El punto de madurez de la industria del smartphone es fruto de la evolución que Android ha sufrido a lo largo de su longeva vida y sus ya nostálgicas versiones. En el camino, hemos visto algunos móviles curiosos y raros: algunos terminaron en simple experimento y otros llegaron a desarrollar cierto éxito comercial.
Un ejemplo de este tipo de smartphones es el Motorola Moto X, un dispositivo que pasó sin cosechar un gran volumen de ventas pero sentó precedente para una de las funciones más útiles que tenemos en Android: Google Assistant.
Moto X, resultado de la unión Google-Motorola
Corría el verano del año 2011 cuando una noticia hacía saltar todo por los aires, además era una que sacudía el sector de la telefonía móvil: Google compraba Motorola por una suma de 12.500 millones de dólares. La entrada en el blog oficial de la empresa de Mountain View sorprendió a propios y extraños, pero esta transacción mostraba las intenciones del gigante tecnológico.
Con esta adquisición, Google consiguió las herramientas necesarias para fabricar smartphones, además de una ristra infinita de patentes que le servirían para defender su territorio. Tuvo que pasar un buen tiempo para que viéramos el producto de esta unión: el Moto X original se presentó en agosto de 2013.
Esta primera generación, porque sí, hubo unas cuantas más después, se anunció al mundo como el primer teléfono Moto by Google, y desde el primer momento la empresa americana aprovechó la ocasión para volcar toda su tecnología en él.
Equipaba una pantalla grande -para la época- de 4,7 pulgadas, con resolución HD, y un procesador firmado por Qualcomm. El mítico Snapdragon S4 Pro que luego veríamos en otros smartphones como el Nexus 4. Además, su cámara alcanzaba una resolución de 10 megapíxeles, pero estas especificaciones no eran lo más destacado del terminal.
Lo más notable era el software, dominado por Google de cabo a rabo. Tanto el sistema operativo en sí, Android, como el soporte, venían de la mano de la empresa del buscador. Y eso fue lo que le hizo adelantado para su época, algo llamado Google Now.
No lo llames Google Assistant, llámalo Google Now
Si Google Assistant es tan popular a día de hoy es por su versatilidad, capaz de responder y actuar incluso con la pantalla apagada. Además, las nuevas habilidades de Android hacen que sirva para potenciar la interoperabilidad entre dispositivos, pero no fue siempre así.
De hecho, en sus orígenes ni siquiera se llamaba «Asistente de Google», sino Google Now. Este, era un sistema de control por voz que entendía el lenguaje natural y era capaz de responder a los comandos que el usuario introducía. ¿Te suena familiar? Sí, Google Now fue el precursor de lo que hoy conocemos como Google Assistant.
Y no, no estamos recordando mal al mezclarlo con el Motorola Moto X, porque a pesar de que no fue el móvil en el cual debutó, sí fue el primero que tenía funciones exclusivas para aprovecharlo. Google Now vio la luz en Android 4.1 Jelly Bean, presentado en el Google I/O 2012 junto al Galaxy Nexus, y como decimos, el Moto X fue el que lo potenció al máximo.
¿Por qué este Moto X y no un Nexus? Pues porque incluía funciones únicas para utilizarlo. De hecho, hizo debutar al conocido comando de "Ok, Google" que sirve para invocar al asistente, y además fue el primero en tener la habilidad de invocarlo sin tocar la pantalla. El Moto X siempre estaba atento al usuario, escuchando cada momento, para responder con la mayor brevedad posible.
Por otro lado, incorporaba otras funciones que predominan en la actualidad, como la pantalla activa o el control por gestos: equipaba sensores y un software preparado para ello. Al final, Google Now era una ventana abierta a otro tipo de control, uno que hoy en día es común y que ya no nos resulta tan sorprendente.
Podemos decir que en cierto modo, el Moto X fue el "primer Pixel" de Google, con motivo de las funciones que hemos citado, todas enfocadas desde el paradigma de lo "Smart". Este tipo de soluciones basadas en el lenguaje natural y la inteligencia artificial son las que ahora está dando alegrías a Google conforme se añaden al sistema operativo: ahí está el ejemplo de Gemini, con su aplicación nativa y con mucho ímpetu por sustituir a Assistant como asistente de Android.
En definitiva, el Moto X se adelantó a su tiempo para ofrecernos características que ahora están en todos los smartphones del mercado. Eso sí, todavía recordamos con lástima que Google vendiera Motorola. Sin duda, fue un cierre extraño para un ciclo que podría haber durado mucho más tiempo.
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