Tras un tiempo en la store solo para que nos registremos, por fin está disponible Honkai: Star Rail tanto en Android como en iOS. Se trata de un JRPG de los padres de Genshin Impact, así que sabíamos perfectamente lo que podíamos esperar y, aun así, han conseguido superar las expectativas.
Puede que no vaya a ser un pelotazo tan enorme como Genshin Impact debido a que ese título llamó mucho la atención por sus similitudes con Zelda Breath of the Wild en algunos apartados (hemos probado Tears of the Kingdom y te recomendamos que eches un ojo a las impresiones en Xataka, por cierto), pero tengo claro que dará muchas alegrías a los que le den una oportunidad. A continuación, te cuento mis impresiones de Honkai: Star Rail tras jugar las primeras horas.
Te vas a enganchar a la historia casi desde el principio
Lo primero es lo primero y, aunque el juego entra por los ojos con una cinemática de introducción muy bien llevada y que marca la pauta visual durante el resto de la partida, hay que hablar de la historia. Nuestros compañeros de 3DJuegos ya han publicado su análisis de Honkai: Star Rail (te recomiendo que lo leas), por lo que no vamos a entrar en detalles, pero sí te contaremos de qué va.
El punto de partida es similar al de Genshin Impact, pero está algo mejor llevado porque entras mucho antes en acción. Hay una amenaza para la galaxia y nosotros somos el elegido para plantar cara y que el bien salga victorioso. Empezamos controlando a un personaje misterioso que pronto dará paso al protagonista.
Tras aprender un par de conceptos jugables básicos, el juego nos da a elegir entre un avatar femenino y masculino (como en Genshin) al que debemos poner nombre y que, básicamente, es un ‘Trazacaminos’: un guerrero sin rumbo que se une a la tripulación del Expreso Estelar para navegar entre los mundos cumpliendo misiones con ese objetivo final de acabar con lo que amenaza la galaxia.
Las conversaciones con los compañeros son constantes, hay información que amplía el ‘lore’ en prácticamente cualquier punto del mapa y noto que los niveles son algo más acotados que en Genshin (normal, son dos géneros totalmente distintos), por lo que todo el rato estamos recibiendo estímulos que enriquecen la narrativa.
Precisamente, creo que la narrativa es la principal evolución que notamos respecto al anterior juego de MiYoho. Se nota que han aprendido la lección y todo es más dinámico, teniendo secciones jugables mejor intercaladas entre las numerosas cinemáticas.
Vamos a poder elegir entre varias líneas de diálogo (que en estas primeras horas no me da la sensación de que afecten demasiado a la trama más que para ampliar información) y el aroma constante es el de un JRPG clásico. Para bien y para mal.
La jugabilidad es la de un JRPG clásico con el sistema piedra, papel, tijera
Jugablemente, no es un juego que tenga demasiado misterio para los amantes del género: combate por turnos en el que siempre sabemos qué personaje va a atacar gracias al ‘chivato’ de la parte superior izquierda de la pantalla y un sistema de piedra, papel y tijera que permite que hagamos más o menos daño contra enemigos que también tengan un componente elemental.
Además, hay clases. Por ejemplo, nuestro personaje es de ataque puro y duro, pero nuestra primera compañera es un personaje de apoyo que sí, hace daño con su habilidad definitiva, pero destaca porque puede otorgarnos un escudo temporal.
Si todo esto te suena, es porque has jugado algún que otro JRPG, pero si es tu primera aventura, el juego se encarga de ponerte las cosas claritas desde el principio. Creo que explica bastante bien sus mecánicas, es sencillo entender el sistema de puntos para ejecutar ataques especiales y los elementos del HUD permiten que, de un vistazo, sepamos si podemos atacar con nuestra habilidad especial o usar ciertos ataques.
De hecho, algo que me está gustando mucho es que los combates no son simples. Tenemos una limitación inicial tanto en las peleas como en las mecánicas: podemos atacar con ataques normales, pero esos no hacen mucho daño. Si queremos hacer que el enemigo sangre o entre en ciertos estados, hay que emplear las ‘habilidades’, pero el uso de estas es limitado y necesita que recarguemos puntos de habilidad mediante los ataques normales.
