Hasta hace no mucho tiempo, Qualcomm tuvo una filosofía muy firme con la arquitectura de sus procesadores: mejores núcleos, no más núcleos. Calidad sobre cantidad. Mientras que Mediatek apostaba por configuraciones octa core, ellos siguieron empecinados en sus cuatro núcleos y lo cierto es que le fue bien: los últimos años han sido la referencia indiscutible en tope de gama. Sin embargo, algo cambió.
Llega 2015 y con él empiezan a aparecer los primeros móviles con la nueva tecnología de Qualcomm. Hay algo diferente en esos HTC One M9 y LG G Flex 2 que llegan al mercado. Los Snapdragon 810 abrazan los ocho núcleos, y la arquitectura de 64 bits. Por la boca muere el pez y, de momento, parece que la apuesta no les está saliendo del todo bien.
De rechazarlos a abrazarlos hay cuatro pasos
Ha habido un cambio en Qualcomm y eso es algo que, hasta que la compañía lo haga público, permanecerá como un misterio. Quizá ha sido la presión del mercado y la constante necesidad de innovar y sacar algo mejor lo anterior han provocado que hayan terminado subiéndose al carro de los ochos núcleos. No solo eso, de momento el Snapdragon 810 no ha terminado de convencer.
Ellos han apostado por una arquitectura de cuatro grandes y cuatro pequeños (big.little) donde se reparten las tareas para que las menos exigentes las hagan los procesadores más modestos y dejar las pesadas para los más potentes. De este modo, en teoría, se consigue una mejor autonomía ya que se hace un consumo de energía más eficiente.
Curiosamente MediaTek, competidor de Qualcomm e impulsor de los ocho núcleos, este año ha optado por utilizar su arquitectura de ocho a toda potencia sin hacer una diferencia entre grandes y pequeños. El tiempo dirá si resulta un éxito o no pero la pelea de esta compañía taiwanesa no está tanto en la gama alta sino en los terminales de entrada y media.
El primer móvil con Snapdragon 810, y un lanzamiento global fuerte, ha sido el HTC One M9. Como ya vimos en el análisis, claros y oscuros en el buque insignia de los taiwaneses. El LG G Flex 2 tampoco ha corrido mejor suerte en los análisis que han ido saliendo en medios anglosajones. Poca diferencia en el rendimiento, problemas de temperatura… Un SoC hasta ahora algo pobre para ser la referencia de una de las principales marcas de este sector.
¿Son los ochos núcleos per se una mala elección? En absoluto, MediaTek ya ha demostrado buenos resultados y este año Samsung con su renovación del Exynos está demostrando ser un competidor muy duro. De hecho, el Galaxy S6 Edge ha demostrado en nuestro análisis que es una auténtica bestia.
La esperanza de Qualcomm: 625
¿Comprometerá esto la posición de Qualcomm? Lo dudo mucho, puede que el Snapdragon 810 no haya sido el mejor chip que han hecho pero la compañía ha demostrado que sabe hacer las cosas bien y seguro que en el futuro 820 veremos mejor rendimiento. Tampoco habrá que perder de vista al 808 que veremos probablemente en el LG G4.
En cualquier caso, la lección que nos deja esto es que Qualcomm se equivocó en su día criticando los procesadores móviles de ocho núcleos. Retractarse por partida doble: lanzar lo que según ellos no iba a ningún lado y, además, hacerlo a un nivel que no demuestra nada respecto a sus principales competidores. Mal comienzo para ellos este año.
No habrá que perder de vista a la gama media de procesadores de Qualcomm (6XX). Allí también tendremos ocho núcleos y algunos móviles muy prometedores apostarán por este chip. Esperemos que lo que llegue a nuestras manos sea mejor que lo que han ofrecido, hasta ahora, para los dispositivos más exigentes.
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