Que los wearables están de capa caída no es ninguna novedad. Los accesorios que un día se presentaron como el complemento perfecto de nuestros móviles no despiertan el interés esperado, ni entre los consumidores ni entre las marcas, y Android Wear está siendo el principal perjudicado.
Según el último informe de Strategy Analytics, Android Wear ha caído al tercer puesto del ránking de SO para wearables al ser adelantado por Tizen. La propuesta de Google para reinar en este segmento en apuros no está cuajando como se anticipó, y es que el hecho de contar con el sistema operativo móvil más instalado del mundo, no significa que el éxito se vaya a replicar en otras áreas.
Los intentos de Google no han tenido recompensa (de momento)
Android Wear ha pasado por momentos en los que el futuro de la plataforma era bastante incierto, pero desde hace varios meses hemos visto como Google se ponía al día con su sistema para smartwatches. La actualización a Android Wear 2.0 es la más importante de la plataforma hasta la fecha, pero además ha llegado acompañada de nuevas propuestas como los LG Watch Style y Sport o el Huawei Watch 2, pero de momento estos intentos no se han reflejado en las cifras.
El último informe de Strategy Analytics no trae buenas noticias para Android Wear. Durante el primer trimestre de 2017, la plataforma para wearables de Google ha visto como la propuesta de Samsung le adelantaba, colocándose en segundo lugar por detrás de un inalcanzable Watch OS.
El sorpasso no ha sido escandaloso, solamente hablamos de una diferencia del 1%, por lo que la situación podría revertirse en futuros trimestres, pero no deja de ser un indicativo muy claro de que la apuesta de Google no está teniendo la acogida que podríamos esperar de los creadores de Android.
¿Qué ha fallado?
Como decíamos, en poco tiempo, el interés por los wearables ha decaído tanto por parte de los consumidores como de los propios fabricantes. El principal problema es que a día de hoy, un smartwatch todavía no tiene una utilidad práctica clara excepto su aplicación como complemento deportivo. Mirar las notificaciones o escribir mensajes desde la muñeca puede resultar práctico, pero no son argumentos lo suficientemente contundentes como para que necesitemos un smartwatch como sí necesitamos un smartphone.
En el caso concreto de Android Wear, el principal problema es su falta de flexibilidad, algo que sí encontramos en Android en su versión para dispositivos móviles. La decisión de Samsung de integrar Tizen en sus relojes tiene mucho que ver con este punto, y es que con Tizen tienen mucha más libertad a la hora de diseñar la interfaz y funciones disponibles.
Tampoco hay que olvidar que, aunque Tizen es un sistema propietario de Samsung, no hace falta tener un móvil de la marca para poder usar uno de sus relojes. Si a esto sumamos que sus dos últimos relojes estrella, los Gear S2 y Gear S3, han cosechado muy buenas ventas gracias a un hardware muy completo y ese diseño de corona giratoria tan práctico, tenemos los ingredientes para que Tizen coja la delantera.
Hace tiempo ya hablábamos de que Android Wear no se adapta a todos y por eso Samsung prefería apostar por Tizen. De momento es pronto para hablar del fracaso de la propuesta de Google, pero lo que está claro es que están perdiendo la batalla.
Vía | Android Authority
En Xataka Android | Huawei Watch 2, quizá el último asalto para que Android Wear triunfe
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