Si a algo estaba llamado a ser el Moto X, es a un terminal coherente. Con unas buenas especificaciones - si bien no punteras - hacen de este smartphone una apuesta muy equilibrada de prestaciones, rendimiento, calidad y autonomía. El problema es quizás que no lo sea tanto en materia de distribución, aunque ese es otro tema.
Cuando se lanzó el Moto X, una de las grandes pegas que tuvo estaba en su cámara, elemento que se ha vuelto tan importante en la valoración de estos dispositivos. No llegaba al nivel esperado de unas especificaciones que sobre el papel daban más por ese sensor ClearPixel.
Y es que el sensor, de 1/2.6" de tamaño, 10 Megapíxels, con píxels de 1.4µm, apertura f/2.4 y una matriz RGBC, con un píxel monocromático, prometía un buen rendimiento en condiciones de baja luminosidad que no alcanzaba.
Ahora Motorola soluciona estos problemas con una actualización de software, según reportan los chicos de Anandtech, mejorando drásticamente su desempeño en interiores poco luminosos, con un mejor procesamiento del ruido, además de en otras condiciones como exteriores donde mejora el balance de blancos y la exposición.
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