Cuando tocamos por primera vez al nuevo Samsung Galaxy Note 7 sentimos algo especial, hemos de reconocerlo, el gigante coreano estaba muy cerca de la perfección en un smartphone, si es que eso existe, claro... Lo nuestro con el Note 7 fue amor a primera vista, un amor de verano de esos tan intensos que quieres tenerlo para siempre, pero que son tan fugaces como el Sol que calienta el veranillo de San Martín.
Nos hemos puesto poéticos, pero es que era la única forma de empezar a contar la crónica de una muerte anunciada sin usar el chascarrillo de que Samsung ha montando un circo y le han crecido los enanos. El Galaxy Note 7 pintaba a éxito y se ha quedado en un fallo épico que se recordará varias generaciones acompañado de un sinfín de imágenes de smartphones quemados, muchos usuarios descontentos, una llamada a revisión, más problemas y el fin de la producción que hoy el gigante coreano ha confirmado de forma definitiva.
No es el primer Samsung Galaxy Note sin el que vamos a quedarnos, de hecho sumaremos dos ejercicios sin el phablet estrella de la firma que creó a los phablets. Curioso, cuando menos, que Samsung el año pasado nos dejase sin su quinta iteración -sustituida por el Galaxy S6 Edge+ en nuestros mercados- para que ahora nos quedemos de nuevo sin un Galaxy Note 7 que saltaba nomenclatura para igualarse con el exitoso Galaxy S7.
Esta vez, al menos, Samsung no lo ha hecho por causas desconocidas, sino por un motivo de fuerza mayor que nada tiene que ver con introducir el S-Pen al revés, esta vez los Galaxy Note 7 son peligrosos para sus usuarios debido a algún error de diseño en una incendiaria batería de litio.
Lo primero, el comunicado de Samsung
No vamos a andarnos con más florituras literarias porque no tiene caso, lo que queréis los desafortunados poseedores de un Galaxy Note 7 es saber qué hacer con el dispositivo, así que aquí os dejamos de forma íntegra el comunicado publicado por Samsung:
12 de octubre de 2016
La seguridad de nuestros consumidores es nuestra principal prioridad. A raíz de los últimos incidentes con Galaxy Note7, hemos decidido parar las ventas y el programa de sustitución de los dispositivos Galaxy Note7, tanto originales como nuevos. Consecuentemente, hemos paralizado la producción de este dispositivo de forma permanente.
Por ello rogamos a todos los clientes del dispositivo Galaxy Note7 que, por favor, dejen de usar su dispositivo, lo apaguen y hagan un “back up” de sus datos personales. Estamos trabajando con los distribuidores y operadores para poner en marcha un programa de sustitución de su Note7 por un dispositivo Galaxy S7 o S7 edge, devolviéndole la diferencia de precio. Alternativamente y, si así lo desea, podrá solicitar la devolución íntegra del importe de su dispositivo Galaxy Note 7.
Pedimos nuestras más sinceras disculpas a todos nuestros consumidores del dispositivo Galaxy Note 7 por no haber cumplido con los altos estándares de calidad que esperaban de Samsung. Les agradecemos su paciencia durante todo este tiempo y, nuevamente, nos disculpamos por las molestias que hayamos podido ocasionarles.
Queremos tranquilizar a todos los consumidores de Samsung ya que el Galaxy Note7 es el único dispositivo afectado.
Para sustituir su dispositivo por un Galaxy S7 o S7 edge, devolviéndole la diferencia de precio o, alternativamente y, si así lo desea, solicitar la devolución íntegra del importe de su dispositivo Galaxy Note7, por favor contacte con el operador o distribuidor donde haya adquirido su dispositivo. Si adquirió su dispositivo Galaxy Note7 en Samsung.com o si tiene cualquier pregunta, por favor contacte con el número de contacto 900.100.807.
Adiós Galaxy Note 7, fue bonito mientras duró...
Retomamos aquí el relato de un amor fugaz con un smartphone brutal, quizás el mejor que hemos probado nunca, y esta es una afirmación bastante pretenciosa en un mercado tan rápido como el de los smartphones.
Sin embargo la hacemos sin tapujos, pues Samsung lo tenía todo para el éxito, con una base que no podía haber cosechado mejores críticas. Hablamos obviamente del Galaxy S7 Edge, un teléfono más que triunfador y que había podido confirmar que la pantalla curvada debía quedarse, ya fuese más o menos funcional o tan sólo como aderezo estético o ejercicio de innovación.
Quizás este fue el primer error, el principio del fin, pues el Galaxy Note 7 se presentó en un único formato con panel SuperAMOLED curvado en un envase similar al ya conocido del Galaxy S7 Edge, manteniendo sus líneas y sus materiales, también su resistencia al agua, y sumando además el S-Pen y toda su productiva funcionalidad.
La receta estaba clara y nada podía salir mal, o eso creían los chicos de Samsung, pero como dice la no escrita Ley de Murphy: 'Cuando algo puede salir mal, saldrá mal'. Y salió mal, las baterías del Galaxy Note 7 tienen algún problema derivado del diseño del terminal que las hace inestables, y el resto es historia.
Una gráfica historia:
Samsung tiene al sustituto en casa, y en el futuro... pues ya veremos
En Samsung al menos han reaccionado rápido y bien, van a perder muchos millones -algo así como unos 2.300 millones de dólares menos en su cuenta de beneficios- por el camino y lo saben, pero cuando todo está perdido sólo te queda mantenerte a flote para intentar luego recuperar el barco y volver a tu camino.
Además, no todo es malo, pues el gigante coreano tiene al sustituto perfecto en casa. Puede que muchos nos estrujemos los sesos buscando alternativas, pero una de las más serias es precisamente el Samsung Galaxy S7 Edge, y esa es la alternativa oficial de Samsung.
Para resolver la crisis lo mejor es recuperar los Galaxy Note 7, reciclarlos, y devolver el dinero o cambiar el dispositivo a los usuarios, y Samsung ofrece el cambio por un Galaxy S7 Edge que todavía tiene mucho recorrido, con el consiguiente ahorro de dinero que supone dicho cambio y que la marca asumirá.
¿Y qué pasará en el futuro? ¿Volveremos a ver al Galaxy Note 7 entre nosotros? Pues bien, la primera respuesta es que no lo sabemos, y la segunda es que lo dudamos mucho.
Lo más probable es que el gigante coreano esté ya inmerso en el desarrollo del hipotético Samsung Galaxy S8 que conoceremos presumiblemente en Barcelona el próximo día 26 de febrero de 2017, y esto le cierra las puertas a un rediseño del Note 7. Sin rediseño y vuelta a producción parece que los problemas continuarán, así que esta vía no es la más probable.
Para nosotros, el Galaxy Note 7 está descatalogado desde ya, así que empezamos a pensar en un Galaxy S8 que ahora sumará responsabilidades, primero superar a un difícilmente superable S7, y luego cerrar las heridas de una crisis que va tardar en curarse.
Es posible ahora pensar en una versión con S-Pen del futuro Samsung Galaxy S8, pero esta es otra guerra y de ello hablaremos mucho en los próximos meses. Y vosotros, ¿qué nos decís de todo este festival que se ha montado con el Note 7? ¿También queríais uno?
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