El mundo móvil avanza a tal velocidad que de vez en cuando merece la pena detenerse, echar la vista atrás y comprobar de dónde venimos. En este caso, la ocasión nos la brindan los nuevos Samsung Galaxy S10, cuyo nombre nos da la gran pista de en qué generación nos encontramos. Diez lanzamientos a lo largo de nueve años, nueve años desde que naciese la que cambiaría la suerte de Samsung en el mercado.
Samsung afirmó que había cruzado la frontera de los 2.000 millones de teléfonos vendidos con su marca Galaxy, la que acoge a los Galaxy S en su seno, entre otros modelos. De esas ventas, 677 millones corresponden a los modelos de la línea S, a todos contando desde el Galaxy S original al Galaxy S9 y S9 Plus de la pasada generación. Veamos cómo ha ido evolucionando la familia en todo este tiempo.
Samsung Galaxy S, año 2010
Hace aproximadamente nueve años nacía en el seno de Samsung el que se convertiría a la postre en uno de sus grandes teléfonos. Pese a todo, el Samsung Galaxy S no era especialmente grande, ni siquiera para su época. 4 pulgadas lucía en su pantalla Super AMOLED, una tecnología ya instaurada en la marca desde hacía algún tiempo, y contaba con una resolución bastante alejada de las que vemos actualmente. 800 x 400 píxeles para su panel. Recordemos, hace ya nueve años de esto.
La apuesta en cerebros de aquel año la ganó ya la propia marca, con un procesador Humminbird, uno de los primeros modelos de la línea Exynos, que corría a 1GHz. 512MB componían la RAM, 16 veces menos que la base de sus modelos actuales, y tan sólo 8GB de almacenamiento base. Por cierto, por aquel entonces las baterías eran extraíbles y la del Galaxy S también lo era. Otros tiempos.
Samsung Galaxy S II, año 2011
En su intento por emplear números romanos en lugar de la numeración actual, Samsung se presentaba en el Mobile World Congress de 2011 con el Samsung Galaxy S II como principal estrella. El modelo no crecía demasiado, llegando a las 4,3 pulgadas, pero su procesador ya era de doble núcleo y el resto del cerebro se duplicaba al mismo tiempo. Dos veces más RAM, dos veces más capacidad para almacenar fotografías, vídeos y aplicaciones.
El Galaxy SII se hacía doble núcleo y duplicaba RAM y memoria interna
Este Galaxy S II ya puede considerarse como uno de los más vendidos de la familia, aunque aún lejos del que, por ahora, sigue siendo el rey de los Galaxy S. 40 millones de Galaxy S II se vendieron y ayudaron a Samsung a crecer hasta convertirse en el mayor vendedor de móviles del mercado, algo que ocurriría sólo un año después, en 2012. El Galaxy S II nació de la mano de Gingerbread y murió con Nelly Bean. Ocho años hace de esto.
Samsung Galaxy S III, año 2012
Con él llegó el escándalo. Si con el Galaxy S II la pantalla de los Galaxy S pasaba de 4 a 4,3 pulgadas, con el Galaxy S III creció hasta las 4,8. Resolución HD protegida por Gorilla Glass en su segunda generación, y un cerebro Exynos de cuatro núcleos que marcaba el camino a seguir de gran parte del mercado. La memoria RAM permaneció estancada en aquella generación pero el modelo se permitió ofrecer una variante superior con 64GB de capacidad.
Aquel Galaxy S III fue, además, uno de los primeros teléfonos de Samsung en ofrecer variantes con 4G, algo que ocurrió desde el primer momento. La batería del Galaxy S III era aún extrapole y su cámara de 8 megapíxeles ya daba muestras de que Samsung podía llegar muy alto en fotografía. El teléfono pisó el mercado con Ice Cream Sandwich, aunque TouchWiz ya contaba con un diseño bastante agresivo que enmascaraba Android sin contemplaciones.
