Qué fue del Samsung Galaxy Note: el gigante que fue engullido por su propio hermano

Qué fue del Samsung Galaxy Note: el gigante que fue engullido por su propio hermano

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qué fue de Samsung Galaxy Note

Actualmente, Galaxy Note puede que no sea una marca tan importante como lo fue hace no tanto tiempo, pero si tienes uno de estos modelos, sobre todo uno de las últimas generaciones, seguro que sigues mirando tu móvil con fascinación. El motivo es que, tanto sus cámaras como su pantalla y, sobre todo, diseño, siguen muy de actualidad, pese a que han pasado años desde los Galaxy Note 10 y Galaxy Note 20.

No vemos un nuevo Galaxy Note desde agosto de 2020 y todo apunta a que no los volveremos a ver, al menos por una temporada. Ahora en agosto salen los plegables de Samsung, pero el Note, realmente, sigue muy vivo en los Galaxy S Ultra. A continuación, vamos a repasar la historia de los Samsung Galaxy Note, sus logros, su diseño futurista y, sobre todo, qué pasó con esta familia.

Un gigante en la época de las 4,5 pulgadas: el 'phablet'

Galaxy Note El primero

Y, como toda historia, toca comenzar por el principio. El 2010, Samsung lanzó el Samsung Galaxy S i9000. No fue el primer Galaxy, pero sí el que inició una dinastía que se convertiría en la mayor rival del iPhone en la gama más premium tanto del momento como de la actualidad. Fue un móvil muy interesante, pero si destacó por algo fue por su pantalla SuperAMOLED de 4 pulgadas.

Cuatro pulgadas y era un panel bastante grande para la época, realmente. Ahora no vemos esa diagonal ni en los móviles compactos. Un año después llegó el Galaxy SII con una pantalla algo mayor, de 4,3 pulgadas, y unos meses más tarde, también en 2011, Samsung sorprendió a todos con su primer 'phablet'.

Este término, que ahora suena a chiste y enseguida verás el motivo, se acuñó para referirse a los móviles con pantalla casi de tablet, pero con características de teléfono móvil. ¿De cuánto era la pantalla del primer Galaxy Note? De 5,3 pulgadas. Actualmente, tenemos móviles de cualquier gama que tienen una diagonal de 6,7 pulgadas y los móviles compactos como el iPhone 13 mini o el Asus Zenfone 10 tienen diagonales de 5,4 y 5,9 pulgadas respectivamente.

Pero bueno, en su época, el Galaxy Note era enorme y el hardware acompañaba. Además, no sólo se justificaba la existencia del Note con esa diagonal de pantalla, sino también con el lápiz. Todavía no era el S-Pen, sino un lápiz fabricado por Wacom que necesitaba una tecnología especial dentro del móvil para funcionar y, además, se podía guardar en el interior del móvil.

Original 13 El Galaxy S6 Edge+ empezó a adelantar a los Note

En diseño, era como un Galaxy SII, pero más grande y, generación tras generación, la pantalla fue creciendo. 5,5 pulgadas para el Galaxy Note II con función para dividir la pantalla y aprovechar esa generosa diagonal; 5,7 pulgadas para el Galaxy Note 3 con una potencia brutal; Galaxy Note 4 con pantalla también de 5,7 pulgadas, pero QHD y aprovechando mejor el frontal y un Galaxy Note 5 que mejoró todo lo anterior y que no se lanzó en Europa.

En nuestro territorio tuvimos el Galaxy S6 Edge+, un móvil con un diseño bastante más refinado y que parecía sustituir, realmente, a los Note porque también contaba con una pantalla de 5,7 pulgadas. Es decir, los Note, más allá del pencil, parecía que ya no tenían mucho sentido. La historia se repitió años más tarde, pero ya llegaremos a eso.

Samsung Galaxy Note 7, el móvil que duró cuatro meses en el mercado

Tras saltarnos una sexta generación, quizá por tema de nombre para igualar la familia Galaxy S y la familia Galaxy Note, llegamos al Galaxy Note 7. Creo que este no necesita presentación y no nos vamos a ensañar con él porque la historia es de sobra conocida. Resumiendo: por fallos en la batería, podía llegar a explotar de manera espontánea.

Era un telefonazo que pude probar en su día (sin secuelas para mis manos) y que destacó tanto por la calidad de su pantalla como por un diseño más a lo Galaxy S Edge+ y, sobre todo, su color negro elegante. Era muy potente, cargaba en “sólo” 90 minutos y, como digo, explotaba.

Pocos días después de ponerlo a la venta, Samsung empezó a recibir informes de que su teléfono tenía fallos que podían provocar incendios o explosiones. Se montó la mundial con aerolíneas que no permitían llevarlo a bordo y los coreanos tuvieron que lanzar una reedición que tampoco era 100% segura.

Fue un puñetazo bestial a la imagen de la compañía debido a noticias de vuelos que no podían despegar porque salía humo de una unidad y Samsung inició una campaña para borrar toda la polémica de la red, reportando los vídeos de usuarios en YouTube. Evidentemente, no sirvió de nada y, poco después, la compañía anunció que ya habían recogido el 96% de las unidades vendidas para que las aerolíneas y otros lugares quitaran el aviso de peligro y, por tanto, se dejara de la imagen de Samsung.

