helio G85 | Helio G85 | Helio G85 |
RAM | 4 GB | 4 GB | 3 GB | 4 GB | 4 GB |
GEEKBENCH 5 (SINGLE / MULTI) | 352 / 1.300 | 306 / 1.281 | 351 / 1.291 | 348 / 1.289 | 351 / 1.274 |
PC MARK WORK | 6.452 | 6.354 | 8.733 | 6.928 | 11.500 |
3D MARK (SLING SHOT) | 1.807 | 1.185 | - | 1.838 | 1.805 |
Pocas sorpresas en el apartado del software. Hace tiempo que Motorola decidió incluir en sus teléfonos una versión casi limpia de Android con algunos añadidos -denominados My UX- que enriquecen la experiencia del usuario. Aquí, cabe destacar el modo Gametime, la pantalla atenta y los gestos de Moto, que permiten, por ejemplo, capturar la pantalla con tres dedos, activar la linterna agitando el teléfono o silenciarlo con sólo levantarlo.
El G31 llega con Android 11 y, salvo las aplicaciones de Moto, Dolby Atmos y Facebook, no trae nada de bloatware. Tampoco hay apps duplicadas. Todo ello hace que, de los 128 GB de almacenamiento interno que ofrece nuestra unidad, tengamos libres de inicio más de 109 GB, que además pueden ampliarse con una tarjeta microSD. A cambio, perdemos ese abanico de herramientas y opciones de personalización que incluyen otras capas. Aquí se reducen a colores, fuentes, fondos y formas de iconos.
Respecto a los sistemas de identificación biométrica, el Moto G31 dispone de reconocimiento facial y un lector de huellas que ahora se ubica en el lateral, sobre el botón de encendido. Este último es lento y no siempre logra identificar nuestro dedo, mientras que el reconocimiento facial, aunque tampoco es muy rápido, sí que reconoce nuestra cara en la mayoría de ocasiones, salvo si no hay luz.
En el apartado de la autonomía, este teléfono de Motorola dispone de una batería de 5.000 mAh que, con una carga completa y un uso medio, roza las 10 horas de pantalla y los dos días de duración. El problema aquí es que no es compatible con la carga rápida y, con el cargador de 10 W que trae incluido, nos obliga a tenerlo 2 horas y media enchufado a la corriente para pasar del 0 al 100% de energía.
Cámaras justas para salir del paso
El Moto G31 mantiene la cámara frontal de 13 megapíxeles f/2.2 del Moto G30, pero ha reducido el número de lentes en la cámara trasera y la resolución de su sensor principal. Ahora tenemos un equipo triple compuesto por un sensor principal de 50 megapíxeles f/1.8 con tecnología Quad Pixel, un gran angular de 8 megapíxeles f/2.2 que también lee la profundidad y una lente de 2 megapíxeles f/2.4 para fotografía macro. Tanto por delante como por detrás, graba vídeo FullHD a 30 fps.
La app de la cámara apenas ha evolucionado y sigue manteniendo una interfaz intuitiva, pero con pocos accesos directos. La mayoría de opciones están escondidas en los ajustes (como el HDR), en el menú desplegable que tenemos junto al disparador o en el carrusel de modos. Desde este último, no obstante, es posible arrastrar modos de disparo a la pantalla principal de la app para acceder más rápidamente a Visión nocturna (modo noche), Retrato, Panorámica, Cámara lenta o rápida...
En lo que respecta a la calidad de imagen de la cámara trasera, podemos darle un aprobado en situaciones con iluminación favorable, aunque echamos de menos un mayor nivel de detalle. El gran angular también se comporta bien y logra corregir la distorsión de los bordes. El zoom digital es mejor no usarlo porque se pierde muchísima calidad y el macro es directamente prescindible, como en tantos otros modelos.
Ese gran angular también es el encargado de la profundidad de campo en el modo Retrato y nos permite ajustar el desenfoque del fondo en varios niveles. Si no abusamos de ese efecto bokeh, el recorte del primer plano es bastante certero y natural, pero al llevarlo al máximo, resulta un poco artificial y muestra dificultades para identificar elementos como el cabello.
