Una de las consecuencias del verano, sobre todo cuando atravesamos una ola de calor, es que nuestro móvil se recaliente. Dejando al margen los sistemas de refrigeración que integran algunos modelos y los accesorios que nos pueden ayudar a enfriar nuestro móvil, también existen varios trucos que nos pueden ayudar a prevenirlo.
Pero ¿qué puedes hacer si tu teléfono ya ha alcanzado una temperatura muy elevada? Obviamente, enfriarlo lo más rápidamente posible para que no se dañe ningún componente (especialmente, la batería). A continuación, te explicamos algunos métodos que puedes probar si tienes que refrigerar tu móvil.
Trucos para enfriar el móvil
Para mantener tu teléfono y todos sus componentes a una temperatura correcta, es importante asegurarnos de que está en un lugar con condiciones óptimas para su uso: entre 0 y 35ºC, aproximadamente, y en un ambiente seco, sin humedad.
Cuando no sea posible, es muy importante que la luz solar no incida directamente en el móvil y que no sometamos al dispositivo a un uso exigente (videojuegos con alta carga gráfica o streaming de vídeo, por ejemplo.)
Dicho esto, si tu móvil ya se ha recalentado demasiado, aquí van algunos trucos para enfriarlo de forma rápida y sencilla sin tener que recurrir a un accesorio adicional:
Déjalo reposar. Una de las posibles causas de sobrecalentamiento es que el procesador esté trabajando en exceso, así que cierra las aplicaciones que estén consumiendo recursos (juegos 3D o apps que usen la cámara o el GPS, por ejemplo) y déjalo con la pantalla apagada.
Apaga completamente el móvil durante varios minutos hasta que descienda la temperatura. Es una solución un poco drástica, pero en ocasiones, no basta con tenerlo simplemente bloqueado o en modo avión para enfriar sus componentes.
Retira los auriculares y la funda o carcasa protectora del dispositivo (si es que la tiene). Este último accesorio protege el terminal de posibles golpes y caídas, pero suele retener el calor generado por el propio teléfono. Al quitarla, ayudarás a disiparlo.
No lo pongas a cargar. El móvil sube su temperatura cuando lo recargamos, sobre todo, si lo usamos al mismo tiempo. Por tanto, si tu móvil tiene suficiente batería, es mejor que lo cargues más tarde, cuando hayas terminado de usarlo y se haya enfriado. Si no, trata de evitar la carga rápida porque normalmente trae consigo picos de calor.
Ponlo en una superficie seca y fresca. El entorno puede servir también para ir bajando la temperatura del móvil, así que trata de colocarlo siempre a la sombra. También puedes probar a ponerlo delante de un ventilador o del aire acondicionado del coche, pero no se te ocurra meterlo en la nevera o en el congelador porque un contraste tan fuerte puede ser más contraproducente que el calor.
Imagen de portada | Iván Tamás (Pixabay)
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