En ocasiones, tenemos ciertas dudas sobre la carga de nuestro smartphone Android: que si carga mejor con modo avión, que si el orden en el que conectamos los cables importa, que si la carga rápida es perjudicial para la batería... y la incógnita del consumo de un cargador que no está siendo utilizado.
No vamos a ahorrar demasiado dinero en la factura de la luz por desconectar el cargador al completar la carga, aunque no está de más hacerlo. ¿De qué ahorro (a pesar de ser ínfimo) hablamos? Es lo que hemos comprobado, y te contamos las conclusiones que obtuvimos.
Un consumo "fantasma" casi imperceptible
En el momento que nuestro móvil llega al 100% de batería, detiene el flujo de energía. No debería suceder nada aunque dejáramos el smartphone conectado permanentemente a la toma eléctrica, ni va a salir ardiendo ni va a explotar. Evidentemente, si vamos a usarlo lo ideal será desconectarlo del cargador.
Y este importante accesorio sí que genera cierto consumo al dejarlo en el enchufe: el flujo de electrones dentro de los componentes internos del cargador implica un pequeño consumo. En realidad, es ridículo, sobre todo en cargadores más modernos. Tampoco significa que no exista, es lo que hemos comprobado.
Utilizando varios cargadores y midiendo la electricidad hemos calculado el consumo. El dato: ninguno supera los 0,1 W mínimos para que nuestro medidor pueda realizar el cálculo. Es el umbral mínimo considerable para contabilizar la carga de nuestro enchufe domótico.
Trasladándolo al gasto energético, estaríamos pagando de más unos 0,02 euros por año, como vemos, un desembolso ínfimo. Además, podemos estar tranquilos pues hay una normativa europea que regula el consumo de los dispositivos electrónicos conectados a la red que se mantienen apagados o en standby: de máximo pueden consumir 0,5 W.
Sea como sea, no hay ningún cargador con ese consumo, claro está, siempre que no esté recargando un teléfono. Y aunque así lo fuese, con un consumo máximo de 0,5 Wh, conllevaría un consumo anual de 4,38 kWh que se traslada al bolsillo con un coste anual de 0,09 euros.
Tal y como hemos podido comprobar, incluso poseyendo un cargador con un consumo fantasma elevado, el incremento en el precio de la factura de la luz no alcanzaría ni 10 céntimos por año. En definitiva, no vamos a arruinarnos por olvidar el cargador conectado, tampoco sacamos nada positivo de hacerlo: conviene retirar el cargador al terminar de recargar la batería del smartphone.
Vía | Xataka Móvil
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