Cuando creíamos que la guerra de patentes se había conseguido calmar lo suficiente, nos tenemos que encontrar con un nuevo juicio resuelto de la peor manera posible, prohibiendo la venta de terminales. No es la primera vez que nos lo encontramos, pero destaca que ocurra con unos terminales tan recientes.
Esta vez la víctima ha sido Motorola, que curiosamente fue comprada y posteriormente vendida por Google por sus patentes, la que ha recibido el mazazo con la justicia de por medio. El demandante no ha sido Apple, la que suele tomar la senda de los litios para estas cosas, sino la firma de ingeniería alemana LPKF.
Tampoco ha sido por un componente relativo al software, sino a un componente de hardware, en concreto a la posición de la antena en un terminal con la parte trasera curvada y de plástico. De esta forma el juez ha decidido fallar a favor de la firma y de forma efectiva Motorola no podrá vender ciertos móviles.
En concreto se refieren al Moto X y el Moto g, dos móviles que no llevan tanto tiempo en el mercado y que sí suponen un varapalo para la empresa, quedando únicamente disponible el Moto E. Por el momento Motorola va a intentar solucionar el tema pagando una compensación o cambiando la posición de la antena, pero no es una buena noticia para la compañía.
Vía | BBC
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