Hemos comprobado que el Moto G31 sufre bastante en los contraluces, así que nuestra recomendación es mantener siempre activado el HDR activado. Primero, porque está escondido en el menú de ajustes, y segundo, porque logra rescatar bastante detalle en las zonas oscuras y el azul del cielo.
Cuando cae la luz, el Optimizador de Escenas nos sugiere automáticamente cambiar al modo Noche, pero lo cierto es que no hay mucha diferencia con el modo Foto. El ruido es demasiado evidente, aparece el efecto acuarela, los focos de luz se difuminan y el nivel de detalle y nitidez cae en picado. Salva la escena, sí, pero a modo testimonial.
Con la cámara frontal ocurre prácticamente lo mismo. Si la iluminación es buena (en exteriores y de día), obtendremos unos selfies aceptables a pesar de la sobreexposición del fondo y esa falta de detalle que también se hace evidente aquí.
La buena noticia es que el HDR se mantiene en esta cámara. La mala es que el modo Retrato recurre al software para el efecto bokeh y, si abusamos de ello, se pierde toda la información del fondo de la imagen. Además, muestra serias dificultades para identificar el cabello del sujeto y ofrece un recorte un tanto artificial del primer plano. Repetimos: mejor usarlo con moderación.
Si lo que quieres es un selfie nocturno, has de saber que aquí sí existe diferencia entre el modo Foto y el modo Noche. Al usar un tiempo de exposición más lento, este último difumina más los focos de luz, resalta las zonas claras y empasta las oscuras, hasta tal punto que parece que estamos aplicando un filtro belleza para corregir imperfecciones y tener los dientes más blancos.
En cualquier caso, no podemos decir que los autorretratos logrados de noche por el Moto G31 hayan aprobado el examen. Todos los defectos que hemos achacado a la cámara trasera (falta de detalle y nitidez, ruido que salta a la vista, efecto acuarela...) aquí se multiplican.
Moto G31, la opinión de Xataka Android
Teniendo en cuenta que el precio oficial del Moto G31 es de 219 euros, pero ya ha bajado hasta los 199 euros en la mayoría de sitios, tiene tantos detalles de agradecer como defectos a corregir. Tiene un diseño sobrio, pero cómodo, una pantalla OLED que se ve realmente bien y una autonomía que, sin llegar a los tres días que promete Motorola, sí que supera las dos jornadas si no le exigimos demasiado.
Ese Android casi puro y el sonido Dolby Atmos (aunque sin altavoces estéreo) también son puntos a su favor. En contra tenemos esa carga taaaaan desesperadamente lenta y ese rendimiento tan justo en cámaras y procesador. La conectividad 5G y una mayor tasa de refresco en la pantalla son algo que ya ofrecen varios modelos de su rango de precio, aunque no nos parecen indispensables en esta categoría.
En definitiva, el Moto G31 no fracasa estrepitosamente en ningún apartado, pero si tiene varios puntos débiles que podrían inclinar la balanza en favor de otros modelos. Sin ir más lejos su antecesor, el Moto G30, sí que contaba con carga rápida de 15 W y un panel de 90 Hz. Comprendemos que hay que hacer recortes para mantener el precio, pero los pasos hacia atrás nunca son buenos.
7.5
A favor
- La pantalla OLED ofrece una buena visualización.
- Android casi puro.
- Dos días de autonomía con 10 horas de pantalla.
En contra
- Desesperadamente lento en cargarse.
- Un procesador de 2020 que penaliza el rendimiento.
- Tanto la cámara trasera como la frontal sufren bastante por la noche.
Motorola Moto g31 (Pantalla 6.4" Full HD+ OLED, cámara triple 50MP, procesador octa core, batería 5000 mAH, dual SIM, 4/128 GB, Android 11), Gris [Versión ES/PT]
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