Las consecuencias de poder almacenar muchas aplicaciones, documentos, fotos y vídeos en nuestro móvil son evidentes: en algún momento tocaremos el límite. Y si bien es cierto que hay muy buenos trucos para liberar espacio en el móvil, en mi caso particular tengo un remedio que evita que ni siquiera roce el límite del almacenamiento. Se trata ni más ni menos que Telegram.
Podría decir de primeras que usarla como mi principal app de mensajería es beneficioso porque no ocupa tanto espacio como WhatsApp. Es cierto. Sin embargo, es todo por una cuestión de organizar archivos. Telegram, sin ser tampoco un sistema perfecto, supone una buena forma de no cargar al móvil de decenas de GB de archivos.
Archivos importantes o temporales. Todos para Telegram
A lo largo de los años he ido cambiando entre apps de notas, de gestores de archivos y demás, pero al final siempre he mantenido Telegram como un nido de archivos que consultar rápidamente y en cualquier momento. Y el proceso es de lo más sencillo: enviarlos a un chat y ya.
Se trata en esencia de ir enviándome archivos de todo tipo que, aunque de primeras quizás no ocuparían demasiado espacio, en conjunto sí. Mi DNI escaneado en PDF, el contrato de alquiler de mi vivienda, las entradas para mi próxima visita al cine, la carta de un restaurante al que acudiré… Todo vale. Y, por supuesto, también fotos y vídeos, aunque en este caso tengo bastante almacenamiento en la nube y sólo paso aquellos que ocupan mucho espacio (y no suele ser habitual).
En esta app existe un chat con uno mismo llamado ‘Mensajes guardados’. Inicialmente fue el receptor de estos archivos, aunque con el tiempo me di cuenta de lo fundamental que es tener una buena organización. Esto lo he conseguido gracias a la combinación de los grupos y la posibilidad de crear carpetas en Telegram.
Los grupos son normales y corrientes. Primero los creo con ayuda de algún conejillo de Indias (un saludo a esos amigos a los que “utilizo” para ello), dado que de serie no era posible crear un grupo con nosotros solos (desde una actualización lanzada en abril sí). Les añadía en esos grupos habiéndoles comentado previamente que les eliminaría y después ya le cambiaba el nombre al grupo y añadía una fotografía que me permita localizarlo más rápidamente. Ya después añadí esos grupos a una carpeta a la que llamé “Archivos”.
Hace un tiempo reconozco que tuve una organización más detallada, pero actualmente me he quedado con estos:
- Archivos personales (para mi DNI y otros documentos similares)
- Datos de casa (contrato de alquiler, CUPS del contador de luz, facturas, etc.)
- Archivos de familia (archivos relativos a datos familiares y que conviene que tenga a mano)
- Archivos temporales (entradas de cine y otros documentos similares que luego borro por no ser importante que los mantenga)
Como es evidente para que la práctica tenga sentido, nada más enviar esos archivos ahí los elimino de la memoria de mi teléfono. Reconozco que en muchos casos los acabo teniendo en mi nube personal, pero al final es algo a lo que me he acostumbrado y siempre acabo antes localizando los archivos en Telegram que en esa nube.
Así, y sin ser evidentemente lo único, Telegram ha sido clave durante años en ayudarme a mantener espacio libre. Hace no mucho tiempo se lo comenté a un amigo con problemas para liberar espacio en su móvil y, aunque de primeras le pareció un tanto extraño, vio en este sistema algo útil y que realmente es muy intuitivo y práctico.
Por qué uso Telegram y no WhatsApp para esto
Hace un tiempo te habría dicho que es todo una cuestión de límites de tamaño para envíos, ya que Telegram cuenta desde hace años con un generoso límite de 2 GB y WhatsApp se ha mantenido en los 100 MB muchos años. Sin embargo, desde 2022, WhatsApp aumentó ese límite para envíos y se encuentra ya en igualdad con WhatsApp.
¿Cuál es por tanto la razón por la que le doy prioridad por encima de WhatsApp? Simple y llanamente que los archivos de WhatsApp siguen ocupando espacio de mi móvil y de mi nube (si hago copia de seguridad), pero en Telegram no. Esta última ofrece almacenamiento ilimitado en sus propios servidores, haciendo así que sea accesible desde cualquier dispositivo en el que inicie sesión. También da igual si borro los archivos de mi móvil, ya que se seguirán manteniendo en los chats.
En WhatsApp, por su parte, todo lo que enviemos y recibamos quedará en nuestra galería. Si lo borramos de ahí, en el chat seguirán estando, pero sin poder verlos a no ser que los descarguemos, momento en el que por supuesto se vuelven a almacenar en la memoria interna haciendo imposible esa misión de liberar espacio.
Luego está otro hecho más personal y es que, como ya decía al inicio, Telegram es la app que más uso para comunicarme con familiares y amigos. Por tanto, tener todo en una misma app me resulta más cómodo. Alguna vez he contado ya otros usos por los que cada vez Telegram sustituye más apps en mi móvil. Esto de ahorrar espacio, por supuesto, es uno más que se suma.
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