Gracias a su serie Galaxy A, Samsung parece haber encontrado un buen filón en el mercado de la gama media, en el que tiene mucha más competencia de la que va a encontrar con su modelo puntero de cada año. La posición de marca se ha convertido en un aspecto tan importante como el propio hardware para un buen grupo de consumidores, pero no era suficiente como para compensar los trabajos pobres de los Galaxy Mini ni la mala fama de los Ace.
Tan bien tuvo que ir el cambio de rumbo que para este año, los surcoreanos han recurrido a una actualización de los cuatro modelos de la serie sin cambiar ni siquiera su nombre. Nuestros compañeros de Xataka nos ofrecieron su análisis del Samsung Galaxy A5 2016 y ahora nos toca el turno de pasar la lupa al modelo más pequeño y sencillo, el Samsung Galaxy A3 de 2016.
Especificaciones técnicas del Samsung Galaxy A3 (2016)
Aunque el continuismo está ahí, hay bastantes cambios entre la primera y la segunda edición de este modelo. Más allá de la esperada actualización de diseño, de la que hablaré un poco más adelante, la versión de 2016 mejora solo un poco todo lo que ofrecía la de 2015, aunque en ningún caso estamos hablando de un cambio de categoría o de una asimilación de tecnologías más modernas.
SAMSUNG GALAXY A3, PRINCIPALES ESPECIFICACIONES | |
---|---|
Dimensiones físicas | 134,5 x 65,2 x 7,3 milímetros |
Pantalla | Super AMOLED de 4,7 pulgadas |
Resolución | 720 x 1280 (312 ppp) |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 410 de 4 núcleos a 1,5Ghz |
Procesador gráfico | Adreno 306 |
RAM | 1,5GB |
Memoria | 16GB (ampliables con tarjetas microSD) |
Sistema Operativo | Android 5.1 Lollipop |
Conectividad | Wi-Fi 802.11 b/g/n 2.4GHz, Bluetooth 4.1 |
Cámara Trasera | CMOS 13 megapíxeles y apertura f/1.9 con flash |
Cámara Delantera | CMOS 5 megapíxeles y apertura f/1.9 |
Batería | 2.300 mAh no extraíble |
Otros | Lector NFC |
Precio de referencia | 299 euros |
Un ejemplo claro de esa pequeña modificación punto a punto está en su capacidad de proceso. Ambos modelos se olvidan de los modelos de la casa Exynos y monta el SoC más modesto Qualcomm Snapdragon 410 de 64bits, pero con un aumento de velocidad del reloj hasta los 1,5GHz en el nuevo procesador. También hay un incremento de RAM, desde 1GB hasta 1,5GB, más que necesario para no quedarse muy limitado, especialmente en una época en la que se empieza a exigir un mínimo de 2GB para poder estar al día.
No hay cambios ni en su gráfica, la Adreno 306, ni en los 16GB de capacidad de almacenamiento, pero sí en la posibilidad de expansión mediante microSD, porque de un tope de 64GB pasamos al doble, 128GB.
Sin embargo, Samsung sí ha optado por mantener los elementos periféricos del hardware. Comenzando por la pantalla Super AMOLED, ligeramente estirada hasta las 4,7 pulgadas frente a las 4,5 del año pasado. A cambio, le han dado un grado más de resolución que resulta en un incremento de los píxeles por pulgada.
Algo más de potencia y una mejoría en la pantalla han requerido un aumento de la batería. Pero también es mínimo, de 1.900 mAh a 2.300 mAh, como si lo hubieran hecho justo para compensar. Ya veremos más adelante si es suficiente o si se queda corto.
Tampoco hay ningún extra adicional, ni siquiera el lector de huellas que tan de moda se está poniendo en los últimos meses y que, por tanto, podría haber marcado mejor las diferencias entre modelos. Se aprecia, es cierto, una mejora en la cámara, tanto en la resolución como en la apertura.
El Samsung Galaxy A3 de 2016 se presenta con su aspecto elegante y definido, propio de "los mayores", pero tiene lo justo para competir. Ahora que parece que el tamaño también importa por lo pequeño, este móvil llega a un espectro poco concurrido.