Samsung Galaxy S4, año 2013
Con el Samsung Galaxy S4, que finalmente daba el salto a los numerales, hubo una generación intermedia, algo que ha ocurrido contadas veces en el catálogo de Samsung. El modelo, ya con 4G, tenía un modelo con el año 2013 bien avanzado, el Samsung Galaxy S4 LTE Advanced, que actualizaba el procesador así como el módem, y ofrecía 4G a mayor velocidad para adaptarse al por entonces nuevo estándar de conectividad móvil.
Renovación a mitad de año con el S4 LTE-A
En lo relativo a su aspecto exterior, el Galaxy S4 llegaba a las cinco pulgadas y su pantalla alcanzaba el FullHD por primera vez desde el nacimiento de la familia. También se apostó por un cerebro Qualcomm en lugar de Exynos, y la RAM se duplicaba hasta llegar a los 2GB. El Galaxy S4 fue, además, el banco de pruebas para funcionalidades como los gestos aéreos, que no llegarían a cuajar.
Samsung Galaxy S5, año 2014
Llegaba el año 2014 y Samsung intentó dar un paso adelante en varios aspectos con su S5, aunque fueron demasiado bien recibidos. Como la carcasa trasera texturizada, y conocida comúnmente como "la tirita", y que no recibió muchos aplausos. El teléfono, construido en plástico, también ofreció protección contra polvo y agua, aunque esta certificación no triunfaría en el mercado hasta varias generaciones después.
El Galaxy S5 fue el primero de la línea S en optar por dos cerebros distintos según el mercado. Tuvimos el Exynos 7580 Octa y el Snapdragon 801, sin posibilidad de elegir salvo importaciones. La RAM se duplicaba y la cámara alcanzaba 4K. Pero el cambio más significativo fue la introducción del sensor de huellas, situado en el botón Home del frontal del teléfono. Por desgracia, se recordará como uno de los Galaxy S que menos vendió, sólo 12 millones de unidades.
Samsung Galaxy S6, año 2015
Con la llegada del Samsung Galaxy S6 se produjeron algunos cambios importantes en la familia Galaxy S. Para empezar, el modelo se duplicó y llegó junto a un Galaxy S6 Edge que introducía las pantallas curvas en la línea S de los coreanos. También se optó por el cuerpo de cristal, manteniendo la carga inalámbrica pero perdiendo tanto la batería extrapole como la bandeja para tarjetas microSD.
El Galaxy S5 también dio otros pasos adelante, como el hecho de optar por primera vez por una pantalla 2K (S5 LTE-A con el SD805) o montar 3GB en la RAM por primera vez en la familia. El fabricante probó sin demasiada suerte otras características, como la realidad virtual. El modelo que vimos en Europa fue el equipado con el Exynos 7420, cuyos cuatro núcleos llegaban a correr a 2,1GHz. Por cierto, contaba con un medidor de la saturación de oxígeno en sangre. Experimentos.
Samsung Galaxy S7, año 2016
Tras un par de tropiezos con los Galaxy S5 y Galaxy S6, Samsung volvía a presentar un modelo bastante robusto que destacaba por no pocos aspectos y que además volvía a aparecer en estéreo. Teníamos al Galaxy S7 con pantalla plana por un lado y al Galaxy S7 Edge con pantalla curva por otro. Dos teléfonos en metal y cristal en los que reaparecía la protección contra polvo y agua y también la bandeja para tarjetas microSD. La batería extraíble habría dicho ya adiós para siempre con el S6 y no apareció en los S7.
El Galaxy S7 apostó tanto por el Exynos 8890 como por el Snapdragon 820, y llevó la RAM hasta las 4GB, además de la memoria interna hasta los 32GB. Pero uno de los grandes destacados en el teléfono era su aspecto fotográfico. Un sensor que se reducía hasta los 12 megapíxeles con una lente f/1.7 que ofrecía muy buenos resultados tanto con luz como en ausencia de ella, y que supuso un gran avance en fotografía, mostrado generaciones antes y detenido durante un par de modelos. Samsung ya competía con los grandes exponentes fotográficos.
