¿Cuánto sabe Google Maps de ti? Las imágenes de satélite sirven para espiar, pero tiene dos problemas

¿Cuánto sabe Google Maps de ti? Las imágenes de satélite sirven para espiar, pero tiene dos problemas

  • Apps como Google Earth ofrecen imágenes por satélite, pero no están actualizadas

  • La imagen que muestra la aplicación podría ser de hace varios años

1 comentario Facebook Twitter Flipboard E-mail
Portada Piscina Google Maps

El uso de imágenes por satélite es habitual en las operaciones del ejército o en los gobiernos, como lo que le ocurrió a un ciudadano francés: descubrieron su piscina analizando las fotos por satélite. Y nos surgió una pregunta: ¿podríamos hacer lo mismo usando apps como Google Maps o Earth? Lo cierto es que sí, aunque con muchos matices.

Actualmente estamos acostumbrados a saber cómo es un sitio a base de abrir nuestro Google Maps y pulsar en la capa de satélite (también en Street View). Las imágenes captadas desde el espacio permiten visitar casi cualquier parte del globo con una facilidad y realismo que no habríamos imaginado hace treinta años. Encima gratis, que también hay que valorarlo, porque un satélite implica una inversión de cientos de millones. Tener una cámara aérea está a unas pulsaciones de distancia.

Si no buscas una zona clasificada, tendrás una imagen por satélite

Mapa Satélite Barcelona

Empresas como Google incluyen en sus aplicaciones de cartografía imágenes obtenidas por satélite y unidas entre sí de manera precisa para cuadrar tanto los planos como las fotos aéreas (excepto en China, claro). Esto permite viajar a cualquier parte sin levantarnos de la silla. Y «espiar» cualquier casa como si fuéramos un James Bond de baratillo.

Podríamos pensar que, si un gobierno tiene acceso a imágenes por satélite para vigilar a sus ciudadanos, ¿por qué no podemos hacer nosotros lo mismo si hay apps que ofrecen esa información? A grandes rasgos el paralelismo existe, no en vano en ambos casos se utilizan imágenes cenitales obtenidas por un satélite que orbita la Tierra. Aunque hay dos diferencias clave:

  • La definición de la imagen. Las aplicaciones civiles no ofrecen imágenes por satélite de excesiva resolución. Sí, seguramente podamos detectar la piscina que extiende un vecino si ésta es muy grande, pero no si la construcción es de reducidas dimensiones.
  • La actualidad de las imágenes. Un gobierno tiene acceso a imágenes en tiempo real (o casi, dependerá de cuándo pase el satélite por la zona de vigilancia), en una aplicación para móviles dichas imágenes pueden tardar años en actualizarse.

Sí, podríamos comprobar si nuestro vecino se ha hecho una piscina y la ha llenado a pesar de las restricciones de agua. Incluso podríamos saber si aparca el coche delante de la puerta cuando no estamos. Pero tendría que darse la casualidad de que la imagen mostrada por la aplicación coincidiera con la fecha en la que se produjeron los hechos.

Empresas como Google utilizan una combinación de proveedores para mapear por satélite toda la Tierra, resulta casi imposible escapar de su ojo de Gran Hermano. Y decimos casi porque existen zonas donde los mapas por satélite se difuminan, áreas clasificadas a las que resulta imposible acceder desde Google Maps (instalaciones militares, prisiones, infraestructuras críticas...). Si no vivimos en una de esas áreas «secretas», nuestra casa será accesible por cualquiera que abre la vista de satélite.

La frecuencia de actualización es la clave

Airbus Satélites Constelación de satélites de Airbus destinada a la cartografía. Imagen de Airbus

De poco sirve una imagen por satélite tomada hace siete años, por ejemplo, al menos si lo que queremos es ver algo reciente. Aunque no existe una frecuencia homogénea de actualización: dependiendo del área del mapa, Google refresca las imágenes por satélite cada pocas semanas, meses o años. En las zonas más pobladas la frecuencia de actualización es mayor, éstas son más fiables a la hora de visibilizar cambios en superficie.

Sí resulta posible obtener imágenes por satélite recientes, actualizadas y de alta resolución. Pasando por caja

¿Cómo obtienen los gobiernos su cartografía satelital? Igual que Google, acudiendo a las empresas que poseen satélites y que distribuyen el contenido capturado. Y también podemos hacerlo nosotros: por ejemplo, Airbus dispone de una constelación de satélites propia que vende imágenes a gobiernos, empresas y particulares. Incluso nosotros mismos podríamos obtenerlas; con alta resolución de hasta 30 cm.

Sería difícil encontrar una piscina construida recientemente a través de Google Maps o Google Earth, todo depende de si vivimos en un área donde Google actualice con cierta frecuencia y que el refresco de las imágenes por satélite sea lo bastante reciente. Aunque esa misma piscina seguro que no puede escapar de un gobierno que busca defraudadores del catastro.

Imagen de portada | Iván Linares

En Xataka Android | La batería de OnePlus que abre "una nueva era" ya está aquí. Promete conservar el 80% de su capacidad tras cuatro años

Inicio