Google tiene un problema con el hardware. Aunque es común decir que Google es una empresa de servicios en la nube y que últimamente está haciendo intentos con el hardware lo cierto es que lleva haciendo intentos desde hace nueve años, cuando lanzó el Nexus One. Y todavía no ha dado con la tecla, a pesar de las buenas reseñas que han cosechado los Pixel. En esta ocasión con la nueva hornada Pixel 3a y 3a XL pretende cambiarlo de forma definitiva, con su alabada cámara y un precio muy ajustado.
En realidad la división de hardware no es especialmente relevante en las cuentas de Google. Es complicado saber los detalles porque lo incluyen en el apartado "Other bets", donde hay cosas como la conducción autónoma de Waymo. Lo cierto es que el último trimestre facturó 5.400 millones de dólares frente a los 36.300 del conjunto de la compañía, pero tiene pinta de que mucho de ese dinero proviene de la venta de altavoces que sí que está tirando bien. Aún así la división sigue en pérdidas. Y Google sigue con la espina clavada de que no es capaz de hacer un móvil superventas.
Pixel 3a XL, nuestro análisis en vídeo
Google y los móviles
El principal problema de Google con el hadware viene, como no, de los teléfonos móviles. Tras casi diez años intentándolo y múltiples cambios de estrategia, no acaban de ser terminales masivos. Y no es que Google no lo haya intentando. Primero, con los Nexus, tener un terminal de referencia. Con el Nexus 4 y 5 lo intentó con un supergama media. Y después con los Pixel un móvil tope de gama sin compromisos aparentes y llevándose el galardón de tener una de las mejores cámaras del mercado.
Pero la presión de Samsung, Huawei y compañía es demasiado fuerte. Los terminales de Google no acaban de venderse masivamente y hasta lo reconocieron en la última presentación de resultados. Con la presentación hoy de los Pixel 3a y 3a XL van a intentar cambiar esta situación.
La lucha por el mejor móvil del mercado es muy dura
La competición por tener el mejor móvil del mercado es muy dura. Los usuarios que están dispuestos a gastar 1.000 euros lo quieren todo. Y dar la talla es complicado. Es un segmento que proporciona buenos beneficios, pero a costa de tener unas ventas relativamente bajas y en busca de usuarios que están a la última. No puede haber ningún compromiso.
La competencia en la cumbre es muy dura, con Apple, Samsung y Huawei compitiendo por sacar el terminal más puntero. Otros como LG, Sony y HTC hace tiempo que no lograron estar ahí y Google lo intenta pero no puede.
Es cierto que los Pixel tienen unas características muy buenas: procesador tope de gama, experiencia muy fluida y una cámara que seguramente esté en lo más alto. Pero el diseño es algo tosco y en esta gama el usuario lo busca absolutamente todo, un terminal redondo y sin fallos.
No es que la gama media esté menos disputada, ahí hay competencia de los fabricantes antes mencionados y muchos más. Y encima hay un problema adicional: los márgenes son más bajos y para tener benficios hay que hacer un volumen considerable. Sin embargo la gama media o la supergama media siempre tiene espacio para innovar. El móvil puede tener ciertos compromisos y ahí es donde Google ha decidido atacar con este cambio de estrategia.
La propuesta de gama medida de Google
Hoy Google ha lanzado el Pixel 3a y 3a XL a unos precios que podríamos denominar de gama media superior. El 3a costará 399 euros y el 3a XL 479 euros. Está en una zona alta (nada que ver con algunos terminales Xiaomi muy competitivos) pero, por ejemplo, debajo del Oneplus, que lleva subiendo precios desde hace un tiempo.
¿Cuál es la propuesta de valor de Google? Claramente la cámara. En la gama media hay compromisos y casi todas las marcas no dan todo lo que pueden en la cámara. Algunos apuestan a un precio muy contenido, otros a unos acabados algo superiores, el procesador puede ser un punto fuerte, pero las mejores cámaras, hasta la fecha, quedan reservadas para los tope de gama.
Google aquí hace una apuesta arriesgada. Lanza su arsenal más poderoso, su cámara del Pixel, a un precio muy competitivo. Sí, es cierto que hay compromisos: el diseño sigue siendo lo peor de este terminal y además ha bajado el procesador un peldaño, hasta el Qualcomm Snapdragon 670. Sin embargo los Pixel son los terminales más optimizados del mercado y seguro que se moverá fluido (otro tema son las aplicaciones con mayores requisitos como los juegos).
¿Le saldrá bien?
Es dificil de saber si Google triunfará con esta propuesta. Lo cierto es que la cámara cada vez es más importante en los móviles y mucha gente se compra un móvil mirando esta característica más que otras cosas.
En el pasado Google intentó algo similar, un gama media a un precio rompedor, con sus Nexus 4 y Nexus 5. Eso sí, en aquella época dichos móviles estaban pensados para desarrolladores y la distribución no estaba programada para ser masiva (lo que provocó, sobre todo en el caso del Nexus 4, grandes roturas de stock). Fueron dos móviles muy míticos pero con unas ventas muy bajas.
Está por ver si con una mejor distribución, ya que según han ido saliendo las distintas iteraciones de los Pixel Google ha ampliando el número de países donde se podía comprar, esta estrategia tendrá ahora el éxito que busca el gigante de Mountain View. La clave es si los usuarios valoran tanto una cámara como para el terminal destaque entre la poblada gama media que Android tiene. Solo el tiempo nos lo dirá.
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