Desde la llegada del Xiaomi Mi Mix el pasado mes de octubre, hemos visto como el formato sin apenas marcos se convertía en la nueva tendencia en diseño seguida por marcas de la talla de LG con el LG G6 o, más recientemente, Samsung con su Galaxy S8.
Con el Galaxy S8, Samsung se suma a la nueva corriente que reduce los marcos que rodean la pantalla, pero manteniendo un lenguaje de diseño coherente con los modelos anteriores. Igual que en los S7, sigue habiendo un marco de metal que rodea el dispositivo y dos láminas de cristal cubriendo ambas caras, pero ¿cómo es de resistente? El conocido vlogger JerryRigEverything ha puesto a prueba la resistencia del nuevo Galaxy S8. Veamos si consigue sobrevivir una sesión de tortura.
Arañazos, fuego y prueba de flexibilidad ¿Sobrevivirá?
Como decíamos, Samsung ha mantenido un lenguaje de diseño muy en la línea de lo que conocíamos, pero no hay duda de que el Galaxy S8 supone un cambio notable en términos estéticos, aunque no tanto en materiales, que siguen siendo metal y cristal.
En el vídeo, el terminal es sometido a varias pruebas, la primera son los arañazos. Aquí el terminal sale bastante bien parado y su pantalla no se raya hasta alcanzar el nivel seis de dureza, y lo mismo sucede con la parte trasera, la cual está cubierta de cristal Corning Gorilla Glass 5.
Sin embargo, al usar una herramienta más blanda como es una cuchilla normal, hay zonas de la parte trasera que sí sufren daños. Una es el anillo que rodea la cámara, realizado en metal, y otra el lector de huellas. Parece que, además de estar colocado en una posición un tanto incómoda, el material que lo recubre es mucho más frágil.
Además, todo el marco que rodea el terminal también está realizado en metal y el acabado superficial se daña con relativa facilidad, aunque no debería presentar problemas en el uso diario a menos, claro está, que lo rasques con una cuchilla.
¿Y qué pasa si acercamos una llama de fuego a la pantalla? No es algo que vayamos a hacer en el día a día, pero es una de las pruebas habituales en los tests de este YouTuber, y por supuesto el S8 no iba a librarse.
La pantalla AMOLED empieza a mostrar una mancha blanquecina tras 30 segundos en contacto con la llama de un mechero, pero después de este tiempo el panel se recupera sin que quede ningún signo del fuego, a diferencia del S7 en el que sí quedó una marca.
Por último, el S8 es sometido a la habitual prueba de flexibilidad y aquí vuelve a salir airoso. La estructura apenas sufre una ligera flexión y ninguno de los componentes del terminal se ve afectado. Lógicamente si se usara maquinaria pesada acabaría por ceder y romperse, pero es una buena noticia que no se doble fácilmente si, por ejemplo, lo llevamos en el bolsillo y nos sentamos sobre él.
El Samsung Galaxy S8 sale bastante bien parado de esta sesión de tortura, pero a pesar de todo nosotros no prescindiríamos de una carcasa protectora, sobre todo para proteger esas esquinas ante una posible caída.
En Xataka Android | Las pantallas "rojas" del Galaxy S8 no son un defecto y se arreglan fácilmente, según Samsung
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