Diseño clase S en metal pesado
Como ya ocurrió con la primera hornada, todos los modelos de la serie A de 2016 tiene un diseño idéntico. En este caso, el estilo escogido es una adaptación casi clónica de su gama alta del año pasado, del Galaxy S6. De esta forma consiguen reciclar un diseño asociado a lo mejor sin comprometer la innovación de su clase S del año en curso.
Donde más se nota es la parte trasera y en los contornos. Si miras ambos por debajo apenas notas diferencia, excepto por la colocación del micrófono justo al lado de su único altavoz. No es una buena posición y lo acabarás tapando con el dedo al jugar o ver vídeo. Hereda sus tres botones metálicos a ambos lados, de recorrido corto y clic firme. Aunque se diferencia en la bandeja para las tarjetas porque en este pequeño modelo la microSD y la microSIM se colocan en columna y no en fila.
Por detrás su superficie plana solo se curva ligeramente en los bordes y está rematada por una capa de cristal Gorilla Glass 4 que aporta empaque pero bastante suciedad. Sobresale y mucho el marco de su cámara, con forma cuadrada con las aristas redondeadas. Junto a él, un pequeño flash de la misma forma que lo distingue del doble alargado del Galaxy S6. La cámara llega bastante más allá que el marco del teléfono y eso es un riesgo para los rayones. Y, aunque apoyado queda bastante estable, se balancea y se desliza un poco si se hace algo de presión en algún borde.
Su cara delantera es marca de la casa, especialmente por ese gran botón central de menú, ligeramente resaltado en volumen y también en todo gracias a un reborde cromado. Su pantalla de 4,7 pulgadas exprime al máximo sus pequeñas dimensiones, una ratio de aprovechamiento de frontal que se agradece especialmente en dispositivos pequeños.
En la galería tenéis algunos ejemplos de los efectos de la aplicación, la diferencia entre aplicar y no aplicar HDR o la captación de luz en función del punto enfocado.
Elegante y fino, compacto y sólido, incluso robusto gracias a su cuerpo metálico unibody y sus revestimentos cristalinos. Sin embargo paga un precio, el de los 132 gramos de peso. No es demasiado, inferior al de los teléfonos grandes, pero cae muy directo en un terminal pequeño y te deja con la sensación constante de que pesa mucho.
Buena pantalla, resolución justa
Los paneles Super AMOLED son capaces de dar buen resultado en pantalla grande como la de una Galaxy Tab y también en la pequeña de un smartwatch. En este caso, la suya de 4,7 pulgadas nos recuerda más bien a otra era de las pantallas de alta calidad.
Quizá sea por adaptarse a su tamaño o tal vez por ahorrar, pero el Galaxy A3 alcanza solo resolución HD, 1.280 x 720 píxeles, frente a la FullHD del resto de su serie. Es suficiente para ofrecer una densidad de 312 puntos por pulgada que se traduce en nitidez de imagen buena, más que correcta, aunque tampoco excelente. Sufre si lo comparamos con los mejores, pero no hay que perder de vista que estamos ante un pequeñín de gama media, y entre sus rivales sí se coloca en lo alto de la tabla.
En lo que sí es completamente fiel a su nombre es en la exposición de los colores, vivos y potentes, algo saturados como nos tiene acostumbrado este tipo de panel. Qué mejor forma de sacarle las virtudes que una partida a Rayman Adventures, para que los diseños animados del motor UbiArt se expresen de la mejor forma posible.
No anda muy sobrado, sin embargo, en cuanto al nivel de brillo. La iluminación máxima. No es un problema de amplitud, ya que parte de unos valores iniciales muy bajos que son muy útiles para la lectura en situaciones de gran oscuridad, pero su tope máximo es corto. Eso sí, gracias a la calidad de la pantalla no hay ningún problema en utilizar el móvil bajo cualquier condición de iluminación, incluso bajo el sol de mediodía. Por claridad de imagen y por ausencia de brillos, no tanto por la resistencia a las manchas.
Rendimiento y benchmarks del Samsung Galaxy A3 (2016)
Aquí va uno de los datos curiosos. Este que parecía el año del relanzamiento de los Exynos, para el Galaxy A3 de 2016 Samsung ha decidido mantenerse con el veterano SoC Snapdragon 410 de Qualcomm. Como ya hemos visto no es la misma versión que monta el modelo de 2015.
Samsung Galaxy A3 (6) | Samsung Galaxy A5 (6) | Motorola Moto G (Gen. 3) | |
---|---|---|---|
AnTuTu | 36.390 puntos | 43.203 puntos | 22.406 puntos |
Quadrant | 14.764 puntos | 18.721 puntos | 11.583 puntos |
Geekbench 3 (single / multi) | 692 / 2.154 puntos | 989 / 2.593 puntos | 533 / 1.640 puntos |
Sorprendentemente, solo con eso, la gráfica Adreno 306 y 1,5GB de RAM tiene más que de sobra. El pequeño de la serie A está bien equilibrado y logra dar un rendimiento de uso bueno. Va más que fluido en la apertura y gestión de todo tipo de aplicaciones y rápido en el arranque y el apagado, sobre todo teniendo en cuenta que tiene que cargar con todo el peso de la IU Touchwiz de Samsung.
El pequeño de la serie A está bien equilibrado y logra dar un buen rendimiento para el uso cotidiano.
Puede casi sin apuros con juegos, aplicaciones de ofimática y reproductores alternándose en la multitarea al mismo tiempo que se realizan otro tipo de procesos en segundo plano, como descarga e instalación de actualizaciones. Aunque sufre un poco en juegos de gran carga poligonal como Asphalt 8 o Moder Combat 5, más allá de unos segundos de retraso previsible en la carga y descompresión, apenas hay algunas ralentizaciones o caídas de fps.
Un dato que puede ser contradictorio es el de los 16GB de memoria disponible, que con todo lo que trae instalado de serie se quedan en poco más de 10GB libres. Al apuntar hacia la gama alta puede tratarse de una cantidad escasa, pero si lo comparamos con la gama media no es un dato extraordinario, es más bien normal. A diferencia del modelo de 2015, este permite ampliar la capacidad de datos hasta los 128GB.
Teníamos la duda de hasta dónde iban a llegar con sus 2.300mAh de batería y la respuesta es muy positiva. Es capaz de aguantar más de seis horas de uso a pleno rendimiento, con reproducción de vídeo y audio, sesiones de juego, trabajo con excel y uso de la cámara de fotos. Todo esto, con el brillo de la pantalla al máximo. Y se muestra aun más eficaz cuando se hace un uso ligero de él, como la navegación o la mensajería, o cuando está en stand-by.
Hay que esforzarse mucho para fundirse toda la batería en un solo día y no habrá problema en aguantar un par si darle demasiado uso. Lástima que no incluya fast charge y tarde más de una hora en reponerse por completo.
Con Lollipop pero sin exceso de Touchwiz
Aunque siempre se ha dicho que toda la serie Galaxy A de 2016 va a recibir actualización a Marshmallow, acabando marzo aun seguimos con Android 5.1.1 Lollipop. No es una buena carta de presentación para unos terminales que se suponen que vienen a remendar los errores del pasado.
Touchwiz ya no es lo que era, en el buen sentido. Al menos ya no es ese set pesado de aplicaciones que no te deja manejar tu teléfono a gusto. Pero Samsung sigue empeñada en meterte por los ojos todo sus set de aplicaciones y no duda en buscar cualquier oportunidad, como el widget autopromocional Galaxy Essentials que viene por defecto. No es gran cosa y se elimina a la mínima, pero a mi me molesta pagar cientos de euros por un terminal para que encima venga con publicidad descarada.
Otra cosa es que algunas de sus apps merezcan la pena. Por ejemplo, S Voice mejora a Google Now en la posibilidad de despertar al teléfono cuando está bloqueado. Además trae sus propias apps de calendario, tienda, mensajería, cámara o galería. Pero otras típicas como S Healt no vienen instaladas por defecto. Sí lo están las de Microsoft, tanto el paquete Office básico como Skype, y las habituales de Google. Lo mejor es que prácticamente todo es desinstalable o desactivable.
A mi ni me gusta el wallpaper ni el set de iconos de esta versión de Touchwiz, pero en la tienda hay multitud para escoger, gratis o de pago. A pesar de poseer cajón de aplicaciones, por defecto todas las descargas se van repartiendo por el escritorio. Y no precisamente de forma discreta, en la última página; al contrario, van ocupando las posiciones preferentes.
Como ya hemos visto en otros modelos, esta versión de Touchwiz invita a configurar tanto los ajustes rápidos del menú de notificaciones como su propia serie de ajustes rápidos en el menú de ajustes. Es incluso más fácil que con otros launchers y eso se agradece porque te ahorra mucho tiempo si, por ejemplo, eres un maniático del ahorro de batería como yo.
De nuevo, la línea de software del Samsung Galaxy A3 de 2016 es conservadora, tanto que ni siquiera está al día con Android 6.0. Pero al menos está suficientemente adelgazada como para no entorpecer el funcionamiento del teléfono y comportarse con total fluidez excepto por alguna transición pesada.
Cámaras para aprovechar en momentos puntuales
Si hay que buscar un punto débil a este smartphone en comparación con los mejores es su cámara principal, más propia de esa gama media. Su lente de 13 megapixéles (para capturas en 4:3, para hacerlas en 16:9 el máximo son 9,6 megapíxeles) solo se comporta de forma óptima cuando la iluminación a su favor. Sin embargo, pierde gran cantidad de detalle en el área que queda fuera de la zona de enfoque.
El sistema de autoenfocado y de disparo es rápido, pero es incapaz de captar cualquier objeto en movimiento en distancias cortas, aunque se mueva despacio. Este es un ejemplo entre varios, con Nela caminando hacia mi posición a un ritmo normal mientras espero completamente quieto.
Bastante mejor está la cámara frontal, especialmente si se compara con las que suelen ofrecer los móviles de gama media. Supera en calidad de imagen y el efecto de posprocesado de belleza se aplica de forma rápida y efectiva. Eso sí, es el único modelo de la serie Galaxy A sin flash delantero.
Más conocida es la aplicación de la cámara porque es la misma que trajo el Samsung Galaxy S6 / S6 Edge. Ágil, rápida y con todas las opciones fáciles de encontrar, tanto las modificaciones del modo profesional, aunque falta la velocidad de obturación, como los efectos que trae de serie, solo los más básicos. Como los Marshmallow, permite lanzar la aplicación con doble clic en el botón lateral de encendido.
La opinión de Xataka
Me preguntaba al principio si, sin saberlo, Samsung había construido un teléfono pequeño pero de calidad con el que competir también cara a cara con iPhone en un segmento que parece volver a entrar en juego, no por dimensiones sino por ser el pequeñín de cada casa (en calidad decente). En el momento de escribir este texto aun no sabemos qué rendimiento está dando el teléfono de Apple, pero sí podemos decir que este da unas prestaciones buenas.
Por esos 299 euros que cuesta ofrece un diseño, una pantalla y una batería de primer nivel, con un rendimiento y una resolución solo un peldaño por debajo. En su segmento se va a ver mejorado tanto en cámara como en software, porque por muy liviano que sea Touchwiz no es de recibo presentarse a estas alturas con Android 5.1. La experiencia global es satisfactoria y junto al A5 forman un dúo muy recomendable para quien quiera tener Samsung como sinónimo de calidad pero no esté dispuesto a gastarse lo que cuesta la serie S.
8.0
A favor
- Consumo muy ajustado que alarga mucho la vida de la batería
- Una Super AMOLED pequeña que no desluce nada
- Diseño afinado que hace muy accesible la pantalla
- Respuesta muy fluida en todo tipo de situaciones
En contra
- Sensación de peso excesivo en la mano
- Estancado en Android 5.1
- La cámara solo responde bien en condiciones óptimas de iluminación
Ver 10 comentarios