Samsung Galaxy S8, año 2017
Un año más y una nueva generación que llegaba en dos entregas. El Samsung Galaxy S8 y el Samsung Galaxy S8 PlusGalaxy, o S8+, la introducción de este apellido en la familia S de los coreanos. Aquí ya no había modelos planos y las pantallas se estiraban. Apareció el Infinity Display, llevando el ratio del panel hasta los 18.5:9, y se mantuvieron reconquistas como la microSD o la protección contra el polvo.
Hola, Infinity Display
Con el Galaxy S8, Samsung llevó el lector de huellas a la espalda y empleó por primera vez un botón de inicio por software, empleando la navegación virtual de Android. Con el S8 también llegó Bixby, el asistente de la compañía, y se empezó a integrar la compatibilidad con DeX, el modo de escritorio del fabricante. Samsung se resistió a la doble cámara en estos S8, pero caería un año después.
Samsung Galaxy S9, año 2018
Hace hoy un año, Samsung presentaba los nuevos Samsung Galaxy S9 y Galaxy S9+. Dos teléfonos que mantenían en esencia la misma apariencia que los pasados S8, pero que adoptaban algunos cambios importantes para el futuro de la compañía. Para empezar, los teléfonos continuaban la doble cámara trasera introducida con el Galaxy Note 8, aunque sólo lo hacían en el modelo Plus. El S9 quedaba con un único sensor de 12 megapíxeles y lente Dual, otro avance fotográfico de los S9.
Los S9 también trajeron a Samsung los AR Emojis, la posibilidad de crear emojis animados y tridimensionales a partir de nuestro rostro. Con ellos también llegaron los altavoces firmados por AKG y sus pantallas, Super AMOLED con resolución QHD+, eran de 5,8 y 6,2 pulgadas. Dos grandes teléfonos que ahora han sido renovados, y multiplicados con la llegada de una nueva variante adicional. Dos, si contamos el modelo 5G.
Samsung Galaxy S10, cuatro modelos para el 2019
Y hemos llegado al final de la escalera, a la décima generación de teléfonos Galaxy S, que arrancó en el 2010 con un único dispositivo y que ha alcanzado cuatro modelos en este 2019. Tenemos el Galaxy S10e que da comienzo a la nueva familia, el Samsung Galaxy S10 que la continúa, el Galaxy S10+ que cierra el listado de teléfonos con 4G y el Galaxy S10 5G, que abre la puerta a la nueva generación de conectividad móvil dentro del catálogo de los coreanos.
Con los S10 llegan las pantallas perforadas, los lectores ultrasónidos y las cámaras triples
Podemos empezar este breve repaso a los Galaxy S10 diciendo que se introducen tres grandes cambios en la familia en esta generación. Para empezar, llegan las pantallas perforadas. Samsung ha logrado esquivar el 'notch' en sus Galaxy S y Note, pero a cambio nos ofrece las Infinity-O en su versión AMOLED, que en esta generación adquieren el apellido Dynamic. La inclusión de esta perforación para las pantallas frontales hace que los ratios crezcan hasta los 19:9 en los cuatro teléfonos.
Otra gran novedad es la introducción de las cámaras triples, sólo un año después de las dobles. Además, todos crecen en número de sensores. Dos para el Galaxy S10e, tres para los Galaxy S10 y S10+ y cuatro para el Galaxy S10 5G, que se constituye como el más potente de todos los presentados. Pero hay algo más, la llegada de los sensores ultrasónicos. Ya no posamos la huella en la espalda del teléfono sino sobre la pantalla. Y si lo deseamos, desbloqueo facial como en las generaciones anteriores.
Los nuevos Samsung Galaxy S10 han llegado para tratar de marcar un antes y un después en la familia S de los coreanos. No en vano, se trata de la décima generación de sus teléfonos y todos esperan mucho de estos teléfonos cuyos análisis no deben tardar en empezar a llegar. Por supuesto, tendremos los nuestros y comprobaremos en qué punto de madurez se encuentran los Galaxy S10. Por todos ellos.
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