Llegados a cierto momento del combate, podremos utilizar una habilidad especial. En los combates contra “masillas” no hay que pensar demasiado, pero en los más desafiantes habrá que usar la cabeza y pensar estrategias viendo cuántos puntos de habilidad tenemos nuestra clase, nuestro poder elemental y el orden de ataque tanto de aliados como de enemigos.
No me está pareciendo un juego fácil, y eso está genial. Para los controles también tengo buenas palabras: es muy intuitivo. Con el stick virtual izquierdo nos movemos y con el pulgar de la mano derecha elegimos tanto los ataques como el enemigo al que queremos atacar. Pulsando encima del enemigo, queda seleccionado y podremos ir a por él. Y si un ataque, por lo que sea, tiene un daño de área e impacta en dos o tres enemigos, se mostrará de forma muy clara en pantalla.
Ya clavaron los controles en Genshin y lo han vuelto a hacer (aunque en este caso estaba más fácil, todo sea dicho). Por cierto, algo que también me gusta es que el sistema de progresión de cada personaje es muy similar al de su anterior videojuego y, precisamente, me encanta que sepan que muchos jugadores de Genshin aterrizarán en Honkai y no quieren que se encuentren una gran barrera. Todavía no me ha tocado ‘farmear’ para subir de nivel, pero veremos qué pasa con ese sistema y con los elementos ‘gacha’ a lo largo de la partida.
Gráficamente es una burrada, y también bastante exigente
Y a nivel visual, el juego es una maravilla. No entra tanto por los ojos como Genshin porque no tenemos un mundo abierto, pero los diseños de los personajes, de algunos interiores y, sobre todo, las cámaras en los combates, cinemáticas y efectos de partículas están a un nivel espectacular.
Se nota que la compañía tiene tomada la medida al hardware móvil, pero claro, esto tiene un precio. Lo he estado jugando en un Vivo X80 Pro, cuyo Snapdragon 8 Gen 1 se calienta mucho, muchísimo. Y sí, es un SoC calentito de serie, pero el juego despliega un poder visual que no ayuda a mantener las temperaturas.
No he tenido problemas de estrangulamiento térmico (veremos en verano), pero el móvil está calentito. Hay varias opciones gráficas que podemos configurar a placer, como si fuera un juego de PC, pero te recomiendo que, si tu móvil puede, lo primero que hagas sea cambiar de los 30 fps por defecto a los 60 fps. Se nota muchísimo el aumento en fluidez.
Hay poderes ofensivos, pero también defensivos para el resto de personajes del grupo.
Lo que no me gusta tanto es que, en ciertos mapas hay un contraste evidente. Por ejemplo, en algunas ciudades tenemos entornos prácticamente vacíos que chocan con otros extremadamente detallados. Además, la inmensa mayoría de NPC están por rellenar, no aportan absolutamente nada. Pero bueno, mirado desde otro punto de vista, esto también es propio de un JRPG clásico…
Un free to play que no te avasalla con microtransacciones
Y, al final, Honkai: Star Rail es lo que esperaba, pero también un poquito más. Esperaba un gran juego a nivel audiovisual (no he hablado del sonido, pero está a la altura) y una buena jugabilidad, pero me ha sorprendido el buen y acertado paso de la acción en tiempo real a los turnos, con sistemas bien pensados y que te obligan a elegir la mejor estrategia.
Honkai: Star Rail
Honkai: Star Rail es el nuevo RPG de fantasía espacial de HoYoverse. Sube al Expreso Astral y descubre las maravillas infinitas de la galaxia en este viaje lleno de emoción y aventuras.
El salto más notable respecto a Genshin Impact es el desarrollo de la historia, ya que por lo que llevo consigue enganchar mejor al jugador desde los primeros minutos y, esto ya es personal, considero que es más interesante que la de Genshin.
Hay que ver cómo evoluciona el juego, cuántas expansiones lanzan y qué tal el contenido ‘endgame’, pero las microtransacciones (aunque están ahí) no son molestas y lo que tienes entre manos es un juego prácticamente premium en el que puedes ‘echar’ dinero si quieres acelerar algunos procesos.
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