¿Qué pasó si no lo devolvías? Que Samsung lanzó una actualización que 'brickeaba' los Note 7. Es decir, los desactivaba por completo. El Galaxy Note 7 se convirtió en un meme e, incluso, en GTA se hizo un MOD para lanzar estos móviles en lugar de granadas de mano.

Un paso hacia el todo pantalla y el S-Pen 'smart'

S-Pen

Samsung recicló todas las partes que podía de los Galaxy Note 7 y, un año después, lanzó el Galaxy Note 8. Como promoción, y para lavar la imagen del desastroso Note 7, Samsung regaló un Note 8 a los pasajeros de un vuelo de Iberia y, básicamente, la nueva versión era un Galaxy S8 con pantalla de 6,3 pulgadas y un diseño parecido al del Note 7, pero estirando todavía más la pantalla.

Esto prácticamente eliminaba los laterales, pero también reducía al máximo tanto la barbilla como la zona superior, dejando espacio para los sensores, cámara y auricular. Era un móvil precioso, pero que tampoco pasó a la historia por una característica rompedora. Sí se habló muchísimo de su precio.

Tenía doble cámara, un pantallón y era muy premium. Ese carácter de gama más TOP se tradujo en un precio de 1.010,33 euros. Sin redondear ni nada, más de 1.000 euros que suponía un aumento de prácticamente 100 euros respecto al Galaxy S8+ y que estandarizó ese precio para la gama premium.

El Galaxy Note 9 mantuvo el diseño, pero su S-Pen sí cambió y, además, fue el móvil que llevó 'Fortnite' al terreno del smartphone. Parece que ha pasado una eternidad, realmente. Sobre el S-Pen, ahora se conectaba por Bluetooth y eso permitía hacer ciertas acciones que no eran posibles con los modelos anteriores.

Podía usarse como controlador remoto y se mejoró la precisión. Era un dispositivo más que se cargaba al introducirlo en el móvil y, en definitiva, el nuevo lápiz era una virguería.

El Galaxy Note 10 de 2019 sigue teniendo un diseño actual

Y llegamos a mi Note favorito no sólo porque estuve en la presentación y fue espectacular, sino porque su diseño siempre me gustó. Tras varias generaciones sin abandonar las formas redondeadas, Samsung presentó un móvil que, si lo sostienes en mano hoy día y no miras la trasera, podría pasar por un terminal actual sin problema alguno.

El Galaxy Note 10 estrenó esas esquinas puntiagudas, la barbilla era testimonial y llevaba la cámara frontal en un pequeño orificio en la parte central de la pantalla. Samsung aprovechó para estrechar lazos con Microsoft al cargar su suite en el teléfono (unos lazos que se mantienen, con características como Bing con ChatGPT para el teclado de Samsung, entre otras funciones y apps) y el S-Pen admitió los controles aéreos.

Samsung Galaxy Note 10 De frente, el Note 10 sigue siendo muy actual

Sigue siendo un teléfono precioso y, en 2020, llegó el Note 20. Se mantuvo el diseño, aunque con un reformulado módulo de cámaras traseras que, sobre todo en el caso del Galaxy Note 20 Ultra, bebía muchísimo del Samsung Galaxy S20 Ultra.

Es un terminal que sigue siendo muy actual tanto por prestaciones como por diseño y pantalla, así como por la potencia más que suficiente para cualquier tipo de tareas. El problema es que está desfasado para Samsung, por lo que no va a recibir One UI 6 basado en Android 14 y, además, fue el último Note.

¿Galaxy S Ultra o Galaxy Note?

En 2021, la familia Galaxy S siguió su curso con el Galaxy S21 Ultra como exponente, pero en agosto de ese año no tuvimos nuevos Note, sino los plegables. Se lanzaron tanto el Galaxy Z Fold3 como el Galaxy Z Flip3 y ya empezamos a escuchar rumores de que los Note, quizá, no volverían.

Con la presentación del Galaxy S22 Ultra, esos rumores se afianzaron. En 2022, la gama más premium de Samsung tomó prestado no sólo el diseño de los Galaxy Note 20 Ultra, sino también el S-Pen con el hueco interno para almacenarlo y cargarlo. Fue otro clavo en el ataúd de unos Galaxy Note que se clavó más aún cuando este año se lanzó el Galaxy S23 Ultra.

Parecía confirmarse que los Galaxy Ultra habían devorado a los Note tanto por diseño como prestaciones y, ahora, un Note no tendría sentido. Por tamaño de pantalla, a no ser que hagan una pantalla enrollable o algo así, los Note no tienen sentido porque, como decíamos, cualquier móvil tiene una diagonal enorme.

Pero es que el S-Pen ya está en los Galaxy S y en los últimos Fold, por lo que tampoco estaría justificado el lanzamiento de un nuevo Note sólo con el Pen como reclamo. Oficialmente, los Note no están muertos y, de la misma manera que nació la familia para justificar las pantallas grandes en 2011, puede que vuelva en un futuro de la mano de una nueva tecnología de pantalla.

De la forma que sea, siguen siendo móviles queridos y, como decíamos, aunque el último de la familia tenga ya tres años y no cuente con la última versión del sistema operativo, es un móvil que sigue a la última en muchos aspectos.

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