La batería del teléfono es su componente más delicado y el que más estrés sufre por el uso diario. A menudo mayor del que debería: siempre puedes mejorar la vida útil de tu batería tratándola un poco mejor. ¿Cómo? Enumeramos cinco acciones habituales que perjudican la salud del "almacén de energía".
Con la evolución creciente de los móviles, espoleada por la necesidad de hacer las pantallas cada vez más grandes, hubo otro elemento que se vio beneficiado por el crecimiento: la batería. Encontrarnos con móviles de 5.000 mAh resulta bastante habitual. Y en todas las gamas: la delgadez no acostumbra a empeorar en exceso la capacidad de las baterías. Eso sí, aún no se ha encontrado la manera de mantener su juventud como el primer día.
La batería empieza a estropearse desde el primer día
Debes tener algo claro: por más que cuides este componente, no podrás esquivar lo que es inevitable. Por las características químicas de los elementos que componen las baterías, estos van degradándose según fluye la energía; tanto del cargador a la batería como desde dicha batería al resto de las partes del móvil.
Es cierto: las baterías tienen fechas de caducidad. Ahora bien: cuidarlas, mimarlas, intentar que no se degraden más de lo necesario, supone beneficiarse de mayor tiempo a su lado. Por ello, conviene que conozcas todas esas acciones habituales que van poco a poco minando la vida útil de tu batería.
Nunca la dejes descargarse por completo
Esto es vital ya que supone uno de los mayores riesgos para la batería: no la dejes bajar del 20 % de carga. Al menos, procura que no pase, tampoco ocurre nada porque alguna vez apures si no consigues llegar a tiempo al cargador.
Aparte de no dejarla descargarse por debajo del 20 %, lo que jamás tienes que hacer es mantener el móvil apagado varios días cuando éste murió con el 0 % de batería. Los móviles no se descargan por completo ya que, aunque se apaguen al llegar a ese 0 %, siempre retienen algo de energía para funciones vitales. En el caso estar completamente vacía durante mucho tiempo podría perder una gran capacidad de carga, incluso no volver a funcionar.
Evita cargarla completamente
Sabemos que lo habitual es conectar el móvil al enchufe y sacarlo cuando se encuentra al 100 %, pero conviene que no lo cargues hasta ese nivel: con el 80-85 % es suficiente. Cargar la batería siempre al máximo no es tan peligroso como mantenerla sin carga, pero sí va minando poco a poco su rendimiento.
Gran parte de los fabricantes incorpora actualmente una medida de seguridad que evita cargar los móviles por encima del 80 %, también permiten cargar ese pico final justo cuando vas a usar el teléfono. Nuestra recomendación es que actives estas medidas de seguridad.
El calor es otro de los grandes enemigos de la batería
La degradación de los componentes internos de las baterías se acelera con el calor. Esto es más notorio en verano, como es obvio: debes procurar que a tu móvil no le suba en exceso la temperatura. Si notas que está demasiado caliente al tacto (casi con la sensación de quemar) deja de utilizarlo.
El calor elevado y sostenido resta vida útil a la batería. Con esta premisa en mente, evita jugar a títulos pesados mientras cargas el móvil, no lo uses en exceso en exteriores si hace sol y calor, vigila que no tengas aplicaciones que se hayan atascado en segundo plano y no guardes el teléfono en entornos donde acostumbren a subir los grados en exceso.
Carga rápida sí, pero con moderación
Las mejoras en la carga rápida han logrado que cargar el móvil en menos de media hora no sólo sea posible, también habitual. Incluso han llegado los cargadores ultrarrápidos a los móviles baratos, no resulta extraño encontrar teléfonos de 200 euros con carga superior a 50 W. Esto es una enorme ventaja para ti que te recomendamos aprovechar, pero no está de más reservar la carga rápida para las ocasiones en las que necesites tener el móvil cargado en poco tiempo.
Los fabricantes han mejorado los componentes de las baterías, cargadores y cables; regulan los voltajes y amperajes para que la carga rápida se aplique sólo a los porcentajes que garantizan la seguridad de las baterías (por encima del 80 % van mucho más lentos, por ejemplo). Aun así, subir la potencia de carga genera estrés en las partes internas de la batería, resulta inevitable; lo que disminuye poco a poco su vida útil.
Bajo nuestra experiencia, lo mejor es utilizar un cargador de baja potencia en la rutina diaria y hacer uso de la carga rápida sólo cuando haya que salir de casa y no se tenga demasiado tiempo para recargar el teléfono. Es más: si tienes carga inalámbrica nuestra recomendación es que utilices un cargador Qi de 10 W como máximo. No genera apenas calor extra, mantendrás la vida útil de tu batería y también la del conector USB.
Protege la batería, pero sin obsesionarte
Recuerda que todos los consejos anteriores son recomendaciones que afectan a la batería, pero también a tu uso del teléfono. Y éste debe ser un dispositivo que te ayude, no que te provoque inconvenientes. Por tanto, cárgalo como necesites y úsalo en la medida que te haga falta. Y, siempre que puedas, protege su batería. Vivirá más tiempo.
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