Fue el 8 de noviembre cuando Samsung anunció el lanzamiento de su nueva capa de personalización, One UI, la evolución de Samsung Experience que, a su vez, fue la evolución de la archiconocida Touchwiz. Con esta nueva versión, Samsung ha cambiado por completo su filosofía de diseño, apostando por unas líneas similares a las de Material Design 2.
Hasta el momento se encontraba en fase de pruebas, pero con la llegada de Android 9 Pie oficial a los Samsung Galaxy Note 9 y Galaxy S9+, One UI se ha convertido en una versión estable que ya hemos podido probar. Así pues, procede destacar algunos de los elementos principales de la nueva capa coreana que, todo sea dicho, viene con algunos añadidos muy interesantes.
Un nuevo diseño
Lo primero que salta a la vista es el nuevo diseño. Samsung ha dejado atrás la clásica disposición en cajas rectangulares apiladas para pasarse a las curvas propias de Material Design 2. Todo es más redondeado, más elegante, con colores más planos e iconos más minimalistas.
Es curioso lo complicado que es encontrar una sola esquina en toda la interfaz. De hecho, solo las hemos detectado en la galería y porque la miniatura de las imágenes es cuadrada. Todo lo demás se ha redondeado, algo que tiene sentido en un dispositivo como el Note 9, cuyas esquinas físicas están también redondeadas. La nueva estética sienta muy, pero que muy bien.
Lo importante se ha puesto más a mano
Con la llegada, o más bien, con la creciente penetración de smartphones con paneles en formato 18:9 y 19:9, la pantalla se ha hecho más alargada, dificultando en algunas ocasiones llegar a los ajustes situados en la parte superior con una sola mano. En el Samsung Galaxy Note 9, que tiene una pantalla de 6,4 pulgadas, esto se hace realmente evidente.
Tiene sentido, por tanto, que la firma coreana haya apostado por poner los ajustes más a mano. Así pues, casi todas las aplicaciones del sistema se han rediseñado para que los elementos interactivos aparezcan abajo y no arriba, permitiendo el uso con una sola mano. En pocas palabras, la mitad superior de la pantalla sirve para mirar, la mitad inferior para interactuar.
Es un cambio que se nota a primera vista. Poder usar toda la pantalla del Note 9 con una sola mano y, más concretamente, poder acceder a todo con el dedo pulgar, es algo que se agradece.
Menús más grandes y aplicaciones más simples
Otro aspecto importante que destaca en One UI es que la interfaz se ha simplificado. Ahora es más limpia, todo está más ordenado y el tamaño de la letra, así como el de los cajones como tal, ha aumentado. Asimismo, las opciones de uso frecuente, como podría ser el modo de sonido o el tono de llamada en el apartado "Sonido y vibración" se han puesto más arriba para que sean más accesibles. También es evidente el cambio en el apartado "Notificaciones".
La idea de esto es que no tengas que invertir más tiempo de la cuenta buscando un ajuste. Si quieres cambiar el bloqueo de la pantalla, lo normal es que haya un apartado llamado "Pantalla de bloqueo" y que el primer acceso sea "Tipo de bloqueo de pantalla". Es una ruta sencilla de recordar y que facilita a un usuario nuevo la localización de los ajustes.
Otro punto interesante es que One UI ha sido desarrollado para ayudar a concentrarse en la tarea que se esté haciendo en ese momento. El ejemplo lo tenemos en la aplicación de teléfono. Cuando la abres, lo único que aparece es el marcador y el botón de llamar, y no es hasta que has marcado los números cuando aparecen la opción para hacer videollamada o la lista de contactos.
El modo oscuro ha llegado para quedarse
Sí, por fin tenemos un modo oscuro implementado de forma nativa en la interfaz de Samsung. Este viene desactivado por defecto y cuando se habilita afecta a toda la interfaz, ya sea la app de ajustes, la galería, el reloj o la cortina de notificaciones. Todo se vuelve negro, de forma que resulta más cómodo usarlo cuando hay poca luz o es de noche.
Aquí, claro está, el Samsung Galaxy Note 9 saca pecho con su pantalla OLED. El modo oscuro apaga por completo la interfaz, destacando los accesos con un tono más grisáceo. Por ponerle una pega, la legibilidad de la pantalla se reduce ligeramente, puesto que el contraste de letras blancas sobre fondo negro es menor que el de letras negras sobre fondo blanco.
Eso sí, no afecta a las aplicaciones de terceros. WhatsApp, por ejemplo, sigue siendo completamente blanca y verde y Facebook blanca y azul. Para tener modo oscuro en ellas habrá que esperar a que los desarrolladores lo implementen. Telegram, por ejemplo, ya lo tiene.
Algunos cambios menores e igualmente interesantes
Si bien los cuatro puntos anteriores son los que más destacan, One UI y Android 9 Pie añaden algunos cambios menores que merece la pena destacar. Uno de ellos es el rediseño de la multitarea, que se ha adaptado a lo que marca Android 9 Pie puro. También se ha rediseñado la pantalla de bloqueo para que las notificaciones, en lugar de aparecer en tiras, se escondan en un apartado bajo la fecha que las despliega al ser pulsado por el usuario.
También se han añadido nuevos estilos de reloj para Always on Display, un modo de optimización de escenas en la cámara (una especie de Inteligencia Artificial como la que vemos en otros dispositivos de otras marcas) y algo muy interesante: ya no es necesario una DeX Station para usar Samsung DeX. Con un cable HDMI compatible es suficiente.
En conclusión, podemos decir que One UI es una revolución de la capa de personalización de Samsung. Es una capa que apuesta por la usabilidad y por facilitarle al usuario la tarea de interactuar con su dispositivo. Es un cambio lógico viendo el rumbo que está cogiendo el mercado y Samsung lo ha sabido interpretar muy